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¿Qué es el cultivo de marihuana en vertical?
El cultivo vertical de marihuana no es apto para todo el mundo, ya que requiere mucha más intervención e inversión económica por parte del cultivador. Pero, si ya dominas el arte del cultivo horizontal y te apetece un desafío, hay todo un mundo nuevo que explorar para cultivar marihuana.
Índice:
Montar un cultivo de marihuana en vertical suena casi a ciencia ficción, pero es real. Y no solo es real, sino que puede ser una forma increíblemente eficiente de cultivar hierba, maximizando las cosechas que se pueden obtener en un espacio disponible.
Aunque es eficiente, cultivar hierba en vertical puede ser bastante más complicado que cultivar en horizontal, y debe organizarse adecuadamente antes de intentarlo.
En este artículo, analizaremos diferentes métodos para cultivar marihuana en vertical y mostraremos algunos consejos para quienes quieran intentarlo.
¿Qué es el cultivo vertical?
El cultivo vertical es la práctica de utilizar no sólo el espacio horizontal para cultivar, sino también el espacio vertical. Cuando trabajas con varios metros cúbicos, tienes un espacio realmente grande con el que trabajar en comparación con el trabajo en la misma zona en un plano horizontal.
Un sistema de cultivo vertical consiste en encajar todo lo posible en el espacio disponible. En última instancia, esto se traduce en un mayor rendimiento por metro cúbico.
¿Qué beneficios ofrece el cultivo de marihuana en vertical?
Los sistemas verticales al cultivar marihuana permiten cosechar muchos más cogollos en un determinado espacio cuando llega la cosecha. Realmente, es el único beneficio significativo de un cultivo de marihuana en vertical en comparación con los métodos tradicionales de cultivar en horizontal.
Pero si tienes suficiente espacio y quieres cosechas más grandes, no debes subestimar el beneficio que supone. En un espacio limitado, deberías al menos poder duplicar tu cosecha habitual. Y si tienes una zona de cultivo con un espacio vertical considerable (donde pueden caber tres o más plantas, por ejemplo), podrás conseguir cosechas mucho más grandes que si cultivas pegado al suelo.
Dependiendo de los métodos verticales que se utilicen, también se pueden obtener otros beneficios. Por ejemplo, si cultivas con un sistema de torre, la fase vegetativa será más corta, lo que significa que puedes cultivar varias veces en un año. En segundo lugar, como se trata de un método de cultivo hidropónico (o aeropónico), puedes rociar el fertilizante directamente sobre las raíces, algo más eficiente que fertilizar las plantas en suelo.
¿Qué desventajas supone cultivar marihuana en vertical?
Para muchas personas, las desventajas de un sistema vertical pueden superar los beneficios. Aunque los sistemas verticales permiten cultivar grandes cantidades de hierba, requieren una mayor intervención por parte del cultivador y más tiempo en comparación con el cultivo horizontal en suelo.
Una desventaja importante de un sistema vertical es que suelen ocupar mucho espacio, que muchas personas podrían no tener.
Además, un sistema de torre es una configuración hidropónica bastante técnica que requiere mucho trabajo y cuidados, y es probable que salga mal si se cometen errores. Sin embargo, un cultivo vertical apilado evita algunos de estos problemas.
Por último, la iluminación puede ser un problema al cultivar en vertical. Como las plantas superiores van a bloquear la luz del techo, tendrás que usar tubos de luz verticales para poder iluminar todas las plantas. Además de ser un material más especializado y caro, es completamente nuevo. Si estás pensando en montar un cultivo en vertical, es probable que ya hayas cultivado varias veces y que, por tanto, ya tengas unas luces. Un cultivo vertical requiere invertir en un equipo completamente nuevo.
Dos tipos de técnicas verticales para cultivar marihuana
Aunque cada una de ellas tiene sus propias versiones, existen dos formas generales a la hora de montar un cultivo vertical de marihuana. En uno de ellos, básicamente hay que ir apilando varios cultivos horizontales, uno encima de otro (es el método más simple), mientras que el otro se enfoca en una verdadera verticalidad.
Sistemas de cultivo vertical apilados
Un cultivo apilado implica crear un sistema de estantes. En cada estante habrá plantas de marihuana, y la cantidad de estantes estará determinada por la altura del espacio disponible y del tamaño final que tendrán las plantas.
Este método es mucho más parecido a cultivar de forma tradicional y puede incluso usarse con macetas y tierra. Por este motivo, es el primer paso que suelen dar quienes empiezan a cultivar en vertical.
Como con este método no se pueden colgar luces, tendrás que comprar tubos de luz verticales, que iluminan las plantas desde los lados. Uno de los beneficios que supone esto es que es más fácil iluminar uniformemente toda la planta, en lugar de concentrar la luz solo en la parte superior.
Aunque se trata de un método que puede ser bastante básico, lo cierto es que se puede automatizar en cierta medida, como añadiendo un sistema de riego automático. Esto es debido a que, probablemente habrá bastantes plantas, y acceder a todas puede ser complicado.
Verdaderos sistemas de cultivo vertical
En un verdadero cultivo vertical, o sistema de torre, se utiliza un cilindro alto a partir del cual crecen las plantas. Con este método, las plantas se ponen en el costado del cilindro y crecen hacia arriba.
En casi todos los casos, será una configuración hidropónica o aeropónica, y requerirá del cuidado y la atención necesarios.
Aunque es caro y complejo al principio, un sistema de torre puede ofrecer un medio de cultivo muy eficiente, en términos de espacio. De nuevo, si optas por utilizar este tipo de configuración de cultivo, hará falta iluminación vertical.
Cómo cultivar marihuana en vertical
Ahora que conoces los dos sistemas básicos, te daremos algunos consejos para conseguir buenas cosechas en caso de que quieras optar por este método de cultivo.
Elige la variedad adecuada
Como quieres maximizar tu espacio y cultivar todas las plantas que sea posible con una copa uniforme, lo primero a tener en cuenta es el tipo de variedad que quieres cultivar.
Al igual que con los cultivos en SOG, las variedades de dominancia índica o híbridas se adaptan mejor a este tipo de cultivo que las sativas, que son más altas. Necesitas plantas que crezcan poco y en poco tiempo, y que no se estiren ni alarguen demasiado en el espacio que tienen. Además, la fase de floración debe empezar lo antes posible para que mantengan una altura manejable. Y también es buena idea optar por variedades resistentes a enfermedades, ya que suponen una amenaza común en los cultivos verticales.
Planifica tu cuarto de cultivo en consecuencia
Con esto nos referimos a dejar suficiente espacio alrededor de los estantes para todos los tubos, el movimiento del aire y el acceso a la zona de trabajo. Por supuesto, quieres maximizar las cosechas y poner todas las plantas que sea posible en una habitación, pero no debes olvidar que la habitación también debe ser funcional para ti como cultivador.
Esto significa que las bandejas de cultivo deben retirarse regularmente para limpiarlas y sustituirlas. Si no dejas suficiente espacio para este tipo de tareas de cultivo, tu sistema vertical puede volverse frustrante en muy poco tiempo.
Elige el sistema de iluminación correcto
Necesitas una luz que pueda penetrar por toda la copa de manera uniforme y a poca distancia. Aunque existen varias opciones para dichas luces, las mejores son sin duda las LED, debido a la bajísima cantidad de calor que emiten. Los LED tienen las mejores opciones de espectro de luz (a menudo ajustable) para las diferentes fases de crecimiento de la marihuana y son tan potentes como otras fuentes de luz. Evidentemente, el coste inicial suele ser más alto en comparación con las luces HPS o MH, pero los LED son mucho más rentables a largo plazo, y al final supone bastante ahorro en la factura de la luz.
Además de esto, como ya hemos mencionado, tendrás que elegir luces que caigan como un tubo vertical para iluminar a todas las plantas uniformemente.
Mantén limpio el sistema de riego
Al igual que con todos los sistemas de riego automático, los depósitos y las tuberías siempre deben mantenerse limpios para evitar el riesgo de acumulación de sales y la formación de bacterias. Además, debes reemplazar todos los tubos entre el depósito y los grifos cada pocos ciclos para garantizar una entrega limpia de nutrientes.
También tienes que organizar cómo gestionar las aguas de drenaje. La mayoría de las veces, para recolectar cualquier agua residual, bastan los desagües del suelo, pero tu configuración podría requerir bombas y tanques de retención para el agua de drenaje. Este punto suele ignorarse porque puede ser bastante caro, pero si no estás seguro de qué sistema de riego tienes que instalar, consulta a un fontanero profesional y de confianza.
Empieza con lo básico
Si es la primera vez que vas a montar un cultivo vertical, lo mejor es empezar poco a poco. Ya tendrás tiempo de ir ampliando más adelante.
Al principio, no vayas más allá de dos niveles porque ya con eso tendrás bastante trabajo. Por lo general, si usas más de dos niveles, será mucho más difícil cultivar en términos de diseño y funcionalidad. A partir de tres niveles, el cultivo vertical se complica, hace falta material de ventilación y refrigeración mucho más avanzado y, por tanto, más caro. Por último, empezar con lo básico garantiza un entorno de cultivo y trabajo mucho más seguro para poder aprovechar al máximo tu configuración de cultivo.
¿Deberías probar a cultivar marihuana en vertical?
Existen dos tipos de cultivadores que deberían probar a cultivar en vertical: quienes ya dominan el cultivo en horizontal y quieren cosechas más grandes, y quienes están fascinados con el cultivo y buscan nuevos retos.
Sea cual sea la motivación, es importante tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, añadir verticalidad a tu cultivo también añade dificultad y, por tanto, es probable que resulte más complicado de lo previsto, salvo que ya tengas cierta experiencia previa.