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Injertar marihuana y cultivar varias cepas en una planta
Injertar es una técnica agrícola tremendamente útil, que te permite cultivar múltiples variedades de marihuana en una sola planta. En este artículo te mostramos cómo hacerlo.
Índice:
Los injertos son una antigua práctica hortícola que permite poder cultivar múltiples variedades en una sola planta. Y aunque es una técnica común entre agricultores experimentados, no está muy extendida entre los cultivadores de marihuana. En este artículo, te enseñamos cómo hacer injertos en las plantas de marihuana y cultivar más de una variedad en un único conjunto de raíces.
¿QUÉ ES INJERTAR?
Injertar implica extraer la parte aérea de una planta (conocida como vástago; una rama de la planta que se quiere reproducir) y unirla a otra planta (conocida como el portainjertos, pie o patrón; que aportará las raíces a la planta injertada).
Los injertos son una forma de propagación vegetal asexual. Esto significa que la planta injertada preserva todas las características de la planta donante, de la que se ha tomado el vástago (del mismo modo en que un clon mantiene las mismas características de su ascendiente). Pero, al mismo tiempo, el nuevo injerto suele adoptar alguna de las características del pie.
Los agricultores suelen realizar injertos de plantas con dificultades para echar buenas raíces, sobre portainjertos con un sistema radicular fuerte. De este modo, pueden preservar la vida del vástago, que de lo contrario tal vez no hubiera sobrevivido.
La mayoría de plantas leñosas se pueden injertar. Sin embargo, los injertos suponen un proceso complejo y laborioso, que normalmente requiere ciertos conocimientos. Por lo tanto, suelen reservarse para los agricultores más expertos.
Injertar es un arte cuyo origen se remonta a 4.000 años atrás, en la antigua China y Mesopotamia. Y aunque no es muy conocido entre los cultivadores de cannabis, las plantas de marihuana son perfectamente aptas para ser injertadas.
REPARAR RAÍCES DAÑADAS
Si cultivas en exterior, es probable que hayas tenido que lidiar con condiciones de cultivo duras en algún que otro momento. Las tormentas, los vientos fuertes, las lluvias torrenciales o las infestaciones de plagas pueden causar daños en tus plantas, sobre todo por encima del nivel del suelo. Afortunadamente, existe un buen método para ayudar a las plantas a recuperarse de este tipo de daños: plantar plántulas alrededor de las raíces de la planta y después injertarlas a la planta más vieja, justo por encima de sus heridas.
PROBAR NUEVAS VARIEDADES
Una de las mayores ventajas de injertar marihuana es que te permite cultivar múltiples variedades en una sola planta. Esto resulta útil si quieres probar nuevas variedades que aún no conoces muy bien. En lugar de tener que cultivar una planta entera de la nueva variedad, simplemente puedes sacar un vástago o una plántula e injertarla sobre un pie. A partir de ahí, puedes dejar que la variedad se desarrolle hasta la cosecha y probarla antes de decidir si vas a incluirla en tu cultivo. Esto también es muy ventajoso para quienes tengan un espacio de cultivo limitado.
CÓMO INJERTAR MARIHUANA
Los injertos suelen dejarse para las manos más expertas. Pero no hay ningún motivo por el que los nuevos cultivadores no puedan probarlo en casa y obtener buenos resultados. De hecho, si alguna vez has intentado reproducir la marihuana por esquejes (o cualquier otra planta), no deberías tener ningún problema con los injertos, ya que son procesos bastante similares.
Aquí tienes cómo injertar marihuana en casa. Asegúrate de leer bien estas instrucciones un par de veces antes de empezar. Injertar es un proceso delicado, y antes de comenzar deberías saber exactamente lo que estás haciendo.
QUÉ NECESITAS
- Bisturí o cuchilla afilada
- Tijeras de podar
- Cinta de injertos o cinta de teflón
- Bolsas de plástico sellables (las bolsas extragrandes con cierre hermético funcionan bien)
- Alambre de jardinería
- Vaso de agua
- Tabla de cortar limpia
- Pulverizador con una solución fertilizante para fase vegetativa (pH 6)
MÉTODO DEL INJERTO DE EMPALME
El injerto de empalme, o de látigo, es sin duda el método más popular para injertar marihuana, al ser muy simple y rápido. Se hace de la siguiente manera:
- Empieza seleccionando un vástago de una planta de marihuana sana. Selecciona también el punto donde quieres hacer el injerto en un portainjertos sano. Tanto el vástago como el pie deberían tener un grosor similar; este es el primer paso para asegurar el éxito de la operación. Solo se deben sacar vástagos de plantas en fase vegetativa.
- Una vez seleccionados, es el momento de prepararlos para la unión. Empieza eliminando la mayor parte de las hojas de la rama a injertar, dejando solo algunas en la parte superior. Haz lo mismo con el pie, quitando la mayor parte de las hojas por debajo del punto de unión. Pero todavía no cortes el portainjertos, ni el vástago de la planta donante.
- Ahora, corta la rama de la planta donante a injertar, usando unas tijeras para podar. Transfiérela enseguida a una tabla de cortar limpia. Coge la navaja y haz un corte en diagonal en la parte inferior del vástago. Este corte en diagonal se realiza para crear una mayor superficie de unión entre ambas partes, para que se combinen correctamente. Una vez hecho, pon el vástago en un vaso de agua mientras preparas el portainjertos. Hazlo rápido; cuánto menos esté expuesto al aire, mejor.
- Ahora, prepara el portainjertos. Ya deberías haber eliminado las hojas de la zona donde vas a injertar. Entonces, con las tijeras de podar corta la rama un poco por encima del punto de unión. A continuación, coge la navaja y haz un corte en diagonal que coincida con el corte hecho en el vástago. Es importante asegurar que los cortes sean lo más idénticos posibles, para garantizar el éxito del injerto. Pasa rápidamente al punto número 5.
- Una vez cortado el portainjertos, tienes que actuar rápido. Coge el vástago del vaso de agua, y pulveriza ambos cortes con un poco de solución fertilizante. A continuación, une las dos partes de manera que coincidan, prestando especial atención al tejido interior de la rama. Ambas ramas deben coincidir lo máximo posible, para que puedan unirse bien. Si los cortes no se corresponden entre sí, vuelve a meter el vástago en agua rápidamente, y ajusta el corte en el pie, para intentar unirlos de nuevo.
- Cuando hayas conseguido que ambas ramas se correspondan, presiónalas firmemente y usa la cinta de injertos/teflón para que queden bien unidas. Empieza sujetando las ramas con un trozo de cinta más pequeño. Después, da varias vueltas al corte con un trozo de cinta más grande. Esto impide el paso de la luz y el aire, a la vez que ayuda a que las partes se fusionen adecuadamente, pero la cinta debería retirarse unos días después de que hayas confirmado que el injerto ha arraigado.
- A continuación, coge un poco de alambre de jardín y enróllalo de forma entrecruzada alrededor del punto de unión, para fortalecerlo aún más. Empezando por abajo, el alambre debería ir enrollado desde un punto ligeramente inferior al corte, hasta un punto un poco por encima de él.
- Pulveriza un poco de solución fertilizante en la bolsa de plástico, y colócala sobre la rama injertada, sellando casi completamente el cierre hermético (hay que dejarla ligeramente abierta para que la rama pueda respirar). Esto crea el ambiente ideal para la propagación. Asegúrate de que la bolsa no entre en contacto con las hojas que has dejado en la parte superior del vástago.
CREANDO EL AMBIENTE PERFECTO PARA INJERTAR
Como podrás imaginar, hacer un injerto supone un gran estrés para el portainjertos y el vástago. Al fin y al cabo, no es exactamente una forma de propagación muy “natural”. Por tanto, tendrás que garantizar que el ambiente sea el adecuado para las necesidades de la nueva planta, que será realmente frágil.
Para empezar, deja las luces encendidas las 24h, de forma continua, hasta que veas nuevo crecimiento vegetativo en el injerto. A partir de aquí, puedes reducir las luces progresivamente a tu ciclo habitual. Si es posible, intenta usar fuentes de luz suaves (las T5 de 110W son perfectas, pero también puedes usar otras luces suaves).
ESCOGER LAS VARIEDADES ADECUADAS PARA INJERTARLAS ENTRE SÍ
Injertar puede ser algo difícil, ya que no todas las especies de plantas son compatibles entre sí. Pero, por suerte, esto no supone ningún problema en cuanto a la marihuana, ya que todas las cepas de cannabis derivan de la misma familia botánica y deberían poderse injertar.
Pero lo que debes tener en cuenta al injertar marihuana son los tiempos de floración. Asegúrate de injertar variedades que tengan fases de floración similares. Si no lo haces, puede que tengas problemas con deficiencias nutricionales, ya que las plantas en floración tienen diferentes necesidades nutricionales que las plantas en fase vegetativa.
Más allá de esto, realmente injertar no es tan difícil. Lo único que requiere es un proceso adecuado (como el que hemos descrito previamente), paciencia y un poco de práctica. Así que inténtalo, ¡y ponte a injertar hoy mismo!