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¿Cómo puede aumentar las cosechas de marihuana el déficit de presión de vapor (DPV) ?
El déficit de presión de vapor, o DPV, es la diferencia entre la humedad del espacio de cultivo y la humedad que en teoría podría haber en el aire. ¿Por qué debería preocuparse por esta variable alguien que quiere cultivar los cogollos más pegajosos posibles? ¡Porque puede ayudarte a conseguir cosechas aún más abundantes!
Los cultivadores de interiorestán acostumbrados a controlar y regular la temperatura y la humedad de un cultivo, pero ¿has oído hablar del déficit de presión de vapor? Está estrechamente relacionado con esas dos variables y centrarte en él podría llevar tus cosechas al siguiente nivel. Descubre todo lo que debes saber a continuación.
Índice:
- ¿Qué es el déficit de presión de vapor (dpv)?
- ¿Por qué es importante el déficit de presión de vapor?
- ¿Cómo afecta el déficit de presión de vapor al crecimiento y la productividad de las plantas?
- Cómo calcular el déficit de presión de vapor
- Gráfico del dpv para el cannabis
- Cómo modificar el dpv de tu entorno de cultivo
- ¿Deberías centrarte en el dpv para conseguir un desarrollo óptimo de tus cogollos?
¿Qué es el déficit de presión de vapor (DPV)?
Si cultivas marihuana en interior, serás consciente del grado de control que debes tener sobre las distintas variables ambientales. A diferencia de cuando se cultiva en un jardín, el entorno artificial de un armario de cultivo te permite controlar casi por completo factores como la temperatura, la humedad, la intensidad de la luz, el riego, etc.
Si mantienes todas estas variables dentro de los rangos adecuados, tus plantas disfrutarán de buena salud y podrás conseguir cosechas de una calidad excelente. Sin embargo, es posible que los cultivadores con más experiencia que lean este artículo, se den cuenta de que falta un aspecto clave: el DPV.
El déficit de presión de vapor, es otro parámetro que se pueden manipular para potenciar el crecimiento de las plantas. Una vez que entiendas qué es y sepas cómo aplicarlo, podrás mejorar aspectos fundamentales como la absorción de nutrientes y la productividad.
Así que, ya sabes que puedes influir en el DPV y conoces algunas de sus ventajas, pero ¿qué es exactamente? En pocas palabras, es una forma de medir el poder de deshidratación de la atmósfera dentro del entorno de cultivo, que puede influir en la tasa de transpiración de tus plantas de marihuana.
Más concretamente, el DPV es la diferencia entre la humedad que hay en el aire en un momento determinado y la humedad que en teoría podría haber en el ambiente del espacio de cultivo. Estos dos factores están representados por la humedad relativa y la presión de vapor saturado (PVS), respectivamente. Podría parecerte un asunto trivial, pero puede influir notablemente en la salud y productividad de tus plantas de cannabis.
¿Por qué es importante el déficit de presión de vapor?
Incluso los cultivadores de los grandes centros de cultivo tienen dificultades para controlar el DPV con precisión. Pero si lo tienes en cuenta y haces todo lo posible para ajustarlo correctamente, ayudarás a que tus plantas se desarrollen mucho mejor. El DPV se ha convertido en un tema de interés para los horticultores porque puede estimular la transpiración de las plantas y hacer que disminuya.
La transpiración es la pérdida de agua a través de las hojas. Este proceso puede parecer básico, pero influye mucho en la fisiología y la salud de las plantas. Si alguna vez has cultivado algo, desde cannabis hasta zanahorias, sabrás que necesitan mucha agua. Pero las plantas no retienen la mayor parte del agua que absorben del suelo. De hecho, pierden alrededor del 99% a través de sus hojas por medio de la transpiración. Sin embargo, en realidad no la desperdician del todo, sino que, en cierto modo, les ayuda a mantenerse con vida.
La transpiración de las hojas crea una presión negativa cuya intensidad puede variar enormemente en función de la humedad relativa externa (HR); una HR alta se traduce en una presión negativa más débil, mientras que una HR baja produce un aumento de dicha presión. Esta presión crea una especie de fuerza que impulsa el agua hacia arriba a través de los vasos del xilema (los tubos que transportan el agua y que forman parte del sistema vascular de las plantas). La circulación constante del agua a través de las plantas las mantiene erguidas y turgentes, y también transporta nutrientes y agua desde las raíces hasta el dosel.
Por lo tanto, la transpiración mantiene las plantas vivas y les ayuda a desarrollarse bien, y el DPV influye mucho en este proceso fisiológico. Debido a que los cultivadores pueden controlar hasta cierto punto el DPV, tienen la capacidad de influir en la salud y la productividad de sus plantas modificando esta variable. Antes de profundizar en cómo se modifica el DPV, vamos a ver sus ventajas para el cultivo de cannabis.
¿Cómo afecta el déficit de presión de vapor al crecimiento y la productividad de las plantas?
Antes de adentrarnos en el mundo de los gráficos del DPV y las técnicas de modificación, descubre por qué deberías modular el déficit de presión de vapor.
Fotosíntesis
Un déficit de presión de vapor excesivamente alto en el espacio de cultivo hará que tus plantas cierren los estomas. Este mecanismo de protección evitará que pierdan demasiada agua y reducirá la peligrosa tensión del agua dentro del xilema. Sin embargo, la fotosíntesis se verá afectada[1] por el cierre de los estomas, dado que estos pequeños orificios en la superficie de las hojas son el punto de entrada del dióxido de carbono que necesitan las plantas para crear azúcares. Una fotosíntesis limitada se traduce en menos energía y en un crecimiento y productividad reducidos.
Absorción de nutrientes
El impulso de la presión negativa que se crea en la superficie de las hojas durante la transpiración produce un efecto dominó en la zona de la raíz, provocando un enorme flujo[2] de nutrientes hacia la misma. Por lo tanto, la transpiración desempeña un papel importante en la obtención de nutrientes. Curiosamente, la tasa de transpiración depende en gran medida del DPV. Una HR baja y un DPV alto reducen la transpiración, mientras que una HR alta y un DPV bajo producen el efecto contrario.
Prevención de enfermedades
El control del déficit de presión de vapor implica controlar la humedad relativa dentro del espacio de cultivo. Indirectamente, esto ayuda a minimizar el riesgo de que las plantas sufran enfermedades, por medio de dos mecanismos distintos. Durante la fase de floración, las plantas maduras son muy propensas a sufrir infecciones fúngicas que pueden arruinar toda la cosecha. El mantenimiento de un DPV alto, y por lo tanto una humedad baja, puede ayudar a reducir las probabilidades de que se produzca una infección por patógenos. Sin embargo, al comienzo del ciclo de cultivo, es mejor contar con una HR alta y un DPV bajo. Esto aumenta la transpiración y la absorción de nutrientes, lo que ayuda a prevenir deficiencias que también aumentan las probabilidades de que las plantas enfermen.
Regulación de la temperatura
La temperatura y el DPV están estrechamente relacionados y comparten una correlación positiva[3]; las temperaturas altas se asocian a un DPV alto y, por lo tanto, a una HR baja. El mantenimiento de un DPV óptimo en el momento adecuado del ciclo de cultivo ayuda a reducir la temperatura de la superficie de las hojas. Al intentar controlar el DPV, se puede reducir la pérdida excesiva de agua, y las señales, síntomas y consecuencias del estrés térmico.
Optimización de la producción
Un DPV adecuado durante todo el ciclo de cultivo se traduce en una mejor salud, crecimiento y desarrollo de las plantas. Lógicamente, esto resulta en mejores cosechas. Al ser una importante variable ambiental, el DPV no solo ayuda a conseguir cosechas más abundantes[4], sino que además hace que las plantas crezcan y florezcan más rápido. Manipular el DPV te ayudará a desbloquear el verdadero potencial genético de todas las variedades de marihuana que cultives.
Cómo calcular el déficit de presión de vapor
Para determinar esta cifra, se debe realizar un cálculo con dos variables. Primero, hay que conocer la presión de vapor saturado (PVS) (la cantidad máxima de agua que puede haber en el aire dependiendo de la temperatura).
A continuación, hay que medir la humedad relativa del espacio de cultivo (la cantidad de humedad que hay en el aire en ese momento), también conocida como presión de vapor real. Cuando tengas ambas cifras, simplemente deberás calcular la diferencia entre las dos. Esta operación se realiza utilizando una unidad de presión conocida como kilopascales (kPa), y tendrá este aspecto:
DPV (kPa) = presión de vapor saturado (kPa) − presión de vapor real (kPa)
A la hora de realizar este cálculo, deberás tener en cuenta que la presión de vapor saturado de un espacio de cultivo cambia en función de la temperatura del aire. Si colocas un higrómetro en tu espacio de cultivo, podrás medir de forma constante tanto la temperatura como la humedad relativa. Y una vez que tengas esas cifras, usa la siguiente tabla para calcular fácilmente el DPV.
Gráfico del DPV para el cannabis
Después de recopilar la información con ayuda del higrómetro digital, pon las cifras en el gráfico de abajo para conocer el DPV de tu espacio de cultivo.
DPV ideal para la fase vegetativa
Si ya tienes experiencia cultivando marihuana, sabrás que las plantas responden mejor a ciertas variables e insumos en las distintas fases del ciclo de cultivo. Por ejemplo, las plantas prefieren un nivel de nitrógeno alto durante la fase vegetativa, y más fósforo y potasio durante la floración. De forma parecida, las plantas fotoperiódicas necesitan ciclos de iluminación más largos para permanecer en la fase vegetativa, y periodos más cortos de exposición a la luz para empezar a florecer.
Del mismo modo, tus plantas preferirán diferentes niveles de DPV en función de su madurez y fase de cultivo. Todos los cultivos comienzan con un esqueje o una semilla. Independientemente de cómo vayas a empezar tu próximo cultivo, ten en cuenta que las plantas jóvenes crecen mejor con un rango de DPV de 0,4-0,8 kPa. Estas cifras bajas reflejan un nivel de humedad alto que ayuda a las plantas jóvenes a establecer unos sistemas de raíces saludables. Este entorno reducirá la transpiración y evitará que los esquejes y las plántulas pierdan demasiada agua.
Después de la fase de plántula, deberás mantener un DPV de 0,8-1,2 kPa. Esto ayudará a que tus plantas desarrollen un buen equilibrio en lo que respecta a la transpiración. Tendrán suficiente humedad para desarrollarse adecuadamente y sin problemas relacionados con la humedad.
DPV ideal para la fase de floración
Las plantas necesitan diferentes rangos de DPV durante la floración. Cuando veas que tus plantas empiezan a producir cogollos, trata de mantener un rango de 1,0-1,2 kPa. Esto potenciará la transpiración sin dejar que la humedad aumente demasiado como para incrementar el riesgo de que aparezcan patógenos fúngicos. De esta forma, podrás optimizar el desarrollo de los cogollos y prevenir las enfermedades.
Durante la mitad y el final de la fase de floración, tendrás que modificar el DPV hasta que esté dentro de un rango de 1,4-1,6 kPa. El mantenimiento de esta variable ayudará a que tus cogollos terminen de madurar y combatan las amenazas fúngicas. Esto llevará a tus plantas al borde de una transpiración excesiva (un estado en el que se secarán demasiado). Intenta que el DPV no supere los 1,6 Kpa.
Cómo modificar el DPV de tu entorno de cultivo
Ya sabes qué es el DPV, cómo afecta a las plantas de marihuana, y conoces sus rangos ideales para las distintas etapas del cultivo. Pero estos conocimientos no te servirán de nada si no sabes cómo ajustar el DPV. A continuación, te mostramos las formas más fáciles de controlar esta variable.
Ajusta la humedad relativa
Como has visto en la tabla anterior, la humedad relativa influye mucho en el DPV. De todas las variables necesarias en un cultivo interior, la humedad es una de las más fáciles de modificar. Simplemente instala un humidificador y/o deshumidificador en tu espacio de cultivo, teniendo en cuenta el clima de tu zona. También puedes colocar cúpulas de humedad sobre las plántulas y los esquejes para mantener una humedad alta.
Controla la temperatura
La temperatura también influye en el DPV, ya que determina la presión de vapor saturado, y se puede controlar de forma constante comprobando con frecuencia el termohigrómetro digital. Si necesitas ajustarla, tienes varias opciones: con aire acondicionado, radiadores o ventiladores.
Invierte en reguladores del DPV
Si quieres que tu cultivo sea más sofisticado, conecta el sistema a un regulador y a un sensor para que ajusten automáticamente la humedad y la temperatura. Puedes comprarlos por separado y conectarlos, o invertir en un regulador especial para el DPV.
Mantén una ventilación adecuada
El flujo de aire adecuado variará en función del rango de DPV que necesites. Pero asegúrate de que tus plantas tengan al menos una ventilación mínima durante todas las fases del ciclo de cultivo, con ayuda de ventiladores y extractores. Esto mantendrá el intercambio de aire fresco y evitará que la humedad sea excesivamente alta.
Experimenta con diferentes variedades
Los factores ambientales desempeñan un papel muy importante en el cultivo de marihuana, pero también lo hace la genética de las plantas. Descubrirás que las diferentes variedades responden de maneras distintas a unos rangos de DPV similares. Es posible que algunas crezcan mejor con un rango que te resulte más fácil de mantener, mientras que otras podrían requerir de un mayor esfuerzo por tu parte. Cultiva tus genéticas favoritas y comprueba cómo influye el DPV en el resultado.
Lleva un registro de toda la información
Asegúrate de llevar un registro de todo a medida que experimentas; no solo de las variables directamente relacionadas con el DPV, sino también de la intensidad de la luz y los fertilizantes. Si encuentras una rutina que funciona bien y produce resultados excelentes con una determinada variedad, ¡no querrás que se te olvide!
¿Deberías centrarte en el DPV para conseguir un desarrollo óptimo de tus cogollos?
Sí y no. Perdón por la respuesta ambigua, pero dependerá del momento en el que te encuentres en tu trayectoria general de cultivo de cannabis. Si solo has cultivado un par de plantas, sigue centrándote en los conceptos básicos; no te pierdas en temas complicados y espera a tener más experiencia.
Si ya tienes experiencia y quieres probar otras formas de mejorar tus resultados, prueba a concentrarte en el DPV durante tus dos siguientes cultivos. No es una solución mágica, pero podrías conseguir cosechas un poco más abundantes, cogollos más sabrosos y plantas con menos estrés y enfermedades.
- Plant responses to rising vapor pressure deficit https://nph.onlinelibrary.wiley.com
- The importance of nutritional regulation of plant water flux - PubMed https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
- Increased vapor pressure deficit due to higher temperature leads to greater transpiration https://nph.onlinelibrary.wiley.com
- The importance of vapour pressure deficits (VPD) in agricultural plant growth | Farming Connect https://businesswales.gov.wales