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Etapas de un colocón
Cuando la gente dice que les encanta “colocarse”, ¿a qué se refieren exactamente? Estar de colocón no es algo unidimensional, sino una experiencia con varias fases. En este artículo analizamos las diez etapas de un subidón.
Como muchas personas pueden confirmar, colocarse es genial. Sin embargo, el colocón es un estado muy variado en el que influyen factores tanto internos como externos, algunos de los cuales quedan fuera de nuestro control. Un subidón produce unos efectos bastante generales, y muchos de ellos suelen seguir una trayectoria similar.
Vamos a profundizar un poco más en esto.
¿Qué tipo de subidón experimentas?
Cada persona experimenta los subidones de una forma ligeramente distinta, algo que en gran parte se debe al tipo de hierba y al método de consumo elegido. Si te fumas un porro con una sativa de potencia media mezclada con tabaco, es posible que consigas un buen puntillo. Pero si te das un atracón de dabs con una índica pura con un nombre como “Demonio abrasador”, podrías pasarte el resto del día luchando contra el apalancamiento.
También existen diferentes “tipos” de fumetas en cada grupo de amigos. El que se vuelve callado y retraído, el que no se puede parar de reír, y el que nunca se sabe si está colocado o no.
El método de consumo también influye en el tipo de subidón que se experimenta, y en este artículo vamos a centrarnos en el colocón que produce fumar, ya que seguramente sea el más habitual.
Las 10 fases de un colocón
A pesar de estas variables, es posible establecer unas pautas aproximadas de las etapas de un colocón. Piensa en ello como en un viaje en tren; puede que no pare en todas las estaciones, pero están ahí. Al final del trayecto podrías despertarte con la boca seca y sin saber qué ha pasado. Todo eso forma parte del viaje.
Vamos a echar un vistazo a las 10 etapas que te encontrarás en un recorrido típico por el mundo cannábico.
Etapa 1: Expectación
La primera etapa del colocón es la expectación que se siente por lo que está por venir. Ni siquiera has fumado tus cogollos, pero ya sospechas cómo te van a hacer sentir, y sabes que su fuerte aroma refleja su potencia. Te preguntas cosas como: “¿He llenado el porro demasiado?”, aunque lo más probable es que ya estés pensando en liar el siguiente.
Etapa 2: Saborea la hierba
El sabor y el olor de la marihuana se suman a la experiencia. Cuando enciendes un canuto, los sabores y aromas del cannabis cobran vida en tu paladar. El humo penetra en tu cavidad nasal y viaja rápidamente hacia los pulmones. Ahora es cuando empiezas a relajarte, incluso antes de que la hierba haya hecho efecto.
Etapa 3: Ese momento de claridad
La aventura ha comenzado, y estás a punto de experimentar baches y curvas en el camino. Llegará un momento en que la neblina se disperse y percibas ese hormigueo inicial tan revelador. Sentirás alegría y bienestar, y puede que hasta alivio ante la aparición de esas sensaciones tan familiares. Has llegado al punto de no retorno. El THC ha atravesado la barrera hematoencefálica, y no hay marcha atrás.
Etapa 4: Energía, concentración y conciencia
A menudo experimentarás una sensación de euforia desde el instante en que la hierba empieza a hacer efecto. Ese entusiasmo podría ser la respuesta a las propias sensaciones físicas, o a la expectación de lo que te espera. El mundo te parecerá más atractivo e interesante que cinco minutos antes.
Es posible que te sientas desbordado/a con un montón de preguntas, pensamientos y la necesidad de dar la brasa a tus amigos con tus opiniones y sabiduría recién adquiridas. O puede que te entre la risa nerviosa y que todo te parezca cada vez más gracioso a medida que el peso del mundo real va desapareciendo de tus hombros. Podrías incluso quedarte “en babia” y tener que obligarte a dejar de mirar fijamente. La música, la televisión y otras personas serán de repente mucho más amenas.
Etapa 5: Hora de relajarse
Una de las etapas más agradables para mucha gente. Estás relajado/a y a gusto con tus pensamientos, y no sufres paranoias mentales. Puedes tumbarte cómodamente en el sofá con una manta y sumergirte en una película. Te sientes genial, tanto si te duermes como si acabas viendo una serie completa, y tienes todo lo que necesitas en ese momento.
Ahora es también cuando suelen atacar los munchies; de repente, todo te sabe exquisito. Cuando prepares unos crepes con patatas fritas y los adereces con kilos de mantequilla de cacahuete, te preguntarás por qué tus habilidades culinarias aún no han sido reconocidas internacionalmente.
Etapa 6: La hora de la verdad
Tu cuerpo está sintiendo todo el efecto del THC, y podrías experimentar una sensación de estrés. Esto puede ocurrir muy pronto entre los novatos y personas con una tolerancia baja, y suele venir acompañado de confusión, paranoia y ansiedad. Si te ocurre, trata de recordar que es una sensación pasajera.
Ya no hay duda de que estás colocado/a; te encuentras en el ojo del huracán. Haz lo que tengas que hacer para sentirte a gusto hasta que se te pase. Si puedes dormir, hazlo. La comida también sienta muy bien en estos casos. Toma algo rico y azucarado para conservar la energía y distraerte.
Etapa 7: El punto máximo
Una vez que has alcanzado el punto máximo del colocón, el nivel de THC de tu cuerpo empezará a estabilizarse lentamente, y podrás disfrutar de unas sensaciones intensas e introspectivas. Supongamos que tu creatividad está fluyendo, o que quieres hacer las tareas de casa; en este momento es cuando predominan las características individuales de cada variedad. Una mayor concentración podría hacer que muestres introversión, que dejes de hablar o que adoptes una actitud reflexiva, mientras dedicas tu tiempo a pensar o a realizar la tarea que tienes entre manos.
Etapa 8: Compartir es vivir
Poco a poco empezarás a regresar al mundo que te rodea. Es posible que sientas la necesidad de reconectar con tus amigos para compartir tus pensamientos e ideas y reflexionar con ellos. Este puede ser uno de los momentos más significativos para crear lazos con personas de ideas afines. Estos son tus colegas, y os entendéis los unos a los otros. Estáis en sintonía.
En este momento, el THC está desapareciendo de tu cuerpo y siendo reemplazado por una sensación de malestar. Este es el punto en el que se suele proponer liar otro porro, especialmente dentro de un grupo en el que se están debatiendo los sentimientos y buscando otro subidón.
Etapa 9: Descompresión
A medida que el subidón va desapareciendo podrías sentirte desorientado/a. Es una sensación inconfundible que deja claro que el viaje está a punto de terminar. Puede que solo haya pasado una hora desde la primera calada, pero podrías sentir mucha sed o cansancio. Lo ideal es que el colocón se desvanezca gradualmente y que te sientas un poco mareado/a pero plenamente consciente. Si experimentas un “bajón” desagradable o confuso y te sientes mal, intenta descansar un poco.
Etapa 10: Reiniciar y repetir
Las etapas de un colocón no siempre siguen el mismo orden. Es posible que experimentes momentos pasajeros de hambre, reflexión y risas. Las sensaciones te resultarán familiares, pero quizás no en ese orden. Esto dependerá de muchas variables: estado de ánimo, entorno, método de consumo, compañía, etc.
Prepárate para estos ciclos repetitivos y déjate llevar. Para muchas personas, la mejor forma de conseguirlo es fumar otro porro.
RQS destaca la importancia de consumir hierba de forma responsable.Aunque muchas personas consumen marihuana con frecuencia sin problemas, algunas podrían desarrollar comportamientos negativos. Creemos que el cannabis debe mejorar la vida de la gente, no empeorarla.
Un consumo responsable consiste en limitar su ingesta a las personas adultas, no conducir vehículos ni operar maquinaria bajo sus efectos, y hacer un esfuerzo para resistir el consumo excesivo.
Stay Cultivated.