Informe de cultivo: Power Flower

Aquí tienes un diario de cultivo de la Power Flower de RQS, una sativa con un perfil de terpenos afrutado y algunas características impresionantes. Mi sistema de cultivo es modesto, pero como verás, puede ofrecer buenos resultados incluso en espacios de cultivo pequeños y con un material básico.

He detallado todos los aspectos del proceso, desde la siembra hasta la cosecha, pero antes de comenzar, vamos a repasar rápidamente algunos de los detalles sobre la elección de esta variedad y el sistema de cultivo.

Características y genética de la Power Flower

La Power Flower es una sativa casi pura (88%), la recreación de RQS de la mítica Power Plant con genética sativa sudafricana. Esta variedad me atrajo por su impresionante potencial productivo (500-550g/m² en interior o 500-550g por planta en exterior), además de sus sabores dulces y cítricos.

Pero el mayor atractivo de la Power Flower quizás sea su plazo de floración tan breve (8 semanas), que para una sativa es algo sorprendente. En teoría, la Power Flower se anuncia como una variedad con un gran potencial, bastante sencilla por naturaleza y con capacidad para soportar el entrenamiento.

Sistema de cultivo

• Caja de 1m²
• 2 luces LED de 250W
• 4 macetas de 18 litros
• 4 macetas de 0,5 litros
• Interruptor de luz WiFi
• Extractor de 320m³/h
• Sensor de temperatura y humedad

Mi instalación es bastante sencilla, pero perfecta para un armario de cultivo pequeño. No obstante, hay un elemento del material sin el que no podría vivir, y es el interruptor de luz WiFi. Me permite controlar completamente las luces LED desde el teléfono y establecer un horario específico para la fase vegetativa y la floración.

Por último, para aprovechar al máximo el espacio y maximizar la producción de las plantas, utilicé las técnicas de poda apical y entrenamiento una vez que los primeros nudos estaban bien consolidados.

Fase de germinación y plántula

Empecé con cuatro semillas, todas ellas germinadas usando macetas de 0,5 litros y una mezcla básica de sustrato (que empapé con agua previamente). Hice un pequeño agujero en la tierra de cada maceta con un destornillador y cubrí las semillas con un poco de sustrato.

Puse las cuatro macetas en una bandeja para liar de RQS y las coloqué con cuidado en mi armario. La temperatura y la humedad ahí son perfectas para germinar semillas, y se elimina el problema de la luz ambiental.

A las 48 horas brotaron dos semillas, y poco después las otras dos. En cuanto las plántulas asomaron la cabeza por encima de la tierra, las puse en la caja de cultivo con un ciclo de luz 18/6.

Llegados a este punto mis plántulas no necesitaron mucho más, ya que se estabilizaron y comenzaron a desarrollar su primer conjunto de hojas verdaderas.

Fase vegetativa

Al surgir el primer conjunto de hojas, llegó el momento de trasplantar mis plantas a sus macetas definitivas de 18 litros. Añadí un poco de perlita al sustrato (aproximadamente un 15%) para mejorar el drenaje y dar oxígeno a las raíces. Y, como pequeño impulso extra, utilicé un poco de estimulante para raíces (4ml/litro).

También me aseguré de hacer el trasplante al final de su ciclo de luz, para que mis plantas tuvieran seis horas completas de oscuridad para recuperarse y las raíces pudieran acostumbrarse a su nuevo entorno.

Semanas 1-2

Las primeras dos semanas sirvieron para que mis plantas se acostumbrasen a su nuevo entorno y para establecer una rutina de luz, riego y fertilización.

Coloqué los dos paneles LED a unos 30cm de las plantas. A esta distancia, siguen estando lo suficientemente cerca como para recibir bastante luz, pero no demasiado como para causar estrés por calor.

También tengo que mencionar que mis paneles LED tienen diferentes interruptores para fase vegetativa y floración. La función de floración tiene un espectro de luz diferente diseñado para aumentar la producción. Pero, hasta ese momento, el entorno de cultivo estuvo bastante iluminado con las luces de espectro blanco.

Regué cada planta de la Power Flower con aproximadamente dos litros de agua cada 48 horas, con temperatura y humedad estables, a 26°C y 65% respectivamente. Afortunadamente, la temperatura ambiente era suave y, gracias a una correcta ventilación, mi caja de cultivo era el entorno adecuado para que mis plantas se desarrollaran de forma natural.

Semanas 3-4

Tres semanas después, mis plantas habían alcanzado la vertiginosa altura de 25cm. Aunque no parecían gran cosa, había llegado el momento de empezar a jugar con ellas. Mantuve la posición de la luz, las rutinas, la temperatura y la humedad igual que durante las primeras semanas en vegetativo, pero como había varios nudos establecidos, era hora de podar y entrenar.

El espacio en mi caja es bastante reducido, especialmente con cuatro plantas, por lo que sabía que tenía que probar con el main-lining para aprovechar al máximo el potencial. Corté las puntas de cada planta justo después del quinto nudo y con una cuerda até cada rama principal. Fue necesario ir ajustando a medida que crecía la planta, pero atando cada rama al borde de la maceta creaba un tallo múltiple en lugar de uno central. Este método también fomenta el desarrollo de varias colas, en lugar de una única formación central.

Como mis plantas tenían que empezar a trabajar un poco más y lidiar con el estrés de la poda apical, decidí añadir una solución fertilizante más variada. Esta vez añadí Alg-A-Mic, Bio-Heaven, Bio-Grow y Fish-Mix (2ml/litro de cada uno).

Con los deberes hechos, mis plantas tenían todo lo que necesitaban y solo me quedaba darles una semana para recuperarse antes de pasar a la floración.

Fase de floración

¡Cómo cambian las cosas en una semana! Gracias a los fertilizantes adicionales que utilicé en la cuarta semana, las plantas cobraron vida. Al comienzo de la floración, eran casi el doble del tamaño de la semana dos, con un montón de parejas de hojas de abanico.

También hice un cambio muy importante, pasé el ciclo de luz a 12/12 y activé la opción de floración en mis luces. La luz LED adicional de espectro rojo favorece la producción de cogollos y ayuda a las plantas a pasar a floración.

Semanas 5-6

A nivel general, en este periodo no ocurrieron muchas cosas que haya que comentar, ¡pero sucedió un desastre! Al principio del cultivo, saqué las cuatro plantas del armario (para hacer fotos y revisarlas), ¡y en aquel momento debieron de coger algún ácaro rojo rebelde!

La infestación ya había hecho algún daño, así que volví a sacar las plantas para limpiar el interior de mi caja de cultivo. Y, quién sabe, puede que alguna mariquita hambrienta quisiera echarme una mano.

A pesar de los ácaros haciendo todo lo posible para arruinar todos mis esfuerzos, añadí Bio-Bloom (2ml/litro) y Top-Max (1ml/litro) a la solución fertilizante. Los dos sirven para aumentar el tamaño, la densidad y el sabor de los cogollos.

Semanas 7-8

Con un poco de esfuerzo, conseguí mantener bajo control la infestación de ácaros y las plantas empezaron a recuperar de forma lenta pero segura. Aproveché para subir la altura de las luces LED aproximadamente a 35cm por encima de la copa, y seguí regando cada planta con dos litros de agua cada dos días.

Semanas 9-10

Las cuatro plantas estaban en plena floración, formando colas jugosas. Las hojas de azúcar estaban cargadas de resina y el olor en el interior de la caja era algo divino. Afortunadamente, el extractor y el filtro de carbón cumplieron con su trabajo, ya que prácticamente no aprecié fugas de olor hacia fuera. Como quedaba poco para el final, aumenté el programa de fertilización, básicamente duplicando la mezcla de las semanas tres y cuatro; comencé a administrar 5ml/litro de Alg-A-Mic y Bio-Heaven, y aumenté los otros productos a 4ml/litro.

Para ayudar a las plantas a centrar toda su atención en los cogollos, decidí que era hora de un corte de pelo. Quité la mayoría de las hojas de abanico grandes, dejando algunas más pequeñas y, por supuesto, todas las hojas de azúcar.

Siempre trato de podar cerca del final del ciclo de luz, para que las plantas tengan tiempo para recuperarse durante la noche. Una poda intensa puede frenar el desarrollo (aunque sea temporalmente), pero las cuatro plantas de la Power Flower parecían no inmutarse.

Semanas 11-12

¡Quedaba muy poco para el final y lo único que quería era cosechar y disfrutar de las flores! Las dos primeras plantas en germinar parecían casi listas, mientras que las otras dos estaban un poco rezagadas. Los estigmas de color naranja brillante ya se veían y las hojas comenzaban a perder su color a medida que todos los nutrientes disponibles se desviaban hacia los cogollos.

Para terminar la fase de floración de ocho semanas, dejé las cuatro plantas en completa oscuridad durante dos días. Ya lo he hecho otras veces, y he descubierto que ayuda a aumentar la producción de resina además de mejorar el sabor y el aroma. Es cuestión de gustos personales, pero es una técnica muy simple que puedes probar.

Cosecha

Los fertilizantes adicionales de las últimas semanas de floración y los dos días de oscuridad dieron sus frutos. Los cogollos eran increíblemente pegajosos y cada vez que me acercaba a ellos me llenaba de resina. Pero con unas tijeras para podar, guantes sin talco y mucha determinación, llegué al final del asunto. Mis cogollos recién cortados se pasaron la siguiente semana secándose dentro de la caja de cultivo.

Después, metí los cogollos en frascos de vidrio (con un pequeño Humidipak en cada uno), y los dejé durante varias semanas para que madurasen. Cada pocos días abría los frascos para ventilarlos, pero en realidad lo que quería realmente era perderme en su increíble aroma.

Resultados de la cosecha

Después de 12 semanas, el peso fresco de la cosecha rondó los 465g. Con cuatro semanas de curado, el peso seco final de las cuatro plantas llegó a 204g aproximadamente. Lo cual, teniendo en cuenta la potencia de mis luces LED y la infestación de ácaros, es un resultado más que satisfactorio.

Informe de fumada

Después de pasarme al vapeo hace unos años, no volví a mirar atrás. Creo que es la mejor manera de disfrutar del sabor y aroma de la hierba. Y, desde que conseguí un Mighty a un precio razonable, es mi elección cada vez que me siento a fumar, bueno, a vapear, pero entiendes lo que quiero decir.

Sabor

Lo primero que noté con la Power Flower fue una explosión refrescante de cítricos y fruta. A medida que vaporizaba, el sabor aumentaba, hasta que poco a poco se fue volviendo ligeramente amargo. También aprecié matices de pino, pero después de unas cuantas caladas, un agradable toque diferente para compensar la dulzura general de la cepa.

Efectos

Tengo el placer de informar que el efecto es el que me esperaba de la genética sativa de la Power Flower: profundamente enérgico y eufórico. Lo único que sentí fue felicidad e incluso me perdí en mis tareas gracias a un impulso creativo.

Hubo algunos momentos en que disfruté tanto de la Power Flower que superé el límite suave que me había marcado a mí mismo, pero el efecto no llegó a ser demasiado abrumador en ningún momento. Sentí sequedad en ojos y boca, pero esto es algo que puede pasar con cualquier variedad.

Power Flower: veredicto final

En general, podría convertirse perfectamente en mi nueva variedad favorita. Para mí, la Power Flower tiene la proporción perfecta de dulce y amargo, y su efecto es equilibrado y estimulante. Y, desde el punto de vista de un cultivador, necesita pocos cuidados (a parte la infestación de araña roja).

Considerando la sencillez de mi configuración, los resultados fueron excepcionales. Me encantaría ver lo que puede ofrecer con una luz LED más fuerte y más espacio para estirarse, ¡supongo que sería alucinante!