.
Ladrillos de marihuana: qué son y cómo se hacen
Muchos fumetas veteranos recuerdan con nostalgia los ladrillos de marihuana. En este artículo, explicamos qué es la marihuana de ladrillo, cómo se produce y por qué hoy en día ya no es tan frecuente como antes.
Si eres muy joven, puede que nunca hayas probado los ladrillos de marihuana. Gracias al movimiento del cultivo casero, y últimamente a la legalización del cannabis, comprimir el cannabis en ladrillos para facilitar el transporte ya no es tan necesario como antes.
Aun así, tal vez hayas oído hablar de los “buenos ladrillos de hierba de los viejos tiempos”. En este artículo, analizaremos los ladrillos de marihuana y cómo se producen.
¿QUÉ SON LOS LADRILLOS DE MARIHUANA?
Un ladrillo de marihuana, como su nombre sugiere, es cannabis condensado y prensado en forma de "ladrillo". Estos ladrillos fueron muy populares en los EE.UU., donde la mayoría llegaban de contrabando por la frontera con México. El proceso de comprimir la hierba en ladrillos facilitaba mucho el transporte, y sin duda era el tipo de cannabis más consumido antes del despegue del cultivo casero en los años 70 y 80.
Actualmente, los ladrillos de marihuana se siguen vendiendo en toda América del Sur y Central, así como en Asia. En Sudamérica, los ladrillos suelen producirse en Paraguay y se exportan a países vecinos como Brasil y Argentina (donde este tipo de cannabis se conoce como "paraguayo" o "prensado").
¿SON DE BUENA CALIDAD LOS LADRILLOS DE MARIHUANA?
De vez en cuando, oirás a algún veterano del cannabis hablar sobre la excelente hierba de ladrillo que se fumaba “en los viejos tiempos”. Y es cierto; a veces los ladrillos de marihuana pueden ser, y fueron, de gran calidad. Sin embargo, tras haber estado y vivido en Sudamérica, nunca encontramos ladrillos de cannabis que fueran mínimamente buenos.
Normalmente, la marihuana de ladrillo sudamericana pesa unos 25g. Suele tener un color entre marrón y negro, y un aroma fuerte y penetrante a especias y, la mayoría de veces, a amoníaco. Por lo general, tienes que cortarla con un cuchillo para poder separarla, y entonces descubres que está llena de tallos y semillas. Al fumarla, la marihuana de ladrillo suele tener un sabor similar a su olor (es decir, a mi**da), es increíblemente áspera para la garganta y los pulmones, y produce una fumada abrumadora y sedante.
¿CÓMO SE HACEN LOS LADRILLOS DE MARIHUANA?
Para entender mejor por qué esta hierba es de tan mala calidad, veamos cómo se produce.
Hacer ladrillos de cannabis es muy simple. A diferencia de los cogollos que puedes encontrar en un coffeeshop o club cannábico, este material no ha sido manicurado, ni curado. En este caso la marihuana simplemente se cosecha, se seca y luego se comprime en ladrillos usando una prensa hidráulica.
En 2017, un periodista cannábico brasileño llamado Matias Maxx dio una charla sobre la producción de ladrillos de marihuana en Paraguay. Maxx tuvo la oportunidad de visitar una granja de cannabis en la frontera de Paraguay y Brasil, viendo en primera persona el proceso de producción de los ladrillos de hierba que han saturado el mercado en la mayoría de países de Sudamérica. Habló sobre su viaje en la Expocannabis 2017, en Uruguay.
Maxx mencionó que las plantas utilizadas para hacer los ladrillos eran excelentes y a menudo derivaban de semillas de gran calidad, procedentes de bancos de semillas conocidos. Explicó que las plantas se cultivan correctamente, aunque los machos tienden a invadir las plantaciones y fecundar algunas hembras. Según Maxx, el problema con los ladrillos de cannabis es la forma en que se procesan.
Llegada la cosecha, las ramas enteras de cannabis se amontonan sobre unas lonas grandes y se dejan secar al sol. Al haber tanto material vegetal amontonado, la humedad se queda retenida y algunas partes de la planta empiezan a pudrirse; y esto es lo que aporta el fuerte olor a amoniaco de los ladrillos.
Cuando las ramas están secas, se arrancan los cogollos de las ramas más grandes y se agitan para eliminar las hojas más grandes. Durante este proceso, se pierden montones de tricomas, y se conservan muchas hojas, tallos y semillas que acaban en el producto final.
Finalmente, el cannabis seco se introduce en una prensa hidráulica, que produce un bloque enorme de 50kg de hierba comprimida. Entonces, se corta en ladrillos más pequeños, que se envuelven con plástico y cinta, para ser transportados.
EL FIN DE LOS LADRILLOS DE MARIHUANA
Como ya hemos mencionado, hoy en día, la hierba en ladrillo no es tan popular como antiguamente. Esto se debe a dos motivos principales:
En los años 70 y 80, de repente se hizo más fácil poder cultivar tu propia marihuana en casa. Gracias a la tecnología para cultivo interior, la gente podía empezar a plantar marihuana dentro de casa sin levantar sospechas de los vecinos o la policía. Además, gracias a la creación de los bancos de semillas de cannabis, se hizo posible obtener genética de primera categoría, desarrollada por manos expertas para adaptarse al cultivo interior.
Y, actualmente, gracias a la lenta (pero constante) legalización del cannabis en diferentes regiones del mundo, se ha reducido la necesidad de comprimir el cannabis para el transporte y envío. Para la mayoría de fumetas jóvenes, esto significa que nunca tendrán que pasar por el mal trago de cortar un ladrillo de hierba de color marrón-negro y enfrentarse a su pésima calidad.