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Marihuana y glaucoma: lo que necesitas saber
Los científicos siguen intentando encontrar la causa del glaucoma. Esta enfermedad ocular acaba provocando la pérdida de visión debido al aumento de presión en el ojo y al daño del nervio óptico. Actualmente no existe cura y los tratamientos solo retrasan su avance. Los investigadores analizan ahora el cannabis como posible recurso terapéutico.
Índice:
Glaucoma: esta patología ocular provoca una serie de síntomas, entre ellos la pérdida gradual de la visión. Los investigadores no están completamente seguros de las causas de esta enfermedad, y los tratamientos convencionales solo sirven para ralentizar su avance. Ahora, los investigadores están analizando el cannabis en busca de fitoquímicos que puedan ser útiles.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma está causado por un grupo de enfermedades que provocan la degeneración del nervio óptico, una rama del sistema nervioso central que transmite los impulsos eléctricos de los ojos al cerebro. El glaucoma es la segunda causa de ceguera en todo el mundo y puede afectar a personas de todos los grupos de edad, aunque los mayores de 60 años corren un mayor riesgo de padecerlo. En la actualidad, se cree que más de 70 millones[1] de personas en todo el mundo tienen glaucoma. Dado que los síntomas pueden permanecer ocultos, solo entre el 10 y el 50% de esta población conoce su enfermedad.
Para comprender plenamente el glaucoma, es útil conocer los elementos y sistemas clave de los ojos que están implicados en la enfermedad. Descubre más sobre ellos a continuación:
Retina: situada cerca del nervio óptico en la parte posterior del ojo, esta capa de tejido presenta fotorreceptores en forma de conos y bastones que convierten la luz en señales eléctricas. |
Células ganglionares de la retina: estas neuronas forman el nervio óptico. En conjunto, transmiten la información visual de la retina y la hacen llegar a regiones específicas del cerebro. |
Humor acuoso: este líquido transparente contiene pequeñas cantidades de proteínas y glucosa y mayores concentraciones de ácido láctico y ácido ascórbico (vitamina C). Producido por primera vez en un tejido muscular conocido como cuerpo ciliar, el humor acuoso fluye a través de las cámaras del ojo donde distribuye estos nutrientes junto con el oxígeno. |
Malla trabecular: situada en la parte delantera del ojo, este tejido poroso facilita el drenaje del humor acuoso de los ojos y, al hacerlo, ayuda a regular la presión dentro del ojo (también conocida como presión intraocular). |
Iris: la parte coloreada del ojo (algunos tenemos el iris verde, otros azul o marrón u otros colores). Esta estructura del ojo ayuda a regular la cantidad de luz que pasa abriendo y cerrando la pupila en función de la intensidad de la luz. |
Córnea: al ser la lente más externa de los ojos, la córnea desempeña una función protectora. También refracta la luz y la enfoca hacia la retina. |
Cámara posterior: tras su producción en el cuerpo ciliar, el humor acuoso fluye por este espacio abierto entre la pupila y el iris. |
Cámara anterior: tras pasar por la pupila, el humor acuoso fluye por este espacio, entre el iris y la córnea, y sale hacia la malla trabecular. |
Retina: situada cerca del nervio óptico en la parte posterior del ojo, esta capa de tejido presenta fotorreceptores en forma de conos y bastones que convierten la luz en señales eléctricas. |
Células ganglionares de la retina: estas neuronas forman el nervio óptico. En conjunto, transmiten la información visual de la retina y la hacen llegar a regiones específicas del cerebro. |
Humor acuoso: este líquido transparente contiene pequeñas cantidades de proteínas y glucosa y mayores concentraciones de ácido láctico y ácido ascórbico (vitamina C). Producido por primera vez en un tejido muscular conocido como cuerpo ciliar, el humor acuoso fluye a través de las cámaras del ojo donde distribuye estos nutrientes junto con el oxígeno. |
Malla trabecular: situada en la parte delantera del ojo, este tejido poroso facilita el drenaje del humor acuoso de los ojos y, al hacerlo, ayuda a regular la presión dentro del ojo (también conocida como presión intraocular). |
Iris: la parte coloreada del ojo (algunos tenemos el iris verde, otros azul o marrón u otros colores). Esta estructura del ojo ayuda a regular la cantidad de luz que pasa abriendo y cerrando la pupila en función de la intensidad de la luz. |
Córnea: al ser la lente más externa de los ojos, la córnea desempeña una función protectora. También refracta la luz y la enfoca hacia la retina. |
Cámara posterior: tras su producción en el cuerpo ciliar, el humor acuoso fluye por este espacio abierto entre la pupila y el iris. |
Cámara anterior: tras pasar por la pupila, el humor acuoso fluye por este espacio, entre el iris y la córnea, y sale hacia la malla trabecular. |
Ahora que ya conoces algunos componentes clave de la anatomía del ojo, vamos a ver dos de los principales tipos de glaucoma y cómo afectan a la visión.
Cómo afecta el glaucoma a la visión
Entonces, ¿cómo afecta exactamente el glaucoma a la visión? Pues bien, tiene mucho que ver con la presión intraocular (PIO) y el consiguiente daño del nervio ocular debido a la obstrucción del flujo del humor acuoso. A continuación, vamos a examinar dos de las principales formas de glaucoma y cómo provocan daños en los nervios y, finalmente, la pérdida de visión. La causa exacta de ambos tipos de glaucoma sigue siendo desconocida. Sin embargo, los investigadores han descubierto que el aumento de la PIO se produce debido al estrechamiento de las cámaras anterior o posterior.
- Glaucoma primario de ángulo abierto: este tipo de glaucoma provoca el colapso del iris en la cámara posterior. Esto reduce el flujo del humor acuoso a través de la pupila, provocando un reflujo que conduce a un aumento de la PIO. Parte del iris también se colapsa hacia delante, impidiendo que el flujo de humor acuoso llegue a la malla trabecular. Posteriormente, esto provoca una tensión mecánica en las estructuras situadas en la parte posterior del ojo, lo que da lugar a una compresión, una deformación y una interrupción del funcionamiento del sistema nervioso. Esta obstrucción también impide el suministro de factores tróficos a las células ganglionares de la retina (sustancias que favorecen la salud de las células nerviosas) y provoca neurodegeneración. Curiosamente, algunos pacientes con PIO elevada no desarrollan otros síntomas de glaucoma.
- Glaucoma primario de ángulo cerrado: esta forma de glaucoma se produce debido a un aumento de la resistencia de la malla trabecular que drena el humor acuoso de la cámara anterior. Aunque el humor acuoso consigue fluir sin obstáculos a través de la pupila, el flujo de salida a través de la malla trabecular se reduce, lo que provoca un aumento de la PIO.
Síntomas del glaucoma
Estos mecanismos que contribuyen al glaucoma dan lugar a una serie de síntomas, entre ellos
Dolor ocular intenso Náuseas y vómitos Dolor de cabeza Ojos rojos |
Ojos sensibles Ver halos alrededor de las luces Visión borrosa Pérdida de visión |
Tratamientos convencionales y factores de riesgo
Varios factores de riesgo contribuyen a las probabilidades de que alguien desarrolle glaucoma. Entre ellos se encuentran:
- Ser mayor de 60 años
- Tener ascendencia africana, asiática o hispana
- Antecedentes familiares de glaucoma
- Afecciones médicas como la diabetes, las enfermedades cardíacas y la hipertensión arterial
- Tener córneas finas
- Lesiones oculares
Aunque en la actualidad no existe una cura, los pacientes con glaucoma disponen de varias opciones de tratamiento convencionales destinadas a producir un efecto de reducción de la PIO y a ralentizar la progresión de la pérdida de visión. Entre ellas se encuentran:
- Medicamentos en forma de gotas para los ojos, como prostaglandinas, betabloqueantes y agonistas alfa-adrenérgicos
- Medicamentos orales como los inhibidores de la anhidrasa carbónica
- Cirugía y terapias que incluyen terapia con láser, cirugía de filtrado, tubos de drenaje y cirugía de glaucoma mínimamente invasiva (MIGS)
La marihuana y el glaucoma
Entonces, ¿dónde se sitúa el cannabis en todo esto? Los investigadores están explorando actualmente si los compuestos que se encuentran en la planta de cannabis pueden reducir la PIO y proteger el nervio óptico de los daños. Para entender cómo la hierba puede producir estos efectos, tenemos que analizar el sistema endocannabinoide (SEC) y cómo funciona esta red reguladora en el ojo. Después de cubrir el papel del SEC, repasaremos la investigación disponible sobre varios compuestos del cannabis y el glaucoma.
Hierba para el glaucoma: el sistema endocannabinoide del ojo
¿Has oído hablar del SEC? Los investigadores descubrieron los primeros componentes de este sistema allá por 1988 y aún hoy en día siguen descubriendo nuevos aspectos de él. En pocas palabras, el SEC es el regulador universal del cuerpo humano. Aparece en el cerebro, la piel, el sistema inmunitario, los procesos metabólicos, los huesos, el tejido conectivo y los músculos. Actúa por todo el cuerpo para mantener el equilibrio biológico o la homeostasis. Hace que todo funcione bien y, al hacerlo, nos mantiene vivos y con buena salud.
El SEC comprende dos receptores primarios conocidos como CB1 y CB2. También cuenta con dos moléculas de señalización clave (anandamida y 2-AG), conocidas como endocannabinoides, que se unen a estos receptores para realizar los cambios necesarios dentro de las células objetivo. El tercer componente clave, un grupo de enzimas especializadas, construye y descompone estos endocannabinoides. Sin embargo, estas partes solo constituyen el SEC clásico. Desde entonces, los investigadores han ampliado este sistema hasta convertirlo en el “endocannabinodoma”, que cuenta con muchos más receptores, moléculas de señalización y enzimas.
Ahora viene lo más sorprendente. La planta de cannabis produce un conjunto de sustancias químicas conocidas como fitocannabinoides. A este grupo pertenecen el THC, CBD, CBC, CBG y otros (aunque la planta produce sus precursores ácidos; estos compuestos se producen sobre todo después de la cosecha cuando se exponen al calor). Curiosamente, varios de estos compuestos, incluido el THC, comparten una estructura molecular común con nuestros endocannabinoides. Esto les permite adherirse a los mismos receptores e influir en nuestra fisiología. Otros fitocannabinoides, como el CBD, se unen a otros receptores del sistema endocannabinoide y también influyen en la actividad de sus enzimas. En definitiva, esto significa que las moléculas de la planta de la marihuana tienen la capacidad de influir en nuestro regulador universal y en todos los sistemas sobre los que el SEC ejerce su influencia, incluidos los ojos.
El SEC está presente en la mayoría de los tejidos oculares, lo que significa que los fitocannabinoides pueden dirigirse al aparato homeostático de los ojos. Tanto la anandamida como el 2-AG se encuentran en todos los tejidos de los ojos[2]; aunque no aparecen en el cristalino. Pero estas moléculas de señalización no están solas. Están acompañadas por receptores CB1 que se expresan en el cuerpo ciliar[3] (¿recuerdas esa estructura que produce el humor acuoso?) y en la retina, entre otros lugares. Las investigaciones también sugieren que hay receptores CB2 en la retina y en la región frontal del ojo. También hay otros receptores, como el receptor potencial transitorio vanilloide 1 (TRPV-1), el receptor acoplado a proteína G 18 (GPR18) y posiblemente el GPR55, así que diversos fitocannabinoides y endocanabinoides se unen a estos sitios. Por último, los estudios en animales también han identificado enzimas del SEC en los tejidos oculares.
Dado que el SEC mantiene el equilibrio de los sistemas fisiológicos, las cosas pueden torcerse rápidamente cuando funciona mal. La teoría de la deficiencia endocannabinoide clínica vincula los niveles reducidos de endocannabinoides con patologías como la migraña, el síndrome del intestino irritable y la fibromialgia. Sin embargo, una señalización elevada del SEC también puede propiciar estados como la obesidad[4]. La expresión “tono endocannabinoide” describe los niveles de estas moléculas de señalización disponibles en el organismo de una persona. Podría existir un punto ideal para que todo funcione bien, y este nivel de tono probablemente sea diferente en cada persona.
Algunos estudios han descubierto que las alteraciones de la señalización de los SEC pueden contribuir al glaucoma y a otras enfermedades oculares. Los niveles de anandamida y 2-AG parecen elevados en los casos de retinopatía diabética, y los niveles de anandamida superiores a los normales en el cuerpo ciliar, la córnea y la retina en la degeneración macular relacionada con la edad. Solo un estudio ha analizado los niveles de endocannabinoides en relación con el glaucoma. Esta investigación mostró niveles reducidos de 2-AG y PEA[5] (otro endocannabinoide) en el cuerpo ciliar. En los ojos post-mortem de pacientes con glaucoma también se observó la ausencia de PEA. Curiosamente, el THC imita en cierto modo a la anandamida en el organismo, y el CBD actúa como el equivalente fitocannabinoide de la PEA[6], lo que sugiere que estos dos cannabinoides podrían intervenir como moléculas de señalización exógenas.
Así pues, sabemos que el SEC probablemente desempeña un papel en la patología del glaucoma. Sin embargo, se requieren estudios futuros para identificar la importancia de este papel, y si los cannabinoides procedentes del exterior del cuerpo pueden ayudar al apuntar a los puntos receptores que quedan inactivos por los bajos niveles de endocannabinoides. ¿Pero qué pasa con la marihuana para el glaucoma? Echemos un vistazo a las investigaciones que han probado varios cannabinoides de origen vegetal en modelos de glaucoma.
El THC y el glaucoma
Cualquier consumidor de cannabis conoce el THC. Conocido por la ciencia como Δ-9-tetrahidrocannabinol, esta molécula es la base del subidón del cannabis mediante la activación del receptor CB1 en el sistema nervioso central. Como meroterpeno, el THC es parte terpeno y parte fenol. Además de unirse al CB1, este componente también activa el receptor CB2.
Una revisión[7] publicada en la revista Neural Plasticity analizó investigaciones anteriores para determinar si el SEC podría servir como objetivo terapéutico en casos de glaucoma. Citando una colección de estudios en roedores, conejos y primates, así como un estudio en humanos, los autores afirman que los cannabinoides modulan la PIO. Los estudios en curso en humanos están probando tanto el THC como los cannabinoides sintéticos en casos de glaucoma para ver si estas sustancias químicas son capaces de reducir la PIO y los síntomas que la acompañan.
Sin embargo, los cannabinoides podrían ayudar más allá de la simple modulación de la PIO. A pesar de los fármacos que reducen la PIO, los pacientes con glaucoma siguen experimentando pérdida de vista. La revisión señala los estudios que buscan determinar los efectos neuroprotectores de los cannabinoides que podrían, en teoría, ayudar a proteger el nervio óptico. Varios estudios están estudiando los efectos neuroprotectores del THC, incluyendo los esfuerzos para probar el cannabinoide en modelos de enfermedad de Parkinson.
Marihuana para el glaucoma: ¿y el CBG?
El cannabigerol, o CBG surge tras la descarboxilación del CBGA. Muchos conocen el CBG como el “cannabinoide madre”. Sin embargo, es el CBGA el que sirve como precursor químico de otros ácidos cannabinoides principales, incluyendo el THCA y el CBGA. Los estudios[8] en desarrollo están explorando el potencial del CBG contra una serie de afecciones, como los trastornos neurológicos y la enfermedad inflamatoria intestinal. El cannabinoide se une a los receptores CB1 y CB2[9].
No hay muchas investigaciones que hayan contrastado el CBG con modelos de glaucoma. Un estudio[10] publicado en 2008 investigó el cannabinoide para ver si influía en la presión intraocular. Sin embargo, se necesitan ensayos en humanos para determinar si el CBG puede ayudar a las personas que padecen esta enfermedad.
Marihuana y glaucoma: cómo experimentan los pacientes
Existen innumerables formas de consumir cannabis. Aunque fumar marihuana es una de las formas más populares de consumir esta hierba, implica la combustión de material vegetal y la generación de subproductos tóxicos. Además, existe una asociación entre fumar y el glaucoma[11]. Por lo tanto, veamos otras opciones:
- Vapear: la vaporización utiliza temperaturas más bajas para volatilizar los cannabinoides y los terpenos. Aunque sigue presentando algunos riesgos para la salud, expone al consumidor a menos subproductos que fumar. En general, la vaporización ofrece un efecto de acción rápida y una fácil modulación de la dosis.
- Por vía oral: el consumo de cannabinoides incorporados a alimentos y bebidas, o la administración de aceites orales, envía estas moléculas a través del aparato digestivo. Mediante esta forma de administración, estas sustancias químicas suelen tener una escasa biodisponibilidad. Sin embargo, los comestibles con THC son famosos por su potencia, ya que el hígado convierte el THC en 11-hidroxi-THC, que es más potente. Deberías calcular tu dosis de comestibles e ir poco a poco para evitar una experiencia desagradable al consumir productos de cannabis por vía oral.
- Sublingual: esta forma de administración consiste en colocar extractos o aceites bajo la lengua para permitir que los cannabinoides sean absorbidos por el torrente sanguíneo. Este método evita la escasa biodisponibilidad del cannabis oral sin tener que inhalar humo o vapor.
La marihuana y el glaucoma: una relación compleja
¿Ayuda el cannabis al glaucoma? No podemos afirmarlo. Todavía no. Se necesitan más ensayos en humanos con muestras de gran tamaño para averiguar si la hierba ofrece una posible solución. Hasta ahora, el THC y el CBG se han mostrado prometedores en las primeras investigaciones. Por el contrario, el CBD parece aumentar la presión intraocular. Se necesitan más estudios para ver si esta molécula puede ofrecer alivio o empeorar los resultados. Si estás pensando en probar la marihuana para el glaucoma, te sugerimos que hables con tu profesional médico para descartar cualquier interacción con otros medicamentos o complicaciones de salud.
- The Pathophysiology and Treatment of Glaucoma - PMC https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- The Endocannabinoid System as a Therapeutic Target in Glaucoma - PMC https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- The Endocannabinoid System as a Therapeutic Target in Glaucoma - PMC https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Endocannabinoid system and its implications for obesity and cardiometabolic risk | European Heart Journal Supplements | Oxford Academic https://academic.oup.com
- The Endocannabinoid System as a Therapeutic Target in Glaucoma - PMC https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Endocannabinoid system mediates the association between gut-microbial diversity and anhedonia/amotivation in a general population cohort | Molecular Psychiatry https://www.nature.com
- https://www.hindawi.com/journals/np/2016/9364091/
- https://bpspubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/prp2.682
- https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17469899.2019.1698947
- The Pharmacological Case for Cannabigerol | Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics https://jpet.aspetjournals.org
- https://www.sciencedirect.com/topics/neuroscience/cannabigerol
- [Possibilities of applying cannabinoids' in the treatment of glaucoma] - PubMed https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
- Smoking and incidence of glaucoma - PMC https://www.ncbi.nlm.nih.gov