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¿Puede la marihuana sustituir a las benzodiazepinas como ansiolítico?
Algunos consumidores de marihuana utilizan la hierba para mejorar su estado de ánimo, o para darse el gusto de relajarse. Del mismo modo, se han realizado estudios para investigar si ciertas sustancias del cannabis podrían tener efectos ansiolíticos y posiblemente funcionar de modo similar a algunos fármacos de prescripción médica. Por otro lado, aunque las benzodiacepinas ofrecen cierta acción ansiolítica, no están libres de efectos secundarios. Esto hace que algunos pacientes se nieguen a ser tratados con estos fármacos tras haberlos probado.
A medida que la prohibición del cannabis empieza a flexibilizarse en ciertas zonas del mundo, esta planta está empezando a reintroducirse en el ámbito médico.
La forma en que los cannabinoides interactúan con el cuerpo humano está empezando a comprenderse cada vez más, a medida que aumenta la investigación al respecto. Es probable que el descubrimiento más importante hasta el momento sea la interacción y mediación entre los compuestos activos THC y CBD, y los receptores del sistema cannabinoide endógeno humano, conocido también como sistema endocannabinoide.
En la actualidad, la marihuana está disponible como medicamento en algunas regiones y se puede obtener con una autorización médica. Se receta para una variedad de problemas de salud, entre ellos, el dolor crónico. También demuestra tener un potencial importante en casos de ansiedad. Por eso surge la siguiente pregunta: ¿es realmente la marihuana comparable a los medicamentos de receta como tratamiento para trastornos de ansiedad? Analizamos el potencial la marihuana en relación a una de las clases de ansiolíticos recetada con mayor frecuencia: las benzodiazepinas.
Una introducción a la ansiedad
La ansiedad es un estado mental que engloba varios síntomas diferentes, como sensaciones de miedo, preocupación y nerviosismo. A veces, la ansiedad puede ser una experiencia humana normal, en especial cuando se acerca un acontecimiento importante, como un examen, una reunión importante o una entrevista.
La importancia de estas situaciones hace que algunos nos perdamos en la reflexión y nos preguntemos sobre posibles resultados o sobre qué puede salir mal. Sin embargo, la ansiedad puede ser uno de los principales problemas asociados a otras afecciones, lo que lleva a algunas personas a visitar al médico con la esperanza de encontrar un medicamento que alivie sus síntomas. Hay muchas afecciones que conllevan un estado de ansiedad; a continuación, se enumeran algunas de las más tratadas.
Trastorno de ansiedad generalizada
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un trastorno de ansiedad crónico, que puede catalizar un estado de preocupación prolongado e irracional en torno a acontecimientos cotidianos relacionados con el dinero, la salud o el trabajo.
Trastorno de pánico
Otro tipo de trastorno relacionado con la ansiedad es el trastorno de pánico. Esta afección puede provocar la aparición repentina de un gran terror, dando lugar a confusión, problemas para respirar, o taquicardias.
Trastorno de ansiedad social
El trastorno de ansiedad social se caracteriza por un miedo constante a ser juzgado por otros. Normalmente, está relacionado con el miedo de una persona a que su propio comportamiento en situaciones sociales le cause humillación o vergüenza. Los síntomas del trastorno de ansiedad social incluyen taquicardia, mareos o aturdimiento, tensión muscular, confusión e incluso dolor de estómago o náuseas.
TOC
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno muy relacionado con la ansiedad, que se ve agravada por pensamientos angustiosos y repetitivos, que llevan a acciones compulsivas. Los factores de riesgo de este trastorno son: antecedentes médicos familiares, episodios traumáticos de la vida, u otros trastornos neurológicos.
Benzodiazepinas
Las benzodiazepinas que se suelen recetar para tratar trastornos de ansiedad incluyen Xanax, Librium, Valium y Ativan. Las benzodiazepinas son una clase de medicamentos muy diversa, aunque tienen similitudes entre sí en cuanto a su mecanismo de acción sobre el sistema nervioso central. Sin embargo, difieren en cuanto a la potencia y la duración de los efectos. Estos medicamentos tienen un efecto sedativo y funcionan mediante la ocupación de receptores de GABA-A en el cerebro.Esto lleva a que la neurona se cargue negativamente y, por tanto, sea más resistente a la excitación, lo que a su vez genera los efectos ansiolíticos del fármaco.
¿Son peligrosos estos fármacos?
Un dato interesante es que las benzodiazepinas se clasifican como medicamento de Lista 4 en los Estados Unidos. En cambio, la marihuana se considera de Lista 1, y se la describe como potencialmente adictiva y carente de potencial medicinal. Las benzodiacepinas, especialmente cuando se combinan con otros fármacos, se han relacionado con muertes por sobredosis. Estos medicamentos son una de las sustancias más consumidas en EE.UU. y Europa, y muchos consideran que se prescriben en exceso.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de 22.000 personas murieron por sobredosis relacionadas con fármacos de prescripción médica en 2013[1]. Según los informes, un 31% de esas muertes estaban asociadas o directamente relacionadas con las benzodiacepinas recetadas para afecciones como la ansiedad.
En el año 2008, aproximadamente el 5,2% de los adultos estadounidenses consumían benzodiacepinas. A pesar de su uso generalizado, existe la posibilidad de desarrollar adicciones tanto físicas como psicológicas a estos fármacos, que pueden provocar graves síntomas de abstinencia, como un aumento de la ansiedad, insomnio y, en algunos casos, convulsiones.
Las dosis elevadas de benzodiacepinas pueden tener efectos secundarios como somnolencia, confusión, mareos, visión borrosa, debilidad, dificultad para hablar, falta de coordinación y, en los peores casos, dificultad para respirar, e incluso un estado de coma. El uso crónico de estos fármacos hace que el cuerpo desarrolle tolerancia, lo que significa que el consumidor necesita dosis más altas para obtener el mismo efecto. Cuando se desarrolla esta tolerancia, pueden reaparecer síntomas como insomnio, falta de atención, debilidad e incluso ansiedad, la misma afección para la que se prescriben estos fármacos.
Es justo afirmar que esta clase de fármacos tiene potencial de causar abuso y dependencia. Veamos si el cannabis puede servir como un sustituto natural de estos medicamentos.
¿Es el cannabis mucho más seguro?
En lo que respecta a su uso como posible tratamiento en humanos, el cannabis es una sustancia extremadamente segura, que no provoca muertes por sobredosis en humanos cuando se consume por sí solo. La denominación de Lista 1 de la marihuana, otorgada por la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), la coloca entre las drogas más peligrosas del mundo, por tener un alto potencial de adicción y no tener un valor medicinal probado.
Incluir el cannabis en este grupo se debe a la ignorancia y al analfabetismo científico. Un artículo[2] de investigación titulado "Evaluación comparativa de riesgos del alcohol, el tabaco, el cannabis y otras drogas ilegales utilizando el enfoque de margen de exposición" demuestra la seguridad de la marihuana.
En el estudio, se examinó la toxicidad de drogas como el alcohol, el cannabis, la heroína, el éxtasis, la cocaína, la nicotina y las anfetaminas. Entre todas estas sustancias, se determinó que la marihuana era la única sustancia de bajo riesgo. Además, el estudio demostró que la marihuana es 114 veces menos letal que el alcohol, una cifra impresionante.
Efectos ansiolíticos de la marihuana
Una de las razones por las que se prescribe cannabis en Estados Unidos es para tratar estados de ansiedad, como el mencionado trastorno de estrés postraumático (TEPT). En este contexto, se podría especular sobre cómo ciertas variedades de marihuana podrían reducir los síntomas de la ansiedad, teniendo en cuenta el potencial de esta planta para fomentar la relajación.
Un artículo[3] publicado en la revista Biological Psychiatry documenta un estudio que observa los efectos ansiolíticos de la marihuana. Se observaron 50 pacientes masculinos que fumaban hierba habitualmente, y se compararon con otros 50 pacientes que no fumaban y actuaron como grupo de control. Se observó que los participantes que fumaban marihuana habitualmente demostraban menores niveles de ansiedad en comparación con los del grupo de control.
En este estudio, los investigadores también se propusieron explorar las posibles interacciones entre el cannabis y los receptores de benzodiacepinas en ratones, y descubrieron que el cannabis se une a los mismos receptores que las benzodiacepinas.
CBD y ansiedad
Un artículo[4] titulado "El cannabidiol, un constituyente del Cannabis sativa, como ansiolítico" revisó estudios sobre la función del CBD como ansiolítico. Los autores del artículo sostienen: "Se justifican futuros ensayos clínicos que incluyan pacientes con diferentes trastornos de ansiedad, en especial con trastorno de pánico, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de ansiedad social y trastorno de estrés postraumático. Aún deben determinarse el intervalo terapéutico adecuado del CBD y los mecanismos precisos involucrados en su acción ansiolítica".
CBD para la ansiedad social
Un artículo[5] publicado en la revista Neuropsychopharmacology evaluó el efecto del CBD en pacientes con ansiedad social. A los pacientes con trastorno de ansiedad social, que nunca habían recibido tratamiento, se les administró 600mg de CBD o placebo antes de participar de una prueba de simulación para hablar en público. Los resultados demostraron que el CBD redujo significativamente la ansiedad, la deficiencia cognitiva y la incomodidad en el momento del discurso. El CBD también conseguía disminuir significativamente la alerta en el discurso previo.
Un nuevo estudio sobre benzodiacepinas contradice las investigaciones anteriores
Un estudio reciente con 146 pacientes, con una media de edad de 47 años, es el primer documento que anuncia un descenso en el consumo de benzodiacepinas[6] entre pacientes que habían iniciado un tratamiento con marihuana medicinal. Los resultados muestran que más de un 45% de los pacientes interrumpieron la ingesta de benzodiacepinas en seis meses. El estudio se titula “Reducción del consumo de benzodiacepinas en pacientes recetados con cannabis medicinal”.
Los pacientes también afirmaron experimentar una sensación general de bienestar, así como una reducción del sufrimiento causado por su afección, poco después de iniciar el programa de cannabis medicinal. En esta investigación, la relación entre la terapia con marihuana medicinal y la reducción del consumo de benzodiacepinas parece evidente, aunque deberían realizarse estudios a gran escala para expandir nuestros conocimientos sobre los mecanismos cerebrales implicados en este tipo de resultados.
Tras completar 2 meses de tratamiento con cannabis medicinal, el 30,1% de los pacientes dejó las benzodiacepinas. Pasados 4 meses, el 44,5% había interrumpido el consumo de benzodiacepinas; y en la etapa final, 66 pacientes (45,2%) abandonaron el consumo de estos fármacos.
- CDC Online Newsroom - Press Release - Opioids drive continued increase in drug overdose deaths https://www.cdc.gov
- Comparative risk assessment of alcohol, tobacco, cannabis and other illicit drugs using the margin of exposure approach https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Antianxiety Effect of Cannabis: Involvement of Central Benzodiazepine Receptors - PubMed https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Cannabidiol, a Cannabis Sativa Constituent, as an Anxiolytic Drug - PubMed https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Cannabidiol Reduces the Anxiety Induced by Simulated Public Speaking in Treatment-Naïve Social Phobia Patients - PubMed https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Reduction of Benzodiazepine Use in Patients Prescribed Medical Cannabis https://www.liebertpub.com