¿Qué son los PGR y cómo afectan a la marihuana?

• Los PGR son compuestos de origen natural o sintético que afectan al crecimiento de las plantas.
• Pueden aumentar la cosecha de marihuana, pero reducen la producción de cannabinoides y terpenos.
• Los PGR sintéticos pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente.
• Su uso en cultivos alimentarios se asocia a varios problemas de salud.

Los reguladores del crecimiento vegetal (PGR por sus siglas en inglés) son unos compuestos químicos que se usan para aumentar el tamaño de los cogollos y la cosecha. Básicamente actúan hackeando las hormonas de la planta para acelerar los procesos que impulsan su crecimiento y suprimir aquellos que lo frenan o merman. Sin embargo, estas moléculas causan daños al medio ambiente y podrían suponer una amenaza para nuestra salud. Sigue leyendo para saber más sobre estos polémicos reguladores del crecimiento y para aprender a reconocer la marihuana con PGR.

¿Qué son los PGR en la marihuana?

Los PGR son unas moléculas sencillas con la función de regular el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Algunos de estos compuestos están presentes de forma natural en las plantas, donde ayudan a impulsar procesos fisiológicos importantes. Sin embargo, los humanos han logrado crear PGR sintéticos que se usan en los cultivos para aumentar la cosecha, prolongar la conservación del producto final y mejorar su calidad tras el almacenamiento.

Como es lógico, los cultivadores comerciales de marihuana han mostrado interés por estos productos. Dado que los PGR funcionan bien en cultivos frutales, tiene sentido pensar que podrían incrementar el tamaño de los cogollos, el peso de la cosecha y, en definitiva, los márgenes de beneficio. Pero ¿son buenos para los consumidores?

Aunque los PGR ayudan a aumentar la productividad, los consumidores de marihuana cada vez buscan más productos ecológicos, sostenibles y artesanales, cultivados a pequeña escala y libres de productos sintéticos. La presencia de cualquier tipo de contaminante no es del agrado de muchos fumetas.

Pero ¿no se usan los PGR en cultivos destinados a la alimentación? Así es. Por ejemplo, algunos agricultores aplican varios tipos de estos productos para mejorar la forma de las manzanas y evitar que las frutas se caigan prematuramente del árbol. Sin embargo, aunque muchas de las frutas y verduras cultivadas comercialmente contienen residuos de pesticidas, el hecho de que un producto de uso agrícola mejore el crecimiento y la productividad de las plantas no significa que sea seguro ingerirlo.

A continuación, profundizaremos un poco más en los reguladores del crecimiento vegetal. Primero veremos cómo actúan en las plantas y luego te explicaremos si suponen algún peligro y cómo identificar la marihuana cultivada con PGR.

La función de los PGR en las plantas

Los PGR son hormonas vegetales que resultan esenciales para el crecimiento de las plantas, por lo que también son fundamentales para el crecimiento del cannabis. Y así como las hormonas animales ayudan a regular los procesos fisiológicos, las hormonas vegetales impulsan el crecimiento, la floración, la fructificación y otros procesos esenciales de las plantas.

Sin embargo, en los animales, las hormonas entran en el aparato circulatorio para ejercer sus efectos a través de órganos y glándulas distantes. En cambio, en las plantas, las hormonas tienden a producir efectos justo en el lugar donde se sintetizan. Por tanto, estos compuestos generan efectos de forma aislada, pero también actúan conjuntamente para producir una serie de respuestas.

¿Por qué usan PGR los cultivadores de marihuana?

Básicamente, los cultivadores de cannabis usan PGR para producir cogollos más grandes y gruesos. Esto tiene claras ventajas para los cultivadores comerciales, pero supone ciertos inconvenientes para los consumidores. Aunque la marihuana con PGR pueda tener cierto atractivo visual y económico, esto tiene un precio.

Al aplicar PGR a las plantas, básicamente se hackean sus hormonas endógenas. Las hormonas de origen natural funcionan en parte descomponiendo o activando las proteínas de transcripción del ADN. Estas proteínas pueden activar o suprimir los genes que promueven el crecimiento, y las hormonas mantienen el control sobre ellas.

Los cultivadores pueden alterar este proceso biológico mediante el uso de hormonas exógenas sintéticas. Al añadir hormonas que activan las proteínas de transcripción, los cultivadores pueden aumentar intencionadamente el número de proteínas que estimulan el crecimiento y reducir las que lo frenan.

Esto permite obtener cogollos más grandes y gruesos, con un aspecto mucho más atractivo. La activación de los genes promotores del crecimiento hace que las células absorban más agua, obligándolas a expandirse. La auxina también interviene en el aumento del tamaño de las paredes celulares de las plantas.

Pero, a pesar de conseguir cogollos más grandes, manipular las hormonas de las plantas tiene un grave inconveniente para los cultivadores: en comparación con los cogollos normales, la marihuana con PGR tiene un menor contenido de cannabinoides y terpenos. Como consecuencia, estos cogollos son mucho menos sabrosos que los que no llevan PGR, y producen efectos psicoactivos menos intensos.

Las razones de esto son complejas. En primer lugar, el crecimiento amplificado de los cogollos provoca que se redistribuyan los recursos, desviándolos de la producción de terpenos y cannabinoides para destinarlos al crecimiento de nuevas paredes celulares.

Además, dado que los PGR suprimen la producción de ciertas hormonas relacionadas con el estrés, las plantas producen tricomas más pequeños, ya que básicamente los tricomas son mecanismos de defensa que se desarrollan en situaciones de estrés.

Por último, algunos PGR sintéticos, especialmente el paclobutrazol o la daminozida, pueden inhibir enzimas esenciales de las vías biosintéticas de los cannabinoides y terpenos. Esto puede provocar una reducción directa de la capacidad de la planta para producir estos compuestos.

Por estos motivos, y por cuestiones éticas relacionadas con los daños al medio ambiente y a los consumidores, los cultivadores deberían tener mucho cuidado antes de usar PGR sintéticos, y los consumidores deberían evitar la marihuana tratada con PGR.

¿Son peligrosos los PGR?

Se están realizando estudios para determinar el posible impacto de los reguladores del crecimiento vegetal en nuestra salud. Mientras que algunos países autorizan el uso de PGR en agricultura, otros los prohíben. Por ejemplo, los agricultores europeos pueden utilizar daminozida como pesticida, mientras que en Estados Unidos se considera un posible carcinógeno y es ilegal aplicarlo a los cultivos.

A continuación, se muestran algunos de los PGR sintéticos más habituales y sus posibles riesgos:

• Cloruro de clormecuat: Esta pequeña y sencilla molécula ayuda a aumentar la cosecha de cereales, tomates y pimientos, entre otros cultivos. Sin embargo, la exposición a esta sustancia puede irritar los pulmones y causar náuseas a corto plazo, y dañar el hígado^[1] a largo plazo. Además, los estudios sugieren que el cloruro de clormequat podría afectar a los niveles hormonales en mamíferos, lo que plantea dudas sobre su seguridad a largo plazo.
• Daminozida: Este PGR está aprobado en varios países europeos, y se usa para potenciar el crecimiento de árboles frutales, como melocotones, cerezas, ciruelas y peras. A pesar de su eficacia, la base de datos de propiedades de plaguicidas, publicada por la Universidad de Hertfordshire, incluye la daminozida como probable carcinógeno humano^[2]. Cuando se quema, como suele ocurrir al consumir cannabis, la daminozida puede formar nitrosaminas, que son compuestos muy tóxicos y cancerígenos.
• Paclobutrazol: Esta sustancia actúa como supresor del crecimiento vegetal al inhibir la giberelina (un PGR natural). Ayuda a acortar los entrenudos y a crear plantas más robustas que fructifican antes. Sin embargo, en estudios con animales se ha observado que esta molécula produce problemas reproductivos y de desarrollo^[3]. Además, algunos estudios indican que el paclobutrazol puede permanecer en la tierra durante largos periodos, lo que podría afectar a los siguientes cultivos y a la vegetación cercana.

• Cómo afectan los PGR al medio ambiente

Los reguladores del crecimiento vegetal también son dañinos para el medio ambiente, por lo que su uso no solo resulta peligroso para quienes los consumen directamente, sino para todo el mundo.

Los PGR causan efectos perjudiciales en diversos sistemas:

• Ecosistemas acuáticos: El agua de escorrentía de los campos agrícolas donde se han usado PGR puede llegar a ríos, arroyos y otros medios acuáticos. Las investigaciones han mostrado que los PGR pueden afectar a especies acuáticas. Por ejemplo, pueden alterar el sistema endocrino de los peces, perjudicando el desarrollo de sus órganos y su capacidad reproductiva. Se ha demostrado que algunas sustancias químicas (como el paclobutrazol) se bioacumulan, lo que significa que persisten en la cadena trófica y suponen riesgos ecológicos a largo plazo.
• Degradación del suelo: El uso reiterado de PGR sintéticos puede provocar la acumulación de residuos químicos en el suelo. Con el tiempo, esto puede alterar las comunidades microbianas que son esenciales para el buen funcionamiento del suelo, lo que podría reducir la fertilidad de la tierra y su capacidad para retener carbono. En algunos casos, estos residuos podrían inhibir el crecimiento de otras plantas (que no son el objetivo del tratamiento), reduciendo la biodiversidad de los ecosistemas agrícolas y naturales.
• Riesgos medioambientales más amplios: Las malas prácticas agrícolas, como el labrado excesivo y la falta de control de la erosión del suelo, agravan el problema al aumentar la escorrentía y permitir que los PGR lleguen a las aguas subterráneas. Esta contaminación puede causar una serie de efectos, como la alteración de los ecosistemas acuáticos y la contaminación de las fuentes de agua potable.

• Las diferentes normativas en distintas regiones

La regulación de los PGR varía mucho en todo el mundo, lo que refleja las diferencias en la evaluación científica, las prioridades de salud pública y las necesidades agrícolas.

• Estados Unidos: Los organismos reguladores, como la Agencia de Protección del Medio Ambiente, han prohibido algunos PGR, como la daminozida, debido a su posible efecto cancerígeno. Esto ha llevado a unos estándares más estrictos para cultivos como el cannabis, que suelen consumirse directamente.
• Unión Europea: Aunque algunos PGR siguen usándose, los organismos reguladores como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria evalúan continuamente su inocuidad y su impacto ambiental. Por ejemplo, la daminozida está permitida, pero en condiciones estrictas.
• Asia: En países como China e India, los PGR se usan mucho para hacer frente a la alta demanda agrícola. Sin embargo, el control por parte de las autoridades puede que sea menos estricto, lo que podría dar lugar a un uso excesivo y a la contaminación del medio ambiente.

Cómo identificar la marihuana con PGR

Básicamente, puedes encontrar marihuana con PGR en cualquier parte del mundo, especialmente en países donde el cannabis es ilegal y no está regulado. Pero ¿cómo puedes distinguir los cogollos contaminados del resto? Por suerte, hay varios signos reveladores. Pero antes de continuar, conviene aclarar que no todos los PGR son tóxicos.

Algunos PGR de origen natural, como el alga kelp y el quitosano, producen cogollos con un aspecto similar a los tratados sintéticamente, sin añadirles ninguna sustancia tóxica. Por tanto, si encuentras cogollos con las siguientes características, debes tener en cuenta su procedencia y hasta qué punto confías en quien te los haya suministrado.

• Guía detallada para identificar la marihuana con PGR

1. Cogollos densos y duros como piedras: La marihuana con PGR es extremadamente densa. Aunque algunos cultivadores alardean de lo densos que son sus cogollos, los cogollos con PGR tienen un aspecto anormalmente grueso. Son más pesados al tacto y un poco más difíciles de desmenuzar con los dedos. Cuando los cogollos son inusualmente gruesos, su grosor se debe a la manipulación artificial de sus hormonas.
2. Falta de tricomas: La marihuana con PGR tiene mucho menos brillo que la marihuana natural debido a que produce menos tricomas. Estas glándulas brillantes producen cannabinoides y terpenos, por lo que su ausencia da lugar a cogollos menos potentes y menos aromáticos.
3. Textura inusual: Los cogollos tratados con PGR suelen tener una textura esponjosa o húmeda. Los cogollos naturales son firmes pero ligeramente pegajosos, mientras que la marihuana con PGR puede resultar antinatural al tacto.
4. Ausencia de un fuerte aroma: Aunque los PGR pueden producir flores más grandes y gruesas, perjudican el perfil de terpenos. Los cogollos tratados con PGR son mucho menos aromáticos que los cogollos naturales. Incluso si te los acercas a la nariz, como mucho solo notarás un ligero olor a tierra.
5. Pistilos de color naranja intenso: La marihuana con PGR suele tener unos pistilos (los pelillos que cubren los cogollos) excesivamente anaranjados y con un aspecto poco natural. Aunque los pistilos se producen de forma natural, su color exagerado es una señal de la manipulación química con PGR.

• Comparación con el cannabis natural de buena calidad

¿Necesitas poder reconocer al instante la marihuana tratada con PGR? Usa esto como referencia para distinguir la marihuana con PGR del cannabis natural.

• La marihuana natural tiene una densidad equilibrada, muchos tricomas y una textura pegajosa pero firme. Su olor es intenso y variado, con diferentes aromas según la variedad, y sus pistilos tienen un color natural.
• La marihuana con PGR parece antinaturalmente densa, tiene pocos tricomas y podría tener un tacto esponjoso o húmedo. Sus aromas son tenues, y los pistilos tienen un color excesivamente anaranjado y brillante.

PGR: Un buen motivo para cultivar tu propia hierba

Hay mucha marihuana en el mercado y gran parte de ella contiene PGR. Sin embargo, esto tiene su lado positivo. Estos contaminantes hacen que la gente se lo piense dos veces antes de comprar cannabis, y les anima a cultivar su propia hierba en casa de forma ecológica o a comprar cogollos cultivados de forma natural a pequeñas empresas de mercados legales.

Evitar la marihuana con PGR es lo mejor para nuestra salud a largo plazo, para que podamos disfrutar del cannabis y para el medio ambiente en general. Cuanto más nos informemos sobre los posibles peligros de la producción de marihuana, mejores decisiones podremos tomar.