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Crear y preservar genéticas de marihuana en casa
Si te interesa crear tu propia cepa de marihuana pero la jerga científica te confunde y los cuadros de Punnett te aburren, este artículo es para ti. Repasamos todo lo que necesitas saber sobre la cría casera de marihuana y cómo conservar esa genética especial que sólo puedes reproducir mediante esquejes. Consejos prácticos sin rollos académicos.
Índice:
¿POR QUÉ ADENTRARTE EN EL MUNDO DE LA CRÍA Y LAS GENÉTICAS DE CANNABIS?
Criar cannabis y conservar la estirpe mediante semillas no es territorio exclusivo de los expertos. Cultivadores caseros que han acumulado grandes conocimientos y habilidades de cultivo, dominando técnicas esenciales, pueden hacer la transición de cultivador a criador fácilmente. Crear nuevas variedades es completamente factible. La mayor parte de variedades de cannabis que hoy consideramos clásicas fueron creadas por cultivadores caseros. En algunas ocasiones incluso por accidente.
Aunque quizás parezca imposible construir tu propio banco de semillas en el armario de cultivo que tienes en tu habitación de invitados, la cría a pequeña escala es una opción viable. Simplemente con la experiencia de cultivo de toda la vida será suficiente.
El tiempo pasado en tu cuarto de cultivo ya te habrá dado un ojo especial para detectar fenotipos interesantes.
CÓMO CONSERVAR TUS PRECIADAS GENÉTICAS DE MARIHUANA
ESQUEJES
Sacar esquejes de las plantas de marihuana es una gran forma de preservar una variedad. A veces, las cepas más valoradas sólo están disponibles en formato de esqueje, y el cultivador no tiene más remedio que continuar sacando esquejes para conservar sus genes.
La clonación es una habilidad que puedes aprender fácilmente y resulta clave para los criadores. Para empezar a criar deberías haber obtenido ya previamente resultados positivos con tus esquejes.
AUTOFERTILIZACIÓN
Se pueden obtener semillas F1 sólo con un esqueje de marihuana femenino. Estas semillas contienen únicamente la información genética de la madre. Para conseguirlo, el cultivador debe revertir el sexo de la planta femenina con el fin de producir flores masculinas e inducir la autopolinización.
La mayoría de los cultivadores caseros tendrán que estresar a propósito la planta para que produzca flores masculinas y que den semillas. La autofertilización suele aplicarse a las variedades de marihuana obtenidas únicamente a partir de esquejes, para convertirlas en semillas F1. Además, todas las semillas resultantes serán feminizadas.
OPCIONES DE CRÍA A PEQUEÑA ESCALA
CRÍA EN LA MISMA PLANTACIÓN
Bien, digamos que estás satisfecho con una partida de semillas de cannabis regulares. Podría interesarte usar los machos, así que te planteas cruzar plantas del mismo cultivo. Siempre que conozcas bien la variedad y estés cultivando a partir del mismo paquete de semillas, podrás seleccionar un macho y una hembra para el cruce.
Se trata de un método de la vieja escuela que se aplica principalmente en el cultivo exterior. No obstante, también se pueden realizar cruces del mismo lote en interior, lo que permite un mayor control sobre la polinización. Si sale bien, la descendencia resultante será más o menos estable y te ahorrarás dinero en semillas para la próxima cosecha.
Antes de seguir avanzando en tus experimentos, sería interesante practicar a recoger polen y conseguir semillas primero. Criar a partir de un cultivo estable es una buena iniciación en la cría de cannabis.
CRUCES POLIHÍBRIDOS
Un polihíbrido es simplemente una variedad resultante del cruce entre dos variedades distintas. Cuando se cruzan diferentes genéticas landrace, se obtiene un híbrido (que es un término utilizado para denominar a la descendencia derivada del cruce de dos fuentes distintas).
Sin embargo, si un híbrido se cruza con otra variedad de una línea genética diferente, se producirá un polihíbrido. Los híbridos ya poseen diferentes características genéticas heredadas de ambas variedades ascendientes, lo que significa que los polihíbridos presentan unos rasgos todavía más variados e impredecibles. La creación de polihíbridos es un excelente método de cría porque permite combinar los rasgos únicos de una gran variedad de plantas. Aunque, como te puedes imaginar, estas variedades son bastante inestables y heterocigotas. Estabilizar estas variedades y asegurarse de que sus vástagos sean más uniformes es una tarea muy laboriosa.
CÓMO CREAR POLIHÍBRIDOS EN CASA
Para criar marihuana se necesita bastante espacio y un número considerable de plantas. Hace falta una zona de vivero y otra de propagación, y distintos cuartos para los especímenes masculinos y femeninos, con el fin de evitar que se produzca la polinización cruzada. Si quieres criar polihíbridos durante varias generaciones a partir de cuatro variedades diferentes, necesitarás aún más espacio. Si quieres llevar a cabo este proceso, tendrás que aprender a polinizar tus flores de forma correcta.
Dado que estás pensando en la cría, seguramente ya conozcas la siguiente regla, pero siempre viene bien recordarla: mantén las plantas macho lejos de las hembras. Esto es especialmente importante cuando se desea crear un polihíbrido, debido al incremento de las probabilidades de que se crucen las variedades equivocadas.
En primer lugar, deberás recoger el polen de las plantas macho en el momento oportuno. El polen es el esperma de las plantas, y es necesario para fertilizar las flores hembra y que produzcan semillas. Cuando se abran los sacos de polen, pon una bolsa sobre la planta y agítala.
Las plantas hembra están listas para la cría durante la fase de floración temprana, cuando empiezan a formarse unos pequeños pistilos blancos. Estas estructuras "precogollo" son básicamente pelos diminutos que sobresalen del cáliz para atrapar el polen. A continuación, aísla la planta hembra elegida para impedir una fertilización no deseada. Plantéate la posibilidad de montar una zona de fertilización para evitar contratiempos.
Para polinizar las plantas hembra, coloca la bolsa del polen sobre las ramas que presentan formación de cogollos. Cierra la bolsa sobre cada rama y vuelve a agitar. Déjala ahí durante 1 hora y repite el proceso con todas las ramas que produzcan cogollos.
Es muy importante documentar todo lo que haces a la hora de criar cannabis, especialmente durante el proceso de creación de variedades polihíbridas. Es muy fácil mezclar genes y perder la cuenta de qué macho se ha cruzado con qué hembra, y qué variedad es cada una de ellas. Lo mejor es etiquetar cada planta individualmente, de modo que puedan ser fácilmente identificadas. También es buena idea crear una hoja de cálculo o dibujar un organigrama en una pizarra para controlar todos los cruces que has hecho con cada planta individual. Apunta la fecha al lado de cada tarea para ayudarte a calcular los tiempos de espera con mayor precisión.
HÍBRIDOS F1 REALES
Los híbridos F1 reales son las joyas de la corona del catálogo de Royal Queen Seeds. La cruda realidad es que la creación de híbridos F1 súper potentes, productivos y vigorosos es un proceso a largo plazo muy complejo. Los criadores profesionales dedican años de sus vidas a sus proyectos de cría y seleccionan sus ejemplares entre cientos, por no decir miles, de plantas de marihuana.
Los híbridos F1 verdaderos solo pueden derivarse del cruce de variedades con pedigrí estabilizadas o de líneas endogámicas, y presentan un vigor híbrido auténtico. Muestran un vigor de crecimiento característico de las plantas híbridas. Salvo que estés planeando una expedición a la caza de variedades puras, conseguir semillas de variedades originales es realmente complicado. Si quieres las mejores híbridas, probablemente te resultará más cómodo limitarte al catálogo de RQS.
En resumen, la cría de híbridos F1 puede ser complicada. Sinceramente, es demasiado exigente para un cultivador casero inexperto. Lamentablemente, las semillas F2 serán mucho menos estables y manipulables que la generación F1 anterior. Por desgracia, estas semillas serán mucho menos estables y trabajar con ellas resultará mucho más difícil que con la generación F1 anterior.
Para obtener resultados positivos con este método se necesitaría una cría cuidadosa y selectiva a gran escala. Muchas veces, hacen falta varias generaciones de cruces, probablemente hasta las líneas F5 (quinta generación) o incluso F6 (sexta generación), para conseguir estabilizar la variedad y producir un híbrido F1.
RETROCRUZAMIENTO
¿Alguna vez has comprado la misma variedad de cannabis varias veces y has notado que tiene un aspecto diferente cada vez que la cultivas? Puede que incluso tuviera un sabor ligeramente más dulce o amargo que la vez anterior. ¿O tal vez has cultivado la misma variedad de forma repetida y las plantas obtenidas han resultado ser distintas? Estas diferencias dentro de la misma variedad se conocen como variabilidad genética. Aunque unas plantas procedan del mismo linaje, su expresión genética, o fenotipo, es el resultado de la forma en que sus genes responden al entorno.
Las diferencias en los fenotipos se manifiestan en distintos tamaños, producción de resina, colores, etc. Las variedades de marihuana también presentan distintos quimiotipos, es decir, los compuestos químicos que fabrican. Una planta puede tener un nivel mayor de ciertos terpenos, mientras que otra podría presentar un contenido ligeramente superior de CBD. Si has germinado una bolsa de semillas con el mismo linaje y has notado una gran diferencia entre los fenotipos de cada planta, esto significa que la variedad es inestable y las semillas heterocigotas. Si bien esto no supone necesariamente un inconveniente para los aficionados, puede ser problemático para los cultivadores comerciales que buscan consistencia en sus cultivos.
Esta consistencia se puede lograr mediante la estabilización de la genética de una variedad, lo que producirá semillas más homocigotas, con mucha menos variabilidad entre sus fenotipos. Pero, ¿cómo se estabiliza una variedad?
La principal forma de conseguir esto es por medio de la autofertilización durante varias generaciones. Sin embargo, otra forma habitual de hacerlo es mediante el retrocruzamiento, también conocido como "BX" dentro del léxico del cultivo de marihuana. Cuando los criadores desean crear una variedad nueva, seleccionan dos variedades madre con rasgos deseables. Al cruzarlas, se produce la primera generación. El retrocruzamiento consiste en tomar un miembro de esta generación y cruzarlo con una de sus variedades madre. Esta técnica de cría ayuda a fijar la presencia de uno o varios genes de una de las variedades ascendientes en el fondo genético de la otra, cruzándolos entre sí repetidamente.
Por ejemplo, si la variedad ascendiente femenina es especialmente rica en CBD, al cruzarla con uno de sus descendientes macho que también comparte esta característica, las plantas de la siguiente generación tendrán reforzada dicha característica. Esto se debe a que contendrán más material genético de la planta madre que del padre original.
Aunque el retrocruzamiento es un método probado y comprobado para estabilizar la genética del cannabis, un retrocruzamiento excesivo puede causar problemas. Al cruzar tantas veces las genéticas, cualquier gen recesivo que produzca rasgos no deseados también será reforzado y transmitido a todas las plantas de las generaciones posteriores.
Como puedes comprobar, hay unas cuantas formas de preservar tus variedades favoritas y convertirlas en nuevas cepas por sí mismas. Esta guía pretende darte una perspectiva general para empezar, antes de sumergirte en los aspectos más complicados de la materia. ¡Buena suerte!