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Irlanda legalizará la marihuana con fines terapéuticos
2016 ha sido un año de victorias para el movimiento global por la legalización del cannabis. Irlanda es el último país europeo en unirse al fin de la prohibición al legalizar la marihuana terapéutica. Irlanda está a punto de volverse mucho más verde.
NAVIDAD CON SABOR A MARIHUANA TERAPÉUTICA
Ho, ho, ho, ¿qué han recibido por Navidad los consumidores de marihuana terapéutica irlandeses? El titular sorprendente de 2016 es que Irlanda está camino de legalizar el cannabis con fines terapéuticos.
El 1 de diciembre, el Dáil (el Parlamento irlandés) aprobó la "Ley del Cannabis para Consumo Terapéutico 2016" sin oposición alguna, ¡sin ni siquiera haberla votado!
Sin duda, cualquier tipo de legalización es un paso en la buena dirección, pero cuando los políticos ni siquiera lo discuten nos hace sospechar que algo falla.
¿Es esto el primer síntoma de que el efecto dominó desencadenado por la legalización en EEUU ha cruzado el Atlántico? ¿O es que la elección de Trump ha asustado a los políticos irlandeses hasta el punto de no atreverse a ir en contra de su electorado estas Navidades?
Una reciente encuesta de Irish Times e IPSOS deja claramente de manifiesto el apoyo rotundo de la opinión pública irlandesa al cannabis medicinal legal, con un 81% de los participantes a favor de su aprobación. Con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina en 2017, la clase política irlandesa está revolucionada.
Los políticos de todas las ideologías han decidido apostar a caballo ganador y la lucha antidroga parece tener sus días contados. Echemos un vistazo al modelo de legalización del cannabis terapéutico que se avecina en Irlanda y el potencial para alcanzar también al consumo recreativo en un futuro próximo.
HACIENDO IRLANDA VERDE DE NUEVO
Irlanda siempre ha estado gobernada por partidos de la derecha desde que proclamó su independencia del Reino Unido. Tanto Fina Gael como Finna Fail, los dos partidos predominantes en la derecha irlandesa se han turnado el poder sin interrupciones durante casi un siglo.
Los sucesivos gobiernos irlandeses han estado siempre formados por coaliciones, ya que para alcanzar los números necesarios para la mayoría parlamentaria es necesario contar con el apoyo de algún partido minoritario.
Sin embargo, una vez llegan al poder, todas sus propuestas de izquierda o las ideas más radicales quedan rápidamente en segundo plano para dar paso a las agendas que cualquiera de los dos partidos mayoritarios se haya marcado.
Es algo completamente insólito que una ley se apruebe por la vía rápida y sea ratificada por todos los políticos irlandeses, a menos que se trate de rescatar un banco. Este tipo de medidas no dieron precisamente los resultados esperados para el país, pero obviamente nadie asumió su culpa. Ya sabemos la historia, son "fallos del sistema" y esas cosas.
Lo cierto es que el programa espacial Apollo costó menos que el rescate financiero irlandés, así que la capacidad de sus políticos para la toma de decisiones queda en entredicho en este contexto.
Además, el actual gobierno irlandés está sufriendo las consecuencias del caso Apple y sus privilegios fiscales y, al mismo tiempo, preparándose para los efectos del Brexit. Los irlandeses simplemente "no se dejarán engañar otra vez".
CRECIMIENTO DEL POPULISMO Y LA IGNORANCIA MÁS ABSOLUTA
El populismo está a la orden del día en la escena política e Irlanda no es una excepción. El sufrimiento de un niño irlandés ha generado muchas críticas hacia el ministro de Sanidad Simon Harris y con una cartera tan complicada de gestionar, necesita una victoria rápida.
La Ley del Cannabis para Consumo Terapéutico 2016 ha salido de la chistera de los diputados independientes (miembros del parlamento pero no afiliados a ningún partido político) Gino Kenny y Brid Smith.
Estamos hablando de dos de los escasos representantes políticos irlandeses que sólo responden ante los votantes, así que obviamente suelen presentar propuestas centradas en mejorar la situación de la población irlandesa.
En su formato actual, la ley es un gran marco para dar lugar a un sector del cannabis terapéutico irlandés. Sin duda no es perfecta, pero es un gran primer paso.
La ley concreta la creación de un instituto multidisciplinar del cannabis y una agencia reguladora que controle el mercado.
Ambos son buenos vehículos para asegurar que la legislación permita a los pacientes el acceso a la marihuana terapéutica, un acceso controlado mediante prescripción médica. Hasta los críticos más conservadores han sufrido para encontrar pegas a la nueva ley.
Sin embargo, tanto el ministro de Sanidad Simon Harris como el Taoiseach (Primer Ministro, antiguo profesor de primaria) Enda Kenny han dejado claro que no apoyan la legalización del consumo recreativo y que les preocupa que la ley abra las puertas a la normalización del consumo de marihuana en Irlanda.
No debería cundir el pánico, porque la población irlandesa ya considera como normal el consumo de marihuana con fines recreativos. De hecho, alguna de la mejor hierba de Europa se cultiva en habitaciones vacías y garajes, desde Cork, en el sur de la isla, hasta Donegal en el norte.
Además, muchos productos terapéuticos con cannabis ya están disponibles en internet y en las calles, como en la tienda Hemp Company, ubicada en Capel Street, en el centro de Dublín.
Aunque el gobierno irlandés puede presentar enmiendas y probablemente limite tanto como le sea posible el acceso a la medicina, sin duda no podrán derogar la ley.
El pueblo irlandés está decidido a castigar en las urnas a cualquier político que se oponga al tratamiento de pacientes con la mejor medicina disponible.
UNA REVOLUCIÓN VERDE
¡Los irlandeses han despertado! Y tienen acumulada mucha indignación hacia este sistema. El actual gobierno provisional, liderado por el Fine Gael, está en sus últimos momentos, y si el empeoramiento de la crisis de la vivienda (la diferencia entre los sueldos y el precio de la vivienda en Irlanda es enorme, desorbitada) no lo tumba, cualquier mínimo contratiempo lo hará. Así que, de alguna forma, el cambio en 2017 es inevitable.
Quizás la mejor enmienda a esta ley sería recoger en ella la posibilidad de que los pacientes pudieran ser autosuficientes permitiéndoles cultivar su propia marihuana medicinal.
El modelo irlandés debe cuidar del paciente y en su estado actual, probablemente sea mejor que el Ministerio de Sanidad se quede al margen de él.
Permitir el monopolio de algún gigante farmacéutico sería un error y esta ley sólo sería efectiva si incentivase un mercado competitivo con pocas barreras de entrada. Las licencias para el cultivo no deberían ser exclusivamente para los grandes líderes, porque en ese caso el cannabis medicinal recetado por el médico de cabecera resultaría igual de caro que los medicamentos actuales.
Hoy en día, existe una delgada línea entre lo que es un medicamento y una materia prima comercial, así que permitir o incluso educar en el cultivo casero es el modelo más efectivo.
Irlanda ha abierto las puertas a la legalización del cannabis, y a pesar de los motivos que han llevado a sus políticos populistas a dar este paso, ésta es la oportunidad más importante que el movimiento irlandés por la legalización de la marihuana haya tenido jamás.
El cannabis medicinal legal será un éxito en Irlanda, y el futuro instituto cannábico irlandés descubrirá, sin lugar a dudas, que el consumo recreativo de marihuana es maravilloso y evidentemente no debería estar prohibido.
Los brotes verdes de recuperación que aparezcan en el futuro de Irlanda serán plantas de marihuana legales. Ahora ya no es una hipótesis, sólo falta saber cuándo.
2016 ha sido un año increíble para la legalización de la marihuana en todo el planeta y la isla Esmeralda se ha querido unir a esta lista justo a tiempo.