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By Luke Sumpter

La palabra microbio, o microorganismo, se usa para describir los organismos microscópicos que son invisibles al ojo humano y solo pueden verse con el microscopio, como bacterias, virus y hongos. Los microorganismos son absolutamente fundamentales para la salud del suelo y de las plantas. Con frecuencia tendemos a dar un enfoque aislado a las cosas. En el caso de la naturaleza, separamos unas partes de otras para poder estudiarlas aisladamente y entender sus funciones y características.

Pero al hacer esto, infravaloramos la gran interconexión de la red de la vida y cómo los seres vivos dependen los unos de los otros para sobrevivir, a veces formando relaciones simbióticas para ayudarse mutuamente.

Este tipo de relación de simbiosis abunda mucho en el suelo entre los microorganismos y las plantas. Los cultivadores de marihuana pueden aprovechar esta conexión para fomentar la salud del suelo y el crecimiento vigoroso de sus plantas.

Esta frase de la microbióloga e investigadora de la biología del suelo, Dra. Elaine Ingham, explica la importancia de la alianza entre un suelo sano y los microorganismos: “Si queremos agua limpia, tenemos que devolver la biología a nuestros suelos. Si queremos cultivar y cosechar, tenemos que ir desarrollando el suelo y la fertilidad con el tiempo, no destruirlos. La única manera de conseguir estos resultados es mejorando la vida del suelo”.

Plantas y microbios: una alianza simbiótica

Aunque las plantas no tengan cerebro y, que nosotros sepamos, tampoco tengan consciencia (aunque podríamos estar equivocados), tienen unos mecanismos químicos que les permiten alterar y configurar su ambiente externo. Y gran parte de esta magia sucede en el suelo. A veces el suelo se considera como una simple fuente de nutrientes donde pueden desarrollarse las plantas, pero en realidad se ha descubierto que es un ecosistema complejo y fascinante, cargado de vida microbiana.

En el ecosistema del suelo, las plantas y microorganismos no se limitan a ir cada uno a lo suyo, sino que interactúan activamente e incluso trabajan conjuntamente para facilitarse la vida y aumentar sus probabilidades de supervivencia. La actividad microbiana puede potenciar el crecimiento de las plantas mediante una serie de mecanismos, que incluyen cambiar las señales de las hormonas, repeler o vencer a los microbios patógenos y aumentar la biodisponibilidad de nutrientes.

Plantas Y Microbios: Una Alianza Simbiótica

Absorción de nutrientes

Todos estos mecanismos ofrecen ventajas para los cultivadores de cannabis, especialmente quienes cultivan en exterior, donde las condiciones son más duras y la biodiversidad es mucho mayor. La mayoría de cultivadores ya conocerán los nutrientes NPK (nitrógeno, fósforo y potasio), los 3 macronutrientes que las plantas necesitan para un crecimiento sano y vigoroso.

Los microorganismos del suelo pueden ser de gran ayuda para las plantas, al liberar los nutrientes bloqueados del suelo de manera que puedan ser absorbidos más fácilmente por las raíces. Los microbios del suelo pueden metabolizar los nutrientes bloqueados, como el NPK, que están unidos a moléculas inorgánicas, logrando que estén más disponibles para las plantas.

Algunos de estos microorganismos, como bacterias u hongos, tienen la capacidad de descomponer los nutrientes que se encuentran en este estado, y al hacerlo los liberan en un formato aprovechable para las plantas. Se dice que estos aliados microscópicos son impulsores fundamentales del crecimiento vegetal en los entornos naturales. Está claro que tanto los cultivadores de cannabis de interior, como los de exterior, pueden beneficiarse enormemente de la presencia de microorganismos en la tierra de cultivo.

Cómo se crea el vínculo

Esta relación no significa en absoluto darlo todo y no recibir nada. Las plantas se benefician de un mayor acceso a los nutrientes esenciales, pero los microbios también reciben algo a cambio. Las raíces de las plantas liberan una serie de sustancias a la tierra: los exudados. Algunos de ellos incluyen azúcares, aminoácidos y ácidos orgánicos, que son una fuente de alimento para los microorganismos.

Los exudados contribuyen eficazmente al desarrollo del microbioma de las raíces. Estos nutrientes también pueden atraer a los microbios patógenos, pero afortunadamente algunos de los microorganismos beneficiosos tienen mecanismos de defensa contra estos.

Hongos Micorrícicos

Micorrizas

La alianza más interesante entre plantas y microorganismos posiblemente sea la relación entre plantas y hongos. Un tipo de hongo, llamado hongo micorrícico, se une a las raíces de las plantas. La parte enterrada de los hongos, que podría considerarse sus raíces, se llama micelio. Al unirse a las raíces, el micelio de los hongos micorrícicos actúa como si fuera una prolongación de estas, permitiéndoles absorber nutrientes de una zona mucho más extensa de la que hubieran podido cubrir actuando en solitario.

Por tanto, los hongos micorrícicos proporcionan humedad y nutrientes adicionales a las plantas. A cambio, los hongos se alimentan de los exudados azucarados de las plantas. Esta alianza simbiótica se llama micorriza.

Hay dos tipos principales de micorrizas: las ectomicorrizas (que viven en la parte exterior de las raíces) y las endomicorrizas (que viven en la propia planta). Si quieres aprovechar el poder de los hongos para aumentar la absorción de nutrientes de tu cultivo, ten en cuenta que el abuso de fertilizantes y el uso de fungicidas puede dañar y reducir la efectividad de estos organismos.

Bacterias beneficiosas: Rhizobacter

Diversas especies de bacterias también son un componente importante de la red alimenticia del suelo. No solo desempeñan un papel clave en la cadena alimentaria y el reciclaje de nutrientes, sino que además interactúan directamente con las raíces de las plantas proporcionándoles unos beneficios excelentes.

Easy Roots Rhizobacter introduce en el medio de cultivo numerosas especies de bacterias y algas beneficiosas que ayudan a las plantas a absorber nutrientes y a combatir los patógenos. Estas especies bacterianas generan promotores del crecimiento que desempeñan un papel esencial en la fijación del nitrógeno de la atmósfera, y ponen nutrientes clave a disposición de las plantas de marihuana.

Estos seres microscópicos también ayudan a descomponer el material orgánico y a liberar nutrientes que las plantas absorben con facilidad. Además, después de toda una vida dedicada a combatir microbios perjudiciales y a liberar nutrientes, estos microorganismos mueren y liberan más alimento para las plantas en la zona de las raíces.

El componente algal de la mezcla ayuda a conservar la salud de las bacterias beneficiosas. Estos organismos protegen a las bacterias de la irritación causada por los fertilizantes y las fluctuaciones del pH, a la vez que proporcionan 60 oligoelementos necesarios para que las plantas presenten una función fisiológica óptima.

Defensa de las raíces

Los hongos micorrícicos no solo ofrecen más nutrientes a las plantas; también pueden protegerlas contra algunos tipos de nematodos. Los nematodos son unos gusanillos microscópicos y en un puñado de tierra puede haber miles de ellos. Se han documentado más de 20.000 especies de nematodos, siendo el animal más numeroso del planeta.

Algunos nematodos pueden ser beneficiosos para las plantas de marihuana, como veremos más adelante. Pero algunos de ellos pueden ser bastante perjudiciales. Los nematodos fitoparásitos se alimentan de las raíces, afectando a la salud y el crecimiento de las plantas.

Tipos de nematodos

Los nematodos ectoparásitos viven en la rizosfera (la zona de tierra alrededor de las raíces), donde se nutren de las células exteriores de las raíces. En cambio, los nematodos endoparásitos penetran en las raíces para alimentarse. Este tipo de nematodos provoca daños en los cultivos agrícolas.

El micelio de los hongos se compone de unas diminutas hebras separadas, llamadas hifas. Estas pequeñas hebras son capaces de atrapar a los nematodos devoradores de raíces, evitando que ataquen al sistema radicular de las plantas.

Nematodo

Nematodos depredadores

No todos los nematodos suponen una amenaza para tu cultivo. De hecho algunos de estos organismos, llamados nematodos depredadores, pueden actuar como sistema de seguridad de tus plantas. Se alimentan de otros microbios que habitan el rizoma, incluyendo los temidos nematodos fitoparásitos que devoran las raíces del cannabis. Y no solo eso; estos nematodos beneficiosos también liberan nutrientes en un formato asimilable para las plantas, así que en cierto modo también contribuyen a la salud y fertilización del cultivo.

La mayoría de nematodos depredadores pertenecen a 4 grupos taxonómicos diferentes. Los nematodos Mononchida tienen una cavidad bucal que suele estar equipada con un solo diente, varios dientes grandes, varios dientecillos tipo garra, o todos ellos a la vez, que usan para perforar a su presa. Los nematodos Dorylaimida tienen un diente tipo aguja, llamado odontostilo. Con este diente atacan y se alimentan de sus presas y, al hacerlo, contribuyen a reducir el número de organismos devoradores de cannabis de la rizosfera.

Hay dos tipos de nematodos depredadores más. Los nematodos Diplogaster también tienen cavidades bucales pequeñas, armadas con dientes. Suelen encontrarse en grandes grupos habitando el estiércol en descomposición y tienen un ciclo de vida de una o dos semanas. Finalmente, los nematodos Apelenchus poseen un punzón tipo aguja que usan para penetrar a los nematodos presas e inyectarles unas enzimas digestivas paralizantes. Acto seguido, se dan un festín con los contenidos del cuerpo de su presa.

Introducir nematodos en tu cultivo

Estos nematodos pueden ser algo feroces, pero desde luego ayudan a proteger tus plantas de marihuana contra gran cantidad de habitantes indeseables del suelo.

El mejor momento para introducir nematodos depredadores en tu cultivo de marihuana es a finales de la tarde; esto evitará que se expongan a la luz solar directa, que podría matarlos. Deben guardarse en la nevera hasta el momento de aplicarlos. Antes de introducirlos, la tierra debería estar ligeramente húmeda, y debería regarse una vez aplicados.

Añádelos directamente bajo las plantas que deseas proteger, en lugar de repartirlos por toda la tierra. La forma más fácil de aplicarlos es mezclándolos con la cantidad de agua indicada en las instrucciones del producto que decidas usar. A continuación puedes rociar esta mezcla directamente sobre la tierra.

Introducir Nematodos En Tu Cultivo

Fomentando la microbiología del suelo

Los cultivadores de marihuana pueden usar una serie de métodos para aumentar la cantidad de microorganismos beneficiosos en el suelo, mejorando la salud de las plantas y posiblemente la cantidad y la calidad de la cosecha.

Crear y aplicar compost

Uno de estos métodos es crear y aplicar compost de buena calidad. De hecho, el compostaje es un proceso llevado a cabo por los microorganismos aliados. Estos descomponen la materia orgánica, como los restos de comida, las malas hierbas del jardín y otros desechos orgánicos, transformándolos en nutrientes de gran calidad para las plantas.

Al hacer la pila de compost, asegúrate de añadir suficientes materiales “verdes” (como hojas, hierba cortada, o restos de frutas y verduras), mezclándolos con materiales “marrones” (como paja, virutas de madera o ramitas). Las pilas de compost necesitan removerse para que el aire pueda acceder a todas las zonas, contribuyendo a la descomposición de los materiales.

Añadir este compost a la tierra no solo aporta gran cantidad de nutrientes saludables, sino también de microorganismos beneficiosos. Con el compost, los cultivadores pueden reducir o incluso abandonar el uso de fertilizantes o productos sintéticos.

Compuesto De Té Para El Cultivo De Cannabis

Usar té de compost

El té de compost es una forma excelente y natural de ofrecer mezclas potentes de nutrientes esenciales para las plantas. Estos tés pueden prepararse con una gran variedad de restos orgánicos. Los tés de compost han demostrado aumentar la calidad nutricional e incluso el sabor de las verduras, ¡así que quién sabe lo que pueden lograr en cuanto a la calidad de la marihuana!

Para prepararlo, se mezclan los restos de materia vegetal y humus de lombriz con agua, y se dejan fermentar durante un periodo de tiempo. Existe un debate sobre qué tipo de fermentación es más beneficiosa para las plantas: la aeróbica (con oxígeno) o la anaeróbica (sin oxígeno). Pero se dice que el té de compost aeróbico, creado usando una bomba de aire, aumenta el número de microorganismos beneficiosos. Una vez fermentado, este té puede aplicarse alrededor de las plantas.

No labrar

Labrar la tierra es una técnica agrícola usada para preparar la tierra para futuros cultivos. Pero este método ha mostrado ser perjudicial para la salud del suelo, contribuyendo a su erosión, y además liberando gran cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera, que ya está excesivamente cargada de este gas. Arar la tierra también está asociado con la pérdida de vida microbiana en el suelo.

Al labrar cada año, se voltea la capa más superficial del suelo (los primeros 5 cm, aproximadamente). Cuando sucede esto, el humus (la tierra rica en materia orgánica) queda expuesto a los elementos, dañando la vida microbiana que lo habita y alterando los procesos naturales.

Con la técnica del “no arado”, al no labrar la tierra no se perturba este delicado hábitat. Este método contribuye a mantener el aumento constante de materia orgánica del suelo a medida que pasan los años. Esta acumulación de nutrientes resulta en un suelo más sano y nutritivo para las plantas.

Evitar el uso de pesticidas

En la agricultura industrial y no ecológica, a menudo se utilizan pesticidas como una medida química contra plagas indeseadas. Aunque puedan ser efectivos en este sentido, se ha demostrado que el uso de estas sustancias químicas produce efectos enormemente negativos para la salud humana y la naturaleza. Los pesticidas están asociados con una serie de problemas de salud y pueden contaminar fácilmente los sistemas hídricos, donde pueden causar daños a la fauna salvaje.

Estos pesticidas no solo matan a las plagas no deseadas, sino que también afectan negativamente a los microorganismos beneficiosos. Y al hacerlo limitan o impiden el increíble trabajo que estos microbios hacen en el suelo. Por ejemplo se ha observado que los microorganismos fijadores de nitrógeno, o los que ayudan a disolver el fósforo, se vuelven inactivos en los suelos contaminados con pesticidas.

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