Cómo conseguir una hierba excelente con un sustrato vivo orgánico reciclado (ROLS)

Aléjate del cubo de basura, ¡de verdad! Cada gramo de restos de cocina, desechos del jardín y cartones que tiras tiene potencial para fertilizar tus plantas de marihuana. De hecho, si se tratan de forma adecuada, estos elementos ayudan a crear un medio de cultivo de mejor calidad que los que veden en las tiendas. Prepárate para alucinar con el concepto del sustrato vivo orgánico reciclado. Ahorra dinero y observa cómo se desarrollan tus plantas.

¿Qué es el sustrato vivo orgánico reciclado (ROLS)?

El término sustrato vivo orgánico reciclado (ROLS, por sus siglas en inglés) describe una técnica de cultivo que utiliza microorganismos y materiales orgánicos para mejorar la fertilidad del suelo y reducir los costes del cultivo a lo largo del tiempo^[1]. Con este enfoque ahorrarás dinero, perjudicarás menos al medio ambiente y conseguirás plantas saludables con excelentes cosechas. El método ROLS se basa en tres principios clave:

• Reciclado: se reciclan los materiales de desecho (como recortes de césped y residuos de cocina) para crear un medio de cultivo con todos los minerales que necesitan las plantas de marihuana para crecer.
• Orgánico: no se utilizan fertilizantes, pesticidas ni herbicidas sintéticos. Esto no solo te ahorrará dinero, sino que también reducirá el riesgo de que haya residuos químicos en tus cogollos y en tu jardín en general.
• Sustrato vivo: posiblemente la faceta más importante del ROLS, el sustrato vivo es una red formada por microbios del suelo (como hongos y bacterias), que mejoran la salud y la productividad de las plantas.

Ventajas del sustrato reciclado

¿Por qué deberías probar el ROLS para cultivar hierba? Este enfoque lleva asociada una larga lista de ventajas, de entre las cuales, las tres siguientes son las más beneficiosas para el cultivador:

• Reduce los costes: en lugar de tener que comprar bolsas de tierra y compost, el ROLS te permite convertir los materiales de desecho, que suelen ser gratis, en un sustrato fértil. Solo necesitarás unos cuantos ciclos de cultivo para notar la diferencia en tu cuenta bancaria.
• Potencia la fertilidad: esta técnica transforma materiales cotidianos, que de otro modo terminarían en la basura, en oro negro. Los microbios y otros organismos del suelo descomponen esos materiales en nutrientes. Y dado que pueden alimentarse de forma constante, estas formas de vida multiplican su número, lo que aumenta notablemente el ciclo de nutrientes y el almacenamiento de carbono en el suelo.
• Reduce los residuos: la aplicación de los principios del ROLS permite aprovechar al máximo los materiales de desecho. Tendrás que guardarlo todo, desde cajas de cartón y pieles de manzana, hasta extremos de zanahoria y recortes de césped, para transformarlos en comida para microbios y en nutrientes para tus plantas.

Beneficios de un enfoque orgánico

Al ser un método orgánico, el ROLS pertenece a la misma categoría que otros enfoques de cultivo parecidos. Y aunque cada uno es único, todos ofrecen beneficios similares, como por ejemplo:

• Son más respetuosos con el medio ambiente: los métodos de cultivo orgánicos no solo plantean menos riesgos para el cultivador, sino que también tienen un efecto positivo en el jardín y en el clima. Minimizar la labranza y aplicar mantillo ayudan a acumular material orgánico y a atrapar el carbono en el suelo.
• Preservan la vida del suelo: estas técnicas también ayudan a proteger la vida del sustrato, que ofrece todo lo necesario para cultivar plantas sanas y aumentar la fertilidad del jardín. La eliminación de los herbicidas y fertilizantes sintéticos permite que abunden los hongos, las bacterias y los gusanos. Estos organismos liberan todo el nitrógeno, fósforo, potasio y otros minerales que necesitan las plantas de cannabis para producir los mejores cogollos posibles.
• Reducen el riesgo de contaminación: la sustitución de sustancias químicas agresivas por compost y cultivos asociados proporciona un hogar seguro para la vida silvestre. Y también elimina el agua de escorrentía que inevitablemente terminaría en arroyos, lagos y ríos cercanos.

Sustrato vivo y sustrato muerto

Si visitas el terreno de un agricultor tradicional, encontrarás una tierra suelta, marrón y polvorienta. Este medio de cultivo es el resultado de la agricultura convencional y alberga muy poca vida (es la consecuencia de elegir los beneficios y la productividad por encima de la sostenibilidad ambiental).

En cambio, si visitas el jardín de un cultivador que da más importancia a la salud del suelo que a todo lo demás, verás un sustrato de color oscuro y grumoso, parecido al café, repleto de hebras fúngicas, gusanos y agregados. Este enfoque antepone la biología y no utiliza fertilizantes sintéticos; y los resultados hablan por sí mismos.

Cómo crear un sustrato vivo

No te costará mucho crear un sustrato fértil y vivo que supere a cualquier producto que puedas comprar en una tienda. Hay muchas maneras diferentes de incorporar vida microbiana a tu suelo. Cada uno de estos métodos utiliza materiales corrientes y gratuitos para alcanzar el mismo resultado: un suelo más fértil, plantas más sanas y cogollos más grandes.

Compostaje

La técnica del compostaje consiste en acumular el material orgánico para acelerar su descomposición. El compostaje en caliente, como su nombre indica, hace uso de altas temperaturas para descomponer esos materiales en cuestión de semanas. Para ello, deberás combinar un 50% de materiales verdes con un alto contenido de nitrógeno (restos de cocina, desechos del jardín, posos de café), con un 50% de materiales marrones ricos en carbono (cartón, papel, astillas de madera). Para empezar tu compostaje en caliente, pon todos los ingredientes en una pila al mismo tiempo, remuévela cada 3-4 días durante las primeras semanas, y después una vez por semana hasta que se convierta en un humus fantástico. Añade este producto a tu sustrato para inocularlo con microbios, aumentar su capacidad de retención de agua, mejorar la aireación y suministrar minerales clave.

Té de compost

El té de compost se crea multiplicando rápidamente la población de microbios aeróbicos, al exponer el compost a una fuente de azúcar y oxígeno^[2]. Simplemente llena un cubo de unos 20 litros con agua no clorada, y añade 400g de compost y 50g de melaza sin azufre. Coloca una piedra difusora en el cubo, y déjala encendida durante unas 24-36 horas. Al final de este proceso, verás cómo se forma una gruesa capa de espuma en la parte superior, ¡una señal inconfundible de fermentación! Diluye el té mezclando 1 parte por cada 10 partes de agua. Empapa el suelo con él para inocularlo, o úsalo como aerosol foliar para inocular la superficie de las hojas.

KNF y JADAM

Tanto la agricultura natural coreana (KNF) como el método JADAM (Jayonul Damun Saramdul, que significa "gente a la que le gusta la naturaleza") son sistemas fantásticos para preparar abonos e inoculantes utilizando recursos naturales, como microorganismos autóctonos que incluyen hongos, bacterias, levaduras, actinobacterias, materia vegetal y microbios. Ambos métodos engloban una larga lista de posibles preparados, como inoculantes hechos con moho foliar, fertilizantes a base de ortigas, y pesticidas naturales creados a partir de hierbas potentes. Si eres principiante, prueba el abono líquido JADAM. Simplemente pon todo tipo de material orgánico en un cubo junto con un puñado de compost, y llénalo de agua. Después de varias semanas, diluye la mezcla añadiendo 1 parte por cada 100 partes de agua.

Acolchado

El acolchado ayuda a crear rápidamente un sustrato^[3] vivo de calidad para la marihuana. El mantillo muerto, como la paja o los recortes de césped, protege el suelo de los rayos UV y evita que se seque demasiado rápido. Además, este material alimenta a los gusanos y otros insectos trituradores (asegúrate de que procedan de una fuente orgánica). En cambio, el mantillo vivo se crea sembrando diferentes tipos de plantas para cubrir el suelo desnudo. Puedes plantar cualquier especie, desde calabazas de invierno hasta tréboles rojos, para prevenir la pérdida de agua a la vez que administras exudados de azúcar al suelo (que alimentan a los microbios beneficiosos).

Bokashi

El abono bokashi se prepara con un grupo de microbios conocido como EM^[4] (microorganismos eficaces). Aunque este fertilizante está patentado, se puede preparar un salvado inoculado con bokashi que contenga esos microbios. La técnica bokashi crea un compost inicial a partir de residuos de alimentos y a través de la fermentación anaeróbica, lo que significa que deberás usar un cubo hermético^[5]. Simplemente añade varias capas de alimentos y rocíalas con una cucharada de salvado cada pocos centímetros. A diferencia del compostaje normal, se puede usar todo tipo de alimentos, como carne, lácteos, arroz y pescado.

¿Cómo produce un sustrato orgánico una red alimentaria saludable?

Al preparar tu propio sustrato vivo, estarás creando un hábitat perfecto para miles de millones de microbios distintos. Juntos, todos estos elementos ayudan a mantener el equilibrio de la red alimentaria del suelo, y su ciclo de vida y muerte permite que los nutrientes estén disponibles para las plantas. Descubre el importante papel que desempeñan algunos de estos organismos.

Hongos

Los hongos^[6] tienen un papel fundamental en la red alimentaria del suelo como microorganismos descomponedores y sinergistas. Algunos tipos de hongos, conocidos como saprófitos, excretan enzimas ácidas que descomponen moléculas grandes y complejas en formas más pequeñas que pueden usar las plantas. Otros, como los hongos micorrízicos, se unen físicamente a las raíces de la marihuana, y penetran en el suelo para extraer el fósforo e intercambiarlo por los azúcares que generan las plantas durante la fotosíntesis.

Bacterias

Las bacterias son las auténticas heroínas del sustrato, ya que trabajan a destajo para descomponer el material orgánico rico en nitrógeno. Las plantas atraen estas bacterias a sus raíces por medio de los exudados, y básicamente las crían ahí. Los depredadores grandes se alimentan de ellas y liberan el nitrógeno que contienen alrededor de las raíces. Además, las plantas también absorben células bacterianas enteras a través de sus raíces, por medio de un proceso conocido como rizofagia que elimina las paredes celulares para obtener el nitrógeno.

Nematodos

En una red alimentaria del suelo sana existen muchos tipos de nematodos. Estas criaturas microscópicas parecidas a gusanos se alimentan de bacterias, hongos y otros nematodos. Sin embargo, solo pueden usar una pequeña cantidad de los nutrientes que contienen sus presas; el resto se libera y es absorbido por las raíces de las plantas. Los nematodos también ayudan a transportar bacterias a través del sustrato^[7], inoculando el paisaje subterráneo a medida que avanzan.

Gusanos

Los gusanos son un buen indicador de un suelo vivo y saludable. Se diferencian de otros miembros de la red alimentaria en que son visibles para el ojo humano. Los gusanos desempeñan un papel fundamental en la salud del sustrato, ya que airean el suelo, desmenuzan la materia orgánica y excretan un limo rico en nitrógeno a medida que se mueven. La presencia de gusanos en la tierra está asociada a una mejor salud y productividad de las plantas.

Métodos de cultivo que utilizan sustrato vivo orgánico reciclado

En lugar de utilizar el ROLS como técnica independiente, muchos cultivadores de cannabis con experiencia lo combinan con otras prácticas agrícolas que ofrecen diversos beneficios adicionales. Descubre algunas de ellas a continuación.

Aumenta exponencialmente la fertilidad del suelo con un sustrato vivo orgánico reciclado

¿Qué te parece la idea del ROLS? Este enfoque para cultivar marihuana te ahorrará dinero, aumentará la fertilidad de tu cuarto de cultivo o jardín, y te evitará tener que buscar en la basura y usar herbicidas y abonos sintéticos. Además, ¡empezarás a ver fertilizantes por todas partes! Una vez que se prueba el ROLS, se convierte en un estilo de vida. Cuando ya gestiones tus propios residuos, acabarás recogiendo cartones, posos de café, recortes de césped y astillas de madera en negocios y casas de vecinos. ¡No digas que no te lo advertimos!