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Cría de marihuana: de variedades landrace a híbridos F1
La cría de marihuana no es ninguna novedad. El ser humano juega con la genética desde hace miles de años, incluyendo la de marihuana. Antiguamente ya se cruzaban selectivamente genéticas silvestres con landrace para aplicaciones textiles y medicinales. Hoy en día, la cría de marihuana ha dado un gran paso gracias a la alta tecnología.
La cría de marihuana ha recorrido un largo camino en los últimos milenios.
Todo empezó con agricultores rurales que crearon variedades landrace primitivas. En la era moderna, los criadores han utilizado estas genéticas para crear muchos de los híbridos que conocemos y adoramos. Además, los criadores profesionales han creado los primeros híbridos de marihuana F1 verdaderos, y las compañías de biotecnología incluso quieren modificar genéticamente la marihuana.
Descubre a continuación el proceso de cría de la planta de marihuana.
Índice:
Variedades landrace: los orígenes del cultivo de marihuana
La marihuana, una de las 170[1] especies de la familia botánica Cannabaceae, es originaria de la China actual[2]. Aquí, las plantas crecían como variedades silvestres, extendiéndose y adaptándose a las nuevas condiciones. Hace alrededor de 12.000 años, el ser humano empezó a domesticar la marihuana a raíz de que las primeras civilizaciones comenzaran a descubrir el valor de la planta como cultivo industrial y medicinal.
Los primeros agricultores guardaron las semillas de las mejores plantas; las que crecieron más, produjeron más flores, resistieron a enfermedades y proporcionaron tallos fibrosos y útiles, y se introdujeron en la cría selectiva, una metodología que a día de hoy se sigue utilizando para crear variedades con más cualidades deseadas.
Con el tiempo, estas plantas no solo desarrollaron las características deseadas por parte de los cultivadores, sino que se adaptaron a nuevos entornos, debido a las grandes distancias que recorrían a causa del comercio y la migración. A través de esta actividad, surgieron las primeras plantas de marihuana landrace. Por definición[3], estas variedades son poblaciones dinámicas de plantas cultivadas que se han adaptado a una zona concreta, que carecen de uniformidad y que tienen orígenes históricos. Las variedades de marihuana landrace tienen orígenes humildes, pero han sido las bases genéticas de todos los clásicos de la vieja escuela y de los híbridos modernos que cultivamos y consumimos en la actualidad.
Muchas variedades landrace mantienen un estatus especial en la comunidad cannábica y todavía se utilizan como material de cría para crear híbridos modernos. Algunas de las variedades landrace más apreciadas incluyen:
- Acapulco Gold: esta mítica genética landrace procede de las montañas Guerrero de México y sigue siendo una variedad madre muy valiosa entre los criadores contemporáneos. Su elevado contenido de THC, productividad y potente subidón la convierten en una opción ideal a la hora de crear variedades enérgicas y potentes.
- Thai: esta genética autóctona originaria de Tailandia presenta un tamaño imponente, un subidón cerebral y aromas a madera, chocolate y carburante. Los criadores han utilizado la genética tailandesa para crear variedades míticas, como la Blueberry y la Blue Mystic.
- Afghan: esta variedad landrace es originaria del norte de Afganistán, y ha conquistado a los criadores gracias a su gran resistencia. Las plantas que descienden de la Afghan presentan una increíble resistencia a condiciones climáticas extremas y desarrollan copas frondosas y productivas.
Hibridación: combinación de variedades landrace
En los últimos tiempos, los criadores de marihuana han cruzado intencionalmente diversas genéticas landrace para producir híbridos modernos. Estas variedades son el resultado de una cría selectiva y, por lo general, poseen niveles mucho más altos de terpenos y cannabinoides que sus ancestros landrace.
El término “variedad” se refiere a un grupo estabilizado de plantas que comparten el mismo linaje. Cada variedad muestra propiedades y características distintas, como un perfil de terpenos particular o concentraciones únicas de cannabinoides. Los términos “cepa” y “variedad” se suelen usar indistintamente. Las variedades también poseen características relativamente estables que permiten conservar semillas para producir una descendencia viable. A pesar de cierto grado de variabilidad genética, las técnicas de cría que veremos a continuación permiten a los criadores controlar las características de la descendencia.
Para iniciar el proceso de hibridación, los criadores seleccionan dos genéticas locales parentales que tengan las características que quieren ver en la descendencia. Durante este proceso, buscan características clave, que incluyen:
- Altura y forma
- Producción de resina
- Potencial de producción
- Sabor y aroma
- Contenido de THC (y otros cannabinoides)
Por ejemplo, una de las madres puede producir grandes cosechas, mientras que la otra posee mucho THC. ¿Cuál es el resultado? Una variedad altamente potente y productiva. La primera tanda de la descendencia híbrida se conoce como híbridos filiales 1 (F1). Sin embargo, este término muchas veces se utiliza de forma incorrecta, como veremos a continuación.
Los proyectos de cría comercial también deben tener en cuenta la demanda del consumidor, un factor que cambia con las modas. En la era moderna, reinan los sabores afrutados y azucarados y niveles muy elevados de THC. Por este motivo, los criadores necesitan identificar estas características en las genéticas parentales para poder crear variedades que respondan a la demanda de los consumidores y cultivadores contemporáneos.
Aunque algunos híbridos modernos descienden directamente de genéticas landrace, hay otro tipo que se conoce como polihíbridos, que son el resultado del cruce de dos variedades madre híbridas. Esto da lugar a resultados interesantes, pero la descendencia normalmente presenta una elevada diversidad genética y carece de uniformidad y fiabilidad en cuanto a fenotipos.
Técnicas modernas de cría: creación de nuevas variedades
La creación de muchas variedades modernas estables implica mucho más que el simple hecho de cruzar dos genéticas landrace o híbridos en una sola generación. Los criadores emplean una serie de técnicas para lanzar estas variedades al mercado.
1. Cruces
El proceso de cruce simplemente implica cruzar una variedad madre con otra, y la descendencia presenta características de cada madre. A partir de aquí, los criadores utilizan algunas de las siguientes técnicas para perfeccionar aún más su trabajo.
3. Retrocruce
Dado que tanto las genéticas landrace como los híbridos presentan una gran diversidad genética, se requiere una serie de pasos adicionales para desarrollar fenotipos con una expresión homogénea. Para lograrlo, los criadores suelen cruzar una planta F1 con una de sus madres. Esto refuerza cierta genética dentro de la descendencia y enfatiza las características deseadas de la descendencia, como la resistencia a enfermedades o la concentración de terpenos.
3. Cultivo de tejidos
La legalización implica que el cultivo de marihuana se desligue de los pequeños cultivadores y entre a formar parte del mundo comercial. Hay grandes instalaciones que están empleando medios de producción hortícola a gran escala, incluido el cultivo de tejidos. Esta forma de propagación elimina el suelo de la ecuación y, en su lugar, cultiva tejido vegetal en medios estériles con reguladores de crecimiento vegetal. Esto permite a las empresas clonar y experimentar con grandes cantidades de germoplasma en un espacio relativamente pequeño, con un riesgo mínimo de formación de plagas y enfermedades.
Ejemplos de híbridos modernos populares
Muchos de los híbridos modernos que han alcanzado la fama tienen orígenes humildes en forma de variedades landrace. Usando técnicas modernas, los criadores han conseguido crear algunas de las variedades más populares del planeta, que incluyen:
- GG#4, también conocida como Original Glue: esta poderosa variedad desciende de la Sour Dubb, la Chem Sis y la Chocolate Diesel, y cuenta con un nivel de THC del 27%. Provoca un subidón contundente y ofrece un perfil de terpenos complejo, caracterizado por notas de chocolate, carburante, fruta y pino.
- Girl Scout Cookies: este mítico híbrido americano desciende de la famosa genética landrace Durban Poison y el prestigioso híbrido OG Kush. Es apreciada por su contenido de THC del 23% y sus sabores dulces y azucarados, y sigue siendo una de las favoritas de los cultivadores de marihuana de todo el mundo.
- OG Kush: este híbrido de dominancia índica es conocido en todas partes, y se creó cruzando la Chemdawg, la Lemon Thai y la Pakistani Kush. Su contenido de THC del 19% y sus terpenos afrutados proporcionan una experiencia calmante, mientras que su breve plazo de floración garantiza cosechas bastante rápidas.
Híbridos F1: un nuevo horizonte en botánica
Los híbridos F1 verdaderos presentan muchas diferencias con los polihíbridos en todos los sentidos, incluida la homogeneidad, la resistencia a las enfermedades y la potencia. Los híbridos de marihuana verdaderos acaban de entrar en el mercado pero han llegado para dominar el mundo del cultivo de marihuana.
El proceso comienza con el desarrollo de líneas endogámicas (IBL). Esto requiere criadores cualificados que tengan a su disposición instalaciones adecuadas. Al desarrollar poblaciones altamente endogámicas durante varias generaciones, crean plantas con una diversidad genética muy baja, lo que significa que son altamente homogéneas. Esto da como resultado plantas que al final se desarrollan mal debido a la depresión endogámica.
Sin embargo, cruzar dos IBL da como resultado un híbrido F1 verdadero. Estas variedades experimentan un rejuvenecimiento genético y muestran un fenómeno conocido como heterosis o vigor híbrido, que da lugar a una mayor homogeneidad, productividad y resistencia a plagas y enfermedades.
Los híbridos F1 técnicamente no son variedades, ya que cada ejemplar no cuenta con características estables que puedan reproducirse consistentemente conservando las semillas. Más bien, los criadores tienen que reproducirlos cruzando los mismos IBL principales. Las generaciones posteriores criadas con genética F1 muestran una mayor variabilidad genética y una pérdida de vigor híbrido.
El futuro de la cría de marihuana
A medida que el sector cannábico sigue desarrollándose, las compañías están comenzando a utilizar las tecnologías de otras partes de la agricultura. Además de crear los primeros híbridos F1, una técnica utilizada durante mucho tiempo en los cultivos de alimentos, muchas empresas quieren convertir ciertas variedades en organismos genéticamente modificados (OGM).
Actualmente, la agricultura está utilizando más del 40% de las tierras de cultivo en los Estados Unidos para cultivar alimentos transgénicos. Las empresas de biotecnología utilizan una serie de técnicas para modificar o editar el genoma de las plantas y lograr el resultado deseado. Estos métodos incluyen la inserción de ADN extraño, a veces de otras especies de plantas, en el ADN de una planta en concreto. La tecnología CRISPR (que significa “repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas”) permite a los científicos enlazar el ADN de las plantas y editarlo para cambiar la forma en que crecen y responden los cultivos.
Los supuestos beneficios de los OGM incluyen un mayor valor nutricional, productividad y resistencia a las plagas. En lo que respecta al cultivo de marihuana, modificar o editar los genes de variedades seleccionadas puede aumentar el contenido de THC y la productividad, y hacer que las variedades sean más resistentes a plagas y enfermedades dañinas. Todo esto suena genial, pero los OGM también suponen varias desventajas, incluidos los efectos ambientales y económicos. Las principales preocupaciones en torno a esta tecnología incluyen:
- Alergias: la modificación genética puede introducir nuevos alérgenos en los cultivos. La alergia a la marihuana existe y las variedades OGM podrían aumentar este riesgo en algunos consumidores.
- Impacto ambiental: el polen de las variedades OGM tiene el potencial de fertilizar plantas en otros cultivos cercanos, propagando genes modificados a otras poblaciones de plantas.
- Mercados monopolizados: no es ningún secreto que las grandes empresas y sus inversores se establecieron rápidamente en los mercados emergentes de marihuana. Sin embargo, sigue existiendo todo un sector de cultivadores ecológicos, que ofrecen hierba ecológica cultivada al sol. La introducción de la marihuana transgénica genera más preocupaciones sobre la centralización dentro del mercado. Las empresas que utilizan tecnologías y genes patentados introducen una serie de problemas legales y éticos, especialmente cuando se trata de la propiedad de las variedades originales utilizadas en el proceso de investigación y desarrollo.
En este momento, las variedades de marihuana transgénica están confinadas en laboratorios de investigación y no están disponibles comercialmente. Sin embargo, parece inevitable que consigan entrar en el mercado antes o después. Al igual que los alimentos transgénicos, su éxito depende de la aceptación del consumidor.
Cría como un cultivador casero
El mundo de la cría de marihuana parece complejo a primera vista, pero todo se reduce a introducir el polen macho en las flores hembra dentro de un entorno controlado. Si te encuentras con dos variedades que crees que serían buenas madres, puedes criar y preservar tu propia variedad en casa.
Para encontrar las mejores variedades parentales para ti, fíjate en tus gustos. Busca madres que cumplan tus requisitos en términos de tamaño, estructura, contenido de THC, sabor y aroma, producción de resina y efectos. Cuando encuentres las madres ideales, criar en casa tiene varias ventajas clave. Te permitirá desarrollar nuevas habilidades y trabajar con plantas de marihuana con mayor profundidad. Además, crearás variedades perfectamente adaptadas a tus preferencias.
Simplemente tienes que colocar juntos en un armario de cultivo un macho y una hembra especialmente seleccionados para ello, asegurarte de que el polen masculino entre en contacto con los estigmas femeninos y guardar las semillas. Está claro que no vas a obtener una genética especialmente estable desde el principio, pero, al igual que sucede con el proceso de cultivar, irás cogiendo experiencia con el tiempo. No olvides que irás obteniendo semillas regulares, así que ten cuidado con los machos.
Como has visto, el mundo de la cría de marihuana ha cambiado significativamente durante la historia. En las últimas décadas, los criadores se han esforzado mucho para producir híbridos a partir de variedades landrace con un contenido elevado de THC, tiempos de floración más rápidos, perfiles de terpenos sabrosos y mayores cosechas. Últimamente, los criadores han sacado a la luz los primeros híbridos F1 verdaderos. Estas variedades no solo ofrecen un nivel de THC y terpenos todavía más alto, sino que también son más rápidas, homogéneas, fáciles de cultivar y resistentes a las enfermedades. Este importante logro ha hecho que el cultivo de marihuana sea más accesible que nunca.
- https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/can.2018.0039
- New Study Suggests Cannabis' Wild Ancestors Likely Came from China | Science| Smithsonian Magazine https://www.smithsonianmag.com
- Toward an Evolved Concept of Landrace - PMC https://www.ncbi.nlm.nih.gov