.
Cultivar cannabis con prácticas sostenibles
Tanto en cultivos pequeños como a gran escala, cultivar marihuana consume mucha agua y energía, y produce residuos que deben gestionarse de forma adecuada. Por suerte, puedes seguir varios pasos sencillos para que tu cultivo sea más sostenible, minimizando tu impacto en el medio ambiente.
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás cultivar marihuana de forma respetuosa con la naturaleza.
Índice:
Para producir cogollos de alta calidad, las plantas de marihuana necesitan luz natural (o su equivalente artificial), y una irrigación y fertilización adecuadas. Satisfacer estas demandas requiere mucha agua y electricidad, y el proceso genera residuos que pueden impactar negativamente en el entorno local.
Por suerte, hay varias formas sencillas de hacer que tu cultivo de cannabis sea sostenible, reduciendo tu impacto en el medio ambiente.
¿Qué es el cultivo sostenible de cannabis?
En los EE.UU., el cultivo de marihuana consume hasta el 1% de la electricidad de todo el país[1]. En los cultivos de interior legales, la energía usada para producir un kilo de cogollos equivale a la energía usada por un coche para atravesar el país siete veces, según estimaciones. En términos económicos, la factura energética del cannabis legal en los EE.UU. asciende a unos 6000 millones de dólares. En vista de esto, es evidente la necesidad de mejorar la eficiencia energética del cultivo de marihuana.
Podrías pensar que cultivar de forma sostenible solo es importante para las plantaciones a gran escala. Pero incluso en los cultivos pequeños, el coste energético de los extractores, ventiladores y las luces de alta potencia va sumando. Además, los cultivadores caseros también necesitan fertilizar sus plantas y combatir plagas y enfermedades, y usar abonos y pesticidas sintéticos contamina el entorno con sustancias dañinas para el medio ambiente.
Ahí es donde entra en juego el cultivo sostenible o ecológico. La legalización de la marihuana en lugares como Canadá nos ha mostrado que el cultivo de cannabis tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Por suerte, una comunidad creciente de personas y empresas se están esforzando para que el cultivo de cannabis sea más respetuoso con la naturaleza.
Plantar marihuana de forma sostenible consiste en reducir el impacto del cultivo en el medio ambiente. Para ello pueden aplicarse diferentes medidas, desde usar fuentes de energía alternativas para las luces, hasta usar fertilizantes totalmente naturales. Todos estos cambios están a tu alcance, ya seas un cultivador comercial o casero, o cultives en interior o exterior.
Los 4 pilares del cultivo sostenible de cannabis
Para ser más concretos, hay cuatro aspectos principales del cultivo donde puedes aplicar medidas sostenibles.
1. Consumo energético de las luces
A la marihuana le encanta el sol; cuanta más luz reciba una planta, más flores producirá. Por tanto, quienes cultivan en interior necesitan usar fuentes de luz potentes para que sus plantas puedan alcanzar su pleno potencial. En general, los cultivadores usan al menos 530-850 vatios (W) de luz por cada metro cuadrado de canopia. Pero muchos usarán luces de mayor potencia para aumentar al máximo la cosecha.
Obviamente, este tipo de iluminación consume mucha electricidad. Por ejemplo, encender una pequeña luz de 250W durante 18 horas al día (para las cuatro semanas de crecimiento vegetativo) y luego 12 horas al día (para las ocho semanas de floración) requiere aproximadamente 315 kilovatios-hora (kWh) de electricidad. Puede que esto no parezca mucho, pero ten en cuenta que:
- La mayoría de cultivadores de interior optan por usar luces de 300W, como mínimo.
- En la mayoría de cultivos de interior suelen hacerse varias cosechas por año.
Además, es importante señalar que la mayoría de luces de cultivo (incluso las LED) emiten calor cuando funcionan durante un tiempo prolongado. Para evitar esto, los cultivadores suelen instalar ventiladores, extractores y sistemas de aire acondicionado para controlar las condiciones climáticas del cuarto de cultivo. El cálculo que hemos hecho anteriormente no incluye este coste energético, por lo que va subiendo aún más.
2. Consumo energético del control ambiental
Además de la luz, a la marihuana también le gustan las temperaturas cálidas y la humedad moderada. Por tanto, quienes cultivan en interior deben disponer del equipo necesario para controlar el clima del cuarto de cultivo. En la mayoría de casos, este equipo incluye:
- Un sistema de extracción para sacar el aire caliente del cuarto y reemplazarlo por aire fresco.
- Ventiladores para mantener el flujo de aire alrededor de las plantas.
Nota: según el tamaño de tu cuarto de cultivo, así como la cantidad de plantas que estés cultivando y tu ubicación, es posible que también necesites un humidificador y un sistema de aire acondicionado. Pero la mayoría de cultivos caseros pequeños no requieren estos aparatos.
Al igual que con las luces de cultivo, el funcionamiento de todo este equipo requiere mucha energía. Por ejemplo, el extractor estará funcionando 24 horas al día y generalmente consume alrededor de 30W (obviamente, este dato varía según el modelo).
Los ventiladores también estarán encendidos constantemente y cada uno suele consumir alrededor de 20W (los cuartos de cultivo más grandes necesitarán varios ventiladores). Tener encendidos un solo ventilador y un extractor las 24 horas del día durante 12 semanas (4 semanas de crecimiento vegetativo, 8 semanas de floración) equivale a 108 kWh de electricidad.
Estos aparatos para controlar las condiciones climáticas son los segundos mayores consumidores de energía del cultivo, después de las luces. Todo el dinero que puedas ahorrar en este aspecto irá sumando exponencialmente.
3. Consumo de agua
Según un artículo de 2015[2] publicado en la revista BioScience, una sola planta de cannabis cultivada en California en exterior o en invernadero entre junio y octubre consume aproximadamente 22 litros de agua cada día. Obviamente, las plantas cultivadas en interior para consumo personal no utilizan tanta agua. Sin embargo, estas cifras muestran el gran impacto ambiental que puede tener el cultivo de marihuana, especialmente a escala comercial.
La cantidad de agua que necesitan tus plantas variará considerablemente en función de la temperatura del cuarto de cultivo, la cepa que estés cultivando, y la salud y el tamaño de cada planta. En cualquier caso, hacer un uso más eficiente del agua es fundamental para cultivar de forma sostenible.
4. Gestión de residuos
El cultivo de marihuana, como cualquier otro cultivo, produce residuos orgánicos y no orgánicos. Independientemente del tamaño de tu cultivo, es tu responsabilidad deshacerte de estos residuos adecuadamente.
Para los cultivadores comerciales legales, esto a veces implica recurrir a terceros. En los EE.UU., por ejemplo, GAIACA es la primera empresa con licencia completa para gestionar los residuos del cannabis.
Afortunadamente, para el cultivador casero de marihuana, la gestión de residuos es mucho más simple. Cualquier residuo orgánico (como los restos de la planta después de la cosecha) puede ir directamente a la compostera. También puedes reutilizar la tierra fácilmente.
Por otro lado, puede ser un poco más difícil ocuparse del agua de drenaje que contiene fertilizante. Si es una cantidad pequeña, puedes diluirla y usarla en otras plantas de tu jardín. Pero si es una cantidad mayor, la desalinización y los sistemas de ósmosis inversa pueden ayudarte a recuperar parte de esa agua.
Cómo cultivar marihuana en casa de forma sostenible
Como hemos visto, tanto si cultivas comercialmente como si cultivas en casa para consumo personal, te interesa adoptar prácticas sostenibles. Aquí tienes algunos pasos para que tu cultivo de marihuana sea más respetuoso con la naturaleza.
Optimiza el flujo de aire
Este paso es muy simple, pero puede afectar enormemente la eficiencia energética de tu cuarto de cultivo. Mejorar la ventilación beneficia a tus plantas de las siguientes maneras:
- Regulando las fluctuaciones de temperatura y humedad.
- Evitando la acumulación de aire estancado, sin CO₂, que causa bloqueos de nutrientes y atrae plagas y moho al cuarto de cultivo.
- Mitigando el calor generado por las luces de cultivo.
Optimizar la ventilación en el cuarto de cultivo es bastante simple. Lo ideal sería que las plantas recibieran constantemente una brisa suave y agradable, tanto por encima como por debajo de la canopia.
En una instalación pequeña, como un armario de cultivo, un simple ventilador fijado a un soporte o a la pared suele ser suficiente para mover el aire suavemente alrededor de las plantas. Pero, en un cuarto de cultivo más grande, tendrás que instalar ventiladores más potentes en el suelo o la pared; y es posible que necesites varios ventiladores para dirigir el flujo de aire alrededor de las plantas.
Además de los ventiladores, algunos cultivadores utilizan sistemas de extracción para eliminar el aire caliente y estancado de la habitación, y reemplazarlo por aire fresco del exterior. Estos sistemas incluyen un extractor, conductos y un filtro de carbono, que reduce el olor del aire expulsado.
En los cuartos de cultivo pequeños, puedes usar un sistema de ventilación pasiva. En lugar de usar extractores (que funcionan con electricidad), los sistemas de ventilación pasiva utilizan trampillas para permitir, de forma natural, que el aire fresco se mueva hacia el espacio de cultivo.
En un armario de cultivo pequeño, puedes usar 1-2 trampillas y un pequeño ventilador para que haya una ventilación adecuada, sin que el extractor tenga que funcionar constantemente. Pero las instalaciones más grandes necesitan un mayor flujo de aire, por lo que requieren un sistema de ventilación activa.
Ahorra y recicla agua
Otra forma de reducir el impacto ambiental de tu cultivo es ser más consciente del consumo de agua. Hay un par de formas de hacer esto:
- Recoge el agua de lluvia y el agua de condensación del aire acondicionado.
- Si cultivas en tierra, reduce al mínimo la escorrentía y utiliza la ósmosis inversa para reciclar el agua de escorrentía generada a causa del riego.
- Añade perlita y vermiculita a la tierra para mejorar la retención de agua.
- Si cultivas en hidroponía, esteriliza y recicla el agua de tu sistema usando uno de estos métodos.
- Considera la opción de pasarte al cultivo hidropónico o aeropónico. Contrariamente a la creencia popular, estos sistemas utilizan menos agua que los cultivos en tierra.
Al intentar mejorar el uso de agua en el cuarto de cultivo, piensa en lo siguiente:
- ¿De dónde viene el agua? ¿Tienes la opción de recoger el agua de la naturaleza o recuperar el agua de los electrodomésticos de tu casa (como el lavavajillas, la lavadora o la ducha)?
- Cuánta agua das a tus plantas y cuánta agua necesitan realmente.
- Qué hacer con el agua una vez se haya drenado de las plantas.
Prepara un sustrato y pesticidas ecológicos
No creas que el cultivo ecológico de marihuana es más difícil que el cultivo normal. Lo único que necesitas es un sustrato ecológico y sustituir los abonos sintéticos por fertilizantes naturales (como guano o compost). Los resultados de esta mínima inversión realmente valen la pena: la hierba cultivada con métodos ecológicos tiene unos sabores y aromas extraordinarios.
La base de una buena marihuana ecológica es, naturalmente, una buena tierra. Hacer tu propio sustrato ecológico es muy fácil; solo necesitas una tierra base ecológica e ingredientes naturales como perlita, humus de lombriz, harina de pescado y guano.
Para fertilizar tus plantas de forma ecológica, recomendamos usar té de compost. Aunque puedes comprar abonos ya preparados, también puedes hacer tu propio fertilizante usando compost, melaza, kelp líquido e hidrolizado de pescado. El té de compost no solo contiene los nutrientes necesarios para las plantas, sino que además favorece el desarrollo de los microorganismos del suelo, lo que a su vez contribuye al crecimiento de las plantas y las protege contra plagas y hongos.
A la hora de combatir las plagas, los métodos ecológicos también pueden ayudarte. Por ejemplo, el aceite de neem es un pesticida natural utilizado para combatir los ácaros araña, las moscas del mantillo, los minadores de hojas y otras plagas. También puedes hacer tu propio insecticida natural usando proporciones iguales de aceite vegetal y jabón natural diluido en agua. Pulveriza esta mezcla sobre los insectos o las hojas de las plantas infestadas, pero procura no rociar los cogollos.
Otra opción es licuar 2 cabezas de ajo, ½ taza de aceite vegetal, 1 cucharadita de jabón natural y agua. Con esta mezcla, tendrás tu propio repelente de insectos.
Por último, uno de los mejores métodos naturales para controlar las plagas es usar mariquitas, arañas y microorganismos beneficiosos (como los que se encuentran en la tierra ecológica). Con la ayuda de la fauna útil, los pesticidas naturales y el aceite de neem, podrás combatir algunas de las plagas más difíciles del cannabis.
Usa una combinación de luz artificial y natural
Si quieres que tu cultivo sea aún más verde, sustituye la luz artificial por luz natural, siempre que sea posible. Obviamente, la cantidad de luz natural que puedes dar a tus plantas variará enormemente dependiendo de donde vivas y de la estación del año.
Por ejemplo, si cultivas en invierno, probablemente solo puedas dar a tus plantas un par de horas de luz natural al día. Pero, aun así, apagar las luces durante un par de horas diarias puede reducir considerablemente tu consumo eléctrico e incluso la factura de la luz.
Estas son algunas formas de aprovechar la luz natural, si cultivas en interior:
- Mantén las plántulas o esquejes en el alféizar de una ventana. A las plantas jóvenes y frágiles les encanta la luz suave e indirecta.
- Mueve las plantas a un lugar soleado en el exterior (si el clima lo permite, por supuesto).
- Si tu cuarto de cultivo tiene ventanas grandes que reciben luz solar directa, aprovéchalas. Enciende las luces de cultivo únicamente cuando el sol se haya ido.
Utiliza sistemas automatizados y de IA
Aunque parezca futurista, muchos cultivadores utilizan sistemas automatizados y de inteligencia artificial (IA) en el cuarto de cultivo. En la mayoría de casos, los cultivadores utilizan la automatización para encender y apagar los aparatos en el momento adecuado. Esto suele implicar:
- Automatizar las luces de cultivo para que permanezcan en un ciclo 18/6 o 12/12.
- Automatizar el aire acondicionado y los humidificadores/deshumidificadores para que se enciendan cuando la temperatura y humedad del cuarto de cultivo estén fuera de los niveles óptimos.
- Automatizar el sistema de ventilación (extractores y ventiladores).
- Automatizar la suplementación de CO₂ (si usas este método).
- Automatizar la fertilización mediante dosificadores automáticos.
Automatizar tu cultivo es bastante simple; solo necesitas el equipo adecuado. Para la mayoría de cultivadores caseros con pocas plantas, simplemente es cuestión de usar un temporizador para controlar las luces y los ventiladores.
Quienes tengan un espacio de cultivo ligeramente mayor también podrían necesitar controladores de temperatura y humedad. Los cultivadores a gran escala utilizan controladores multifuncionales para la zona de cultivo, que controlan simultáneamente la temperatura, humedad, iluminación y niveles de CO₂.
3 formas sostenibles de suministrar energía a tu cultivo interior de marihuana
Como ya hemos comentado, el consumo energético de las luces y aparatos de cultivo es responsable en gran medida del impacto ambiental del cultivo. Por suerte, hay varias formas sostenibles de suministrar energía a tu plantación de marihuana, reduciendo la huella de carbono de tu cuarto de cultivo.
Paneles solares
Hoy en día, más gente que nunca utiliza paneles solares para sus hogares. Aunque no es muy habitual, es posible abastecer tu cuarto de cultivo con energía solar.
Pros:
- La energía extra que generes volverá a la red, reduciendo tu factura de electricidad.
- Fácilmente asequible y fácil de instalar.
- Algunos gobiernos ofrecen incentivos a las casas que usan electricidad solar, como desgravaciones fiscales.
- Si tu factura de la luz es elevada, usar energía solar en tu cuarto de cultivo puede ahorrarte mucho dinero a largo plazo.
Contras:
- El principal inconveniente de la energía solar es la inversión inicial. Los paneles y su instalación cuestan bastante dinero. Este coste es especialmente difícil de asumir si solo cultivas unas pocas plantas al año en un cuarto pequeño. Pero ten en cuenta que, con el tiempo, recuperarás ese dinero mediante el ahorro en la factura de la luz.
- Si vives en una región con poca luz solar, puede que este sistema no sea eficiente.
Energía eólica
La energía eólica es otra gran alternativa energética. Aunque esto pueda evocar imágenes de turbinas gigantes en los campos, hay versiones más pequeñas para uso personal. Quizá te sorprenda saber que las turbinas eólicas pueden ser bastante más baratas que los paneles solares. Pero también tienen sus pros y sus contras.
Pros:
- Las turbinas son más baratas que los paneles solares.
- Son ideales para generar energía en zonas con poco sol.
Contras:
- Sea cual sea su tamaño, requieren mucho espacio.
- Las turbinas son casi imposibles de esconder, si intentas mantener tu cultivo en secreto.
Energía hidroeléctrica
Finalmente, una de las mejores fuentes de energía limpia y renovable es la energía hidroeléctrica. Los generadores de energía hidroeléctrica son bastante rentables, pero para aprovechar este tipo de energía necesitas tener acceso a una corriente de agua. Puedes montar tu propia hidroturbina[3] por una fracción del coste de un generador hidroeléctrico prefabricado.
Pros:
- Aprovecha recursos naturales y renovables.
- Ahorra dinero a largo plazo.
Contras:
- Los sistemas hidroeléctricos caseros pueden ser bastante caros, dependiendo de la escala de la operación.
- Es necesario tener acceso a una fuente de agua cercana.
Como alternativa, o en caso de no ser viable ninguna de estas opciones, siempre puedes buscar proveedores sostenibles en el sector energético. Existen cooperativas de energía verde que te permiten contratar un suministro de fuentes renovables sin tener que instalar paneles ni turbinas.
Salvando el medio ambiente con cada cultivo
Todas estas medidas simples y sostenibles están a tu alcance, sea cual sea el tamaño de tu cuarto de cultivo. Y aunque no puedas aplicar todas las medidas sugeridas, con solo aplicar una puedes hacer una gran diferencia. Tanto tu entorno local como tus plantas te lo agradecerán, ¡por no mencionar tu bolsillo!
- Growing Marijuana Uses 1 Percent of America’s Total Electricity, Industry Says https://www.vice.com
- High Time for Conservation: Adding the Environment to the Debate on Marijuana Liberalization https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- DIY: Make Electricity Using Your Backyard Stream - The Green Optimistic https://www.greenoptimistic.com