Cómo crear tu propio cuarto de cultivo de cannabis
Resulta que has decidido cultivar tu propia marihuana en casa... ¡Enhorabuena! El cultivo casero de cannabis no solo garantiza un suministro constante de esta maravillosa hierba, también te hace apreciar más la planta y aporta la satisfacción de un trabajo bien hecho. Está demostrado que el tiempo que se dedica a la jardinería es tan beneficioso como la meditación, potencia la sensación de bienestar, e incluso ayuda a combatir la ansiedad y la depresión.
Cultivar marihuana en casa implica tener espacio para hacerlo. Para tener hierba suficiente como para que te dure entre cosecha y cosecha, necesitas un mínimo de 1m². En este espacio cabrán varias plantas pequeñas o una o dos grandes pero bien entrenadas, incluso con el método SCROG. Todo esto lo decides tú; la producción será parecida, ya que dependerá de si buscas una mayor variedad con cosechas pequeñas o menos variedad y más hierba por planta. La decisión depende de cada persona.
La altura del cuarto de cultivo vendrá determinada por el espacio disponible y las luces que se utilicen. Un metro cuadrado puede abarcarse fácilmente con la mayoría de lámparas de cultivo. Cuando se usan luces fluorescentes se necesita menos altura, ya que se pueden colocar más cerca de las plantas, mientras que las lámparas HID deberán estar a más distancia para evitar quemaduras y una acumulación excesiva de calor. Es posible que quieras alumbrar a tus niñas con una lámpara HID de 1000W, pero sin la altura adecuada, te será imposible.
Índice:
ELIGE UN ESPACIO
Todo el mundo dispone de un metro cuadrado libre y de fácil acceso en algún lugar de la vivienda. Habitaciones vacías, áticos, sótanos, armarios o vestidores, se pueden utilizar para crear un espacio de cultivo. La discreción es muy importante, por lo que a la hora de elegir este espacio deberás tener en cuenta el ruido del ventilador, el reflejo de la luz y los olores. Un ventilador oscilante colocado en un tabique compartido volverá a tus vecinos locos con el ruido y las vibraciones.
Los otros factores clave que veremos a continuación son:
AISLAMIENTO LUMÍNICO
Es imprescindible disponer de un cuarto de cultivo a prueba de luz. Para empezar, la filtración de la luz puede resultar molesta, porque las lámparas de cultivo son muy intensas, y podría impedirte dormir por las noches si tu espacio de cultivo es un armario de tu dormitorio o se encuentra en una esquina de cualquier habitación ocupada. En el peor de los casos, gritará a los cuatro vientos que estás cultivando marihuana.
En segundo lugar, la filtración de luz en el cuarto de cultivo afecta de forma negativa al rendimiento de las plantas. Cuando se cambia la iluminación a un ciclo de luz/oscuridad de 12/12 para inducir la floración, la luz filtrada confunde a las plantas, lo que podría conducir a una producción menor, al hermafroditismo, e incluso a cosechas fallidas debido al estrés lumínico. Todos los cultivadores están pendientes de las plantas macho, pero una planta hermafrodita bien escondida puede arruinar una cosecha entera haciendo que produzca semillas.
Cuando tu espacio de cultivo esté listo, haz la prueba de encender las luces para ver si hay fugas de luz. Cualquier resquicio o hueco que deje salir la luz, también dejará que entre. Si encuentras alguno, cúbrelo con cinta aislante o con al menos dos capas de cinta americana, ya que la cinta americana es semitranslúcida, incluso la negra, por lo que deberás usar más de una capa.
La mayoría de los aparatos eléctricos de un cuarto de cultivo, como los deshumidificadores, tienen unas luces LED bastante intensas y pueden hacer el mismo daño a tus plantas que la filtración de luz. Pega un trozo de cinta sobre las luces de este tipo de aparatos para asegurarte de que las noches sean totalmente oscuras. La luz tenue de la luna llena ejerce un efecto beneficioso sobre el crecimiento de las plantas, pero es un efecto muy difícil de replicar en un cultivo de interior.
HERMETICIDAD
A medida que desarrolla unos cogollos grandes y resinosos, la marihuana de buena calidad huele, así de claro. Algunas hierbas pueden apestar el cuarto entero, la casa, e incluso la calle. Cuando pasas mucho tiempo con tus plantas, es muy fácil acostumbrarse a ese exuberante aroma y convencerte de que no es para tanto - pero no hay nada más lejos de la realidad. Un cuarto de cultivo bien cerrado impide que los olores molesten a los vecinos o a los otros habitantes de tu casa.
Un cuarto bien cerrado también hace que la climatización sea más fácil de mantener. El control de la temperatura y la humidificación/deshumidificación del aire dependen de un entorno hermético y sin corrientes. Es muy importante disponer de un entorno estable. Una habitación bien cerrada también actúa como una zona de cuarentena, impidiendo la entrada de insectos, parásitos y patógenos. Un ratón podría dañar muchísimo el cannabis en una sola noche, sobre todo en el caso de las plantas jóvenes, ya que a los ratones les gustan los tallos y los cotiledones cargados de nutrientes.
Cabe señalar que un cuarto de cultivo hermético es una solución barata. Si gastas más para montar un sistema de intercambio de aire, tus plantas se beneficiarán de manera sustancial, y lo amortizarás a largo plazo. Los espacios de cultivo herméticos son el entorno ideal para experimentar con el enriquecimiento con CO₂ y así incrementar el rendimiento de las plantas.
CIRCULACIÓN DEL AIRE
El cannabis sano necesita aire en movimiento. Todo cuarto de cultivo debe estar equipado al menos con un ventilador oscilante, para garantizar una circulación constante de aire. El aire en movimiento tiene muchas ventajas para la planta de cannabis.
Como mínimo, deberá agitar todas las hojas de la planta para garantizar que esté disponible en los estomas. En un entorno sin aireación, el aire viciado se acumula en cara inferior de las hojas, alrededor de los estomas, y limita la eficiencia del intercambio de gases. Esto tiene como consecuencia la inhibición del crecimiento de la planta: los tallos se debilitan, las hojas se marchitan y la planta presenta un rendimiento pobre.
El aire en movimiento fortalece las plantas: los tallos y las ramas se vuelven más gruesos y robustos, y las cosechas son más abundantes.
El aire también ayuda con los ciclos de humedad/sequedad del medio de cultivo, favoreciendo la evaporación. Además, impide que aparezcan patógenos causados por la acumulación de humedad en las hojas. Al moho le encantan los ambientes cálidos y húmedos.
INTERCAMBIO DE AIRE
Si dispones de presupuesto, la incorporación de un sistema de intercambio de aire fomentará el crecimiento de tus plantas. El intercambio de aire requiere de una entrada de aire fresco y una salida para el aire viciado. Con un presupuesto aún mayor, podrás incorporar un filtro de carbono al sistema de extracción para mantener el olor al mínimo.
Las tomas de aire pueden adoptar varias formas, pero siempre están situadas en la parte inferior del cuarto de cultivo, ya sea en el suelo, si está elevado, o en la pared. El principal inconveniente a la hora de realizar perforaciones en un cuarto de cultivo es el control de la luz. Una simple ranura, un respiradero o varios orificios proporcionarán aire suficiente, pero también harán que se filtre la luz. Para evitar esto, usa un trozo de tubo curvado o crea una especie de pared doble. Recuerda que la luz no dobla esquinas, así que lo mejor es usar algún tipo de objeto curvado. También tendrás que instalar una barrera para los bichos que quieran entrar a alimentarse de tu hierba.
Una entrada de aire significa que también habrá una salida o un sistema extractor, preferiblemente con un filtro de carbono. Los extractores eliminan el aire viciado y el calor del cuarto de cultivo e introducen aire fresco. Siempre que sea posible, es mejor expulsar el aire al exterior, para evitar su acumulación en espacios cerrados y la redistribución del mismo aire viejo. Esto a menudo constituye un reto, pero los tubos son muy útiles a la hora de resolver problemas de distribución de aire.
La capacidad de un extractor viene dada por el volumen del cuarto de cultivo. La longitud × anchura × altura te dará el volumen de tu cuarto, y el fabricante te recomendará un extractor adecuado. Es aconsejable aumentar un poco el tamaño para garantizar el intercambio de aire y acomodar cualquier aumento en la escala del cultivo.
CLIMATIZACIÓN
La marihuana prospera con un clima controlado en cuanto a humedad y temperatura, y hay ciertos parámetros que son ideales para la etapa vegetativa y otros para la floración.
La humedad se puede controlar fácilmente con deshumidificadores, que también están disponibles con funcionamiento de doble acción para aumentarla o reducirla según sea necesario. Durante la fase vegetativa, un ambiente cálido y húmedo aumenta el ritmo del crecimiento, mientras que una humedad y una temperatura más bajas estimulan la producción de cogollos.
La temperatura se puede controlar con un pequeño dispositivo portátil de aire acondicionado frío/calor. Muchos calefactores y unidades modificadoras de humedad vienen con termostatos e higrómetros integrados, por lo que se encienden y apagan de forma automática dependiendo de las necesidades del entorno. Instálalos y podrás tener la seguridad de que tu hierba va a desarrollarse bien en todas las etapas; la automatización de todo el cultivo hará tu vida mucho más fácil.
SEGURIDAD Y PREVENCIÓN DE INCENDIOS
Aunque la mayoría de cultivadores llegan a la cosecha sin ningún percance, hay muchas historias horribles que muestran lo mal que pueden ponerse las cosas cuando ocurre un accidente.
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APARATOS ELÉCTRICOS
Si bien muchos cultivadores de marihuana prefieren cultivar con lo mínimo, a otros les gusta usar el mayor número de aparatos de cultivo posible. Pero incluso unos pocos aparatos eléctricos en el espacio de cultivo pueden suponer un riesgo de incendio.
En lo que respecta a la electrónica, el agua es uno de los mayores riesgos en el cuarto de cultivo. El agua puede interrumpir una corriente eléctrica, lo que podría causar un incendio o electrocución. Mantén todos los aparatos eléctricos elevados por encima del suelo, por si hubiera alguna fuga de agua.
Pon un ventilador en el cuarto de cultivo para regular la temperatura. Aunque esto signifique otro aparato más en la zona de cultivo, el ventilador creará una corriente de aire fresco, ayudando a evitar que el resto de aparatos se sobrecalienten.
El uso de un interruptor de circuito por falla a tierra (GFCI) ayudará a detener las fugas eléctricas cuando se produzcan. Este interruptor detecta cuando la electricidad fluye donde no debería (en un charco de agua o en un cuerpo humano) y rompe el circuito.
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ORDEN Y MANTENIMIENTO
Mantén el cuarto de cultivo lo más ordenado posible. Cada aparato debería tener un espacio asignado, y los cables deberían estar bien ordenados usando bridas de plástico. Si ves algún cable dañado o expuesto, repáralo inmediatamente.
Recoge todas las herramientas después de usarlas, para evitar cualquier riesgo de tropiezo. Cuando no las utilices, guarda las tijeras de podar, regaderas y pulverizadores en una caja de herramientas. Un tropiezo no solo podría provocarte lesiones; además, podrías caer sobre las plantas, causándoles daños graves.
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EXTINTOR DE INCENDIOS
Aunque los incendios sean poco frecuentes, deberías estar completamente preparado/a. Un incendio en el cuarto de cultivo puede destruir tu propiedad, poner en riesgo tu vida, y exponer tu cultivo a las autoridades. Ten un extintor a mano en todo momento, por si empieza a arder en llamas.
Instala una alarma de incendios en el cuarto de cultivo para avisarte en caso de incendio. Compra un extintor de mano y déjalo en la entrada del cuarto o armario de cultivo; elige un modelo que contenga polvo químico seco o CO₂, adecuado para apagar incendios eléctricos. Otra opción es comprar una bola extintora de incendios y colocarla sobre tu espacio de cultivo. Cuando se exponen a un calor excesivo, estas bolas explotan y liberan polvo ignífugo.
CONSTRUCCIÓN
Ahora que ya has elegido un espacio que satisface las exigencias de un cultivo sano y discreto, es hora de construir tu cuarto de cultivo. Hay varios recursos para crear un cuarto de cultivo casero por poco dinero. Con este método se utilizan armazones de madera revestidos de plástico para las paredes, la base, el techo y la puerta. Si vas a incluir el techo, tendrás que incorporar soportes para las luces. Si vas a utilizar las paredes y techo ya existentes, ASEGÚRATE DE CONOCER LA UBICACIÓN DEL CABLEADO ELÉCTRICO. Además, si estás de alquiler, tendrás que tener en cuenta las reparaciones futuras de todas las superficies que podrían verse afectadas por la construcción de un cuarto de cultivo.
Vas a necesitar lo siguiente:
• Una sierra
• Una grapadora para madera
• Lámina de plástico de doble cara: por un lado negra, y por el otro blanca o reflectante, como el Mylar
• Tornillos
• 4 bisagras pequeñas
• Un taladro con broca y destornillador
• Tijeras
• 26 placas en ángulo
• Protectores de esquinas de plástico (opcional)
• Listones de madera según tus necesidades: la de pino u otra madera blanda de 4x4cm (aproximadamente) son fáciles de manejar, fuertes y baratas. En tu ferretería habitual los encontrarás en varias longitudes
INSTRUCCIONES
1. Para crear la parte superior e inferior del armazón, vas a necesitar 4x1.0m + 5x92cm de listones de madera.
- Para crear los lados, 7 listones de 192cm.
- Para la puerta, 2 listones de 1m y otros 2 de 192cm.
2. Para la parte superior: une los listones, y perfora unos agujeros a 2cm de cada extremo y uno en el medio para el tornillo spax. Haz lo mismo con la parte inferior.
Para la puerta: perfora unos orificios a 2cm de cada extremo en los listones de 1m. Atorníllalos con los listones verticales.
3. Ahora que ya tienes el marco inferior, coge uno de los listones de 192cm, colócalo en una esquina, y fíjalo con dos placas en ángulo. Repite con el resto de las esquinas.
4. Cuando termines, coloca la parte superior y fija todos los listones verticales con las placas en ángulo.
5. Mide la parte central entre los listones verticales y coloca las vigas estabilizadoras con 2 placas en ángulo (3 en donde se unen a la viga de apoyo del armazón superior).
6. Con las tijeras, corta un trozo de plástico/Mylar de manera que se superponga a los bordes de cada armazón. Grapa el plástico a la madera y utiliza los protectores de esquinas.
7. Localiza la puerta y atornilla las 4 bisagras.
8. ¡Voilá! Tu cuarto de cultivo ya está listo.
BANDEJA DE RECOGIDA
Disponer de una bandeja de recogida en el suelo del cuarto de cultivo te ayudará a mantener todo limpio y ordenado. Las macetas se colocan en esta bandeja para que sea más fácil deshacerte de la suciedad y los derrames, las hojas muertas y el agua de drenaje. Cuando acabes de cultivar, barre y esteriliza la bandeja para el próximo cultivo.
Para construir esta bandeja, deberás crear un armazón que quede a 15cm de profundidad dentro del cuarto de cultivo, y que esté recubierto con el mismo plástico que las paredes. De esta forma, evitarás que el propio suelo de la habitación se ensucie.
Durante el cultivo, es habitual hacer un lavado de raíces cada poco tiempo, principalmente para eliminar la acumulación de sal causada por los fertilizantes, y para que el medio conserve un rango de nutrientes apto para el cannabis. Aunque en un cultivo orgánico no se produce acumulación de nutrientes, siempre hay algún vertido. Pero al final del período de floración, todos los métodos de cultivo requieren de un lavado final para aumentar la calidad de los cogollos. La bandeja recogerá toda el agua de drenaje para poder eliminarla fácilmente.
La bandeja de recogida también actúa como un sistema de riego pasivo si vas a dejar a tus plantas desatendidas durante unos días. Si pones agua fresca en la bandeja, esta hará las veces de depósito, y las plantas la absorberán y no se deshidratarán mientras estás fuera.
EMPIEZA A CULTIVAR
Ya tienes un espacio en el que cultivar tu propia marihuana casera. Permite la entrada de aire para que se produzca un intercambio adecuado de dióxido de carbono, oxígeno y calor, es opaco para conseguir discreción y una salud vegetal óptima, y es limpio y fácil de mantener. Ahora, lo único que tienes que hacer es decidir si vas a cultivar de forma orgánica o con fertilizantes, y elegir las mejores variedades para disfrutar.
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