.
Fumar hierba con la familia: pros, contras y qué esperar
Si eres un fumeta que viene de una familia de fumetas, fumar hierba con tus padres puede convertirse en todo un ritual cuando llegues a la edad legal.
Fumar con miembros de tu familia es una experiencia que puede ser extraña pero apreciada a la vez y que por lo general termina siendo bastante agradable, aunque con algunos inconvenientes algo vergonzosos en muchas ocasiones. Una encuesta realizada en 2015 reveló que 1 de cada 10 estadounidenses es consumidor habitual de cannabis (es decir, que la consumen 6 o más veces al año). De estas personas, el 47% aseguran haberla consumido delante de sus hijos o haberla compartido con ellos, o ambas.
LOS PROS
En Royal Queen Seeds somos optimistas por naturaleza, así que vamos a empezar con la parte buena. Si sois padres, fumar con vuestros hijos (adultos) puede parecer extraño y hasta podría ir contra el sentido común, además de convertirnos en una mala influencia. El alcoholismo y otras drogas son un problema, sin embargo, cuando se trata de fumar con tus hijos, es un tema diferente
La mayoría de las veces, es una experiencia que creará un entorno de confianza y abrirá las líneas de comunicación entre las personas. "Si vas a fumarte un canuto, hazlo con ellos", anima el inversor y filántropo británico Richard Branson durante su discurso de apertura en el Sage Summit realizado en el McCormick Place de Chicago. "No dejes que se escapen y lo hagan por su cuenta".
Otra ventaja que mucha gente experimenta al fumar hierba con familiares es estrechar los lazos. Desde compartir una vieja historia del pasado, aprender nuevas técnicas para fumar o trucos para liar, o simplemente echarte unas risas por un chiste que nunca habías escuchado. Esto crea de forma simultánea una sensación de juventud en los más mayores y de madurez en los más jóvenes. Los más jóvenes se sentirán libres y con confianza, mientras que los padres se verán más aceptados por sus hijos.
LOS CONTRAS
Mucha gente no llega a experimentar la parte negativa, aunque suele ocurrir más habitualmente entre quienes no disfrutan fumando con sus padres. Para muchos, sobre todo los que han crecido con padres más conservadores o estrictos, colocarse juntos es una línea que nunca cruzarán con comodidad.
Independientemente del trato cercano que tengas con tu familia, seguramente hay ciertas cosas que no quieras decirles sobre ti mismo, y esto es algo que sí harías con un amigo. Como a mucha gente le pasa cuando fuma, tienden a sentirse muy cómodos y con facilidad de expresarse (tal vez demasiado) cuando están de subidón, así que esto podría crear situaciones complicadas.
Los padres pueden plantarle cara a algunos de sus problemas cuando deciden compartir una sesión de fumada con sus hijos. Además de las incomodidades citadas anteriormente, los padres suelen ser juzgados por fumar, pero especialmente si lo hacen con sus hijos. Esto hasta sucede en lugares donde el cannabis es legal para consumo recreativo.
¿QUÉ OPINAN LOS FUMETAS DE ESTO?
Hemos recogido algunas opiniones de varios fumadores que conocemos y algunos de internet para hacernos una idea de lo que piensa la gente sobre este tema:
"Duró todo sobre unos tres minutos, fue muy raro y no hemos vuelto a hablar de ello", así describe Eric, de 26 años, sobre la primera y única vez que fumó hierba con su madre. "No lo disfruté. Creí que sería divertido, pero no es una parte de nuestra vida que necesitemos compartir".
Otros sí disfrutaron más de la situación, como Lindsay de 25 años, quien dijo que fumar hierba con sus padres hizo que los viera más reales. "Con la hierba surgieron historias sobre cómo solían ser antes de tener hijos", dijo. "Antes nos ocultaban esa parte de ellos. Ahora creo que empezaron a vernos como adultos".
Steven, estadounidense de 27 años, tiene pensamientos similares. "Normalmente, tus padres se ven obligados a tomar el rol maduro del tutor, pero cuando estás colocado, tus filtros se rebajan", dice. "Es maravilloso estar en el mismo estado mental que tus padres y tener una conversación real sin que ningún tema esté fuera de los límites".
Melissa Etheridge, cantante, compositora y madre, tuvo una visión alegre y positiva de su experiencia. "Al principio fue divertido, después se dieron cuenta de que era algo muy natural, algo para hacer al final del día... Te acerca mucho más. Prefiero fumar con mis hijos adultos que tomar una copa".
¿CUÁL ES EL PASO SIGUIENTE?
Es el momento de que le digas a tu familiar (ya sea tu hijo, padre, madre, tía, hermano, etc.) que llegó el momento de hacer planes para fumar juntos lo antes posible. Por supuesto, nadie garantiza el éxito de esta actividad, pero hay ciertos escenarios que asegurarán que la información será mejor recibida. Es mejor que prepares varias razones buenas y que inciten a pensar como respuesta a los motivos por los que fumas antes de que llegue esa conversación (asegúrate que sean respuestas mejores que el clásico "porque me gusta").
La reacción de tu familiar también dependerá en gran medida de tu situación actual en la vida y de cómo de saludables sean tus hábitos de fumar. Si no tienes trabajo, vives en la inmundicia, y no haces nada más que sentarte a fumar, lo más probable es que a tu familiar no le interese ni encender el mechero contigo, a pesar de que ellos también lo hagan en su tiempo libre.
Resumiendo, hay que analizar cada caso de forma particular. Así que primero da un paso atrás para ver la situación desde un punto de vista global, y si las probabilidades están a tu favor, pídele a tus parientes que fumen contigo en la próxima comida al aire libre o reunión familiar. Quién sabe, puede que te acaben sorprendiendo.