Cuatro trucos para germinar semillas de marihuana viejas

Cuanto más vieja es una semilla de marihuana, más le cuesta germinar. Pero esto no significa que sea imposible. Si has estado guardando tus semillas para un día lluvioso, y finalmente ha empezado a llover, estos consejos pueden ayudarte a lograr que germinen casi todas, si no todas, tus semillas.

1. DÉJALAS EN REMOJO CON AGUA ENRIQUECIDA

A medida que las semillas de cannabis envejecen, su cáscara protectora se va endureciendo, evitando la penetración del agua. Mientras el pequeño embrión latente que vive dentro de la cáscara no detecte humedad, no sabrá que existen las condiciones adecuadas para germinar. Como primer paso, deja tus semillas viejas en remojo durante 12 horas para ver si germinan.

Para mejorar las probabilidades de éxito, usa agua carbonatada y/o añade uno de estos suplementos que contribuyen a la absorción de agua. El ácido fúlvico y la mayoría de potenciadores también aportan una ligera dosis de nutrientes a tus semillas.

• Ácido fúlvico
• Potenciador de la germinación
• Peróxido de hidrógeno
• Ácido giberélico

Mantén el agua tibia, pero no demasiado caliente. Intenta mantenerla a 22ºC. Evita exponer el recipiente a la luz solar directa y échale un vistazo de vez en cuando. No dejes las semillas en remojo demasiado tiempo, ya que estar sumergidas más de 24 horas puede privarles de oxígeno y ahogarlas.

2. ESCARIFICACIÓN

La escarificación, o el raspado de la cáscara, también puede ayudar a que el agua atraviese la cáscara endurecida de las semillas envejecidas.

Para usar este método,cubre las paredes interiores de una caja de cerillas, u otro recipiente pequeño, con papel de lija. Pon las semillas dentro, agita la caja enérgicamente durante 30-60 segundos y a continuación extrae las semillas. Puede que no notes mucha diferencia, pero las pequeñas abrasiones o microcicatrices pueden ser suficientes para permitir que el agua atraviese la corteza, activando la germinación.

3. EXTRAE LA DORSAL

La cáscara de la semilla se compone de dos partes, con una sutura rodeando la semilla. Un lado sobresale más que otro; el lado más protuberante es la dorsal de la semilla. Si la dorsal se endurece, puede dificultar que se abra la semilla. Para extraer la dorsal, pasa un cuchillo afilado por ambos lados. Hazlo cuidadosamente y deberías poder sacarla sin dañar el interior de la semilla.

Eliminar la dorsal no solo facilita la apertura de la semilla, sino que contribuye a la absorción de agua.

4. HAZ UN CORTE EN LA SEMILLA

En una situación de vida o muerte, la cirugía puede ser la única opción. Es decir, usa esto únicamente como último recurso si el resto de métodos no funcionan, ya que esta técnica puede echar a perder tantas semillas, como semillas ayuda a germinar.

• Si las semillas estaban en remojo, déjalas secar completamente.
• Usa un bisturí esterilizado para hacer un pequeño corte o incisión a la altura de la sutura de la semilla, abriéndola ligeramente.
• Intenta germinarla otra vez.

COSAS A RECORDAR

Si vas a guardar las semillas durante un año o dos, almacenándolas correctamente aumentarás enormemente las probabilidades de que germinen con el paso del tiempo. Introduce las semillas en un recipiente hermético. Mete el recipiente en la nevera a 6-8°C, con una humedad relativa entre 20-30%. Si el exceso de humedad puede ser un problema, añade packs de gel de sílice al recipiente.

A medida que aplicas los trucos recomendados aquí, aumenta el riesgo de dañar las semillas más allá del punto de recuperación. Entre cada sugerencia, espera entre unos días y una semana para ver si germinan las semillas. Deja secar la cáscara en cada ocasión, para evitar que se pudra. No intentes aplicar más de una técnica simultáneamente, o todas a la vez.

En el futuro, intenta sembrar todas tus semillas antes de que envejezcan. No son baratas, así que dejar que se echen a perder es un desperdicio en todos los sentidos.