Cultivo de marihuana y consumo de energía: Estrategias profesionales

Cultivar marihuana en interior conlleva un importante gasto energético y una notable huella de carbono, y en la actualidad, ¡ninguna de las dos cosas es buena! Esto supone un reto para los cultivadores comprometidos con el medio ambiente y para quienes quieren minimizar costes.

Este artículo analiza formas efectivas de reducir el consumo de electricidad en el espacio de cultivo, centrándose en el control de la iluminación, la temperatura y la humedad. También aborda las principales consecuencias ecológicas al cultivar marihuana. Para que tu cultivo de interior sea más sostenible y rentable, puedes emplear los siguientes conocimientos y consejos.

La importancia de la eficiencia energética al cultivar marihuana

¿Por qué al cultivar deberíamos dar prioridad a la eficiencia energética? Hay un par de buenas razones, y bastante obvias además. Primero, para ahorrar dinero y, segundo, para reducir el impacto ambiental. Al fin y al cabo, colocarnos con hierba no debería perjudicar al resto del planeta.

El cultivo de marihuana, especialmente en interior, requiere mucha energía, principalmente debido a la iluminación, al control de la temperatura y la humedad. Sin embargo, al adoptar prácticas más eficientes a nivel energético, es posible reducir los gastos y la huella ecológica.

La huella energética de un cuarto de cultivo

Mucha gente empieza a cultivar hierba por su profundo amor por la planta y con el deseo de llevar la naturaleza a su hogar (o simplemente para colocarse). Sin embargo, esta actividad tiene su precio. Los estudios indican que cultivar solo 1kg de marihuana procesada en interior puede generar hasta 4000kg de emisiones de CO₂, lo que equivale a conducir un coche de tamaño medio durante más de 18.000km.

Estas cifras representan emisiones tanto directas como indirectas, siendo los cultivadores a gran escala los mayores contribuyentes. Pero es que incluso los cultivos caseros a pequeña escala influyen en este impacto ambiental. Si unimos el impacto de todos los cultivadores caseros, la cantidad de carbono es muy elevada.

Cuáles son las fuentes que consumen más electricidad

Un desglose del consumo de energía revela que la iluminación representa aproximadamente el 33% de las emisiones, seguida de la ventilación (27%) y el aire acondicionado (19%). Estos elementos son los principales culpables del alto consumo de energía al cultivar marihuana, e indican dónde podemos actuar en mayor medida para adoptar estrategias más eficientes.

Iluminación: el responsable del mayor consumo de energía

Cuando se cultiva marihuana en interior, las luces son las mayores consumidoras de energía. Es un factor crucial, y hay que tenerlo muy en cuenta si quieres minimizar los gastos de tu cultivo y hacerlo más eficiente, ya que la iluminación es muy importante para conseguir una buena cosecha. El objetivo de equilibrar el consumo de energía y un correcto crecimiento de las plantas significa que hay que estudiar soluciones innovadoras que ayuden a ser más sostenibles sin renunciar a la calidad de la cosecha.

Prueba con luces LED

El cambio hacia la tecnología de iluminación LED (diodos emisores de luz) es una de las formas más simples y efectivas de pasar a una forma de cultivo más efectiva y energéticamente eficiente. A diferencia de las luces de cultivo HID tradicionales, las LED ofrecen muchos beneficios que van más allá del mero ahorro de energía.

Para empezar, funcionan a temperaturas bastante más bajas, lo que reduce la necesidad de implementar sistemas de ventilación adicionales y, por consiguiente, también reduce el gasto energético. Las luces LED son famosas por su durabilidad y capacidad para iluminar un amplio espacio, imitando el espectro de la luz solar natural de manera más fiel que sus competidoras. Esto no solo las convierte en una opción ecológica, sino también en una herramienta útil para mejorar el crecimiento de las plantas, iluminando un mayor espacio de cultivo a la vez que se consume menos electricidad.

Para demostrarlo, vamos a considerar algunos datos reales:

• Producción de calor y eficiencia energética: una luz HPS de 600W emite calor equivalente a un calefactor de 600W, lo que puede perjudicar el crecimiento de las plantas si no se controlan las temperaturas de interior. Las luces de cultivo LED son más eficientes energéticamente y pueden ahorrar entre un 30 y un 50% en la factura de energía en comparación con las lámparas HPS.
• Medidas de eficiencia energética: las luces HPS tienen una eficiencia promedio de alrededor de 1,2μmol/J (micromoles de luz por julio de energía), mientras que las luces de cultivo LED de alta calidad pueden alcanzar una eficiencia de 2,0μmol/J o más.
• Vida útil y coste de sustitución: las bombillas HPS y MH (haluros metálicos) suelen necesitar una sustitución cada 12-18 meses, y las luces HPS duran aproximadamente entre 10.000 y 20.000 horas. Por otro lado, las luces de cultivo LED pueden durar más de 5 años y, muchas veces, superan las 50.000 horas de uso. Esta longevidad reduce la frecuencia y el coste de la sustitución de las luces LED.
• Comparación de gastos: las luces HID tienen un coste inicial más bajo en comparación con las luces LED. Los sistemas básicos con luces HID suelen estar alrededor de los 185-460€, mientras que los sistemas básicos con luces LED comienzan a partir de 275€, y para modelos más avanzados hablamos de miles de euros.

Calcula el LUX y el PPFD ideal para tu espacio de cultivo

Para prevenir un consumo de electridad excesivo, es fundamental comprender y ajustar la intensidad de la luz (LUX) y la densidad del flujo de fotones fotosintéticos (PPFD) de un determinado espacio de cultivo. Estas medidas le sirven al cultivador como una guía para un uso adecuado y una cantidad justa de la luz que las plantas necesitan para crecer saludablemente y producir bien, ni más ni menos.

Al marcar con precisión estas variables, puedes asegurarte de que el sistema de iluminación no sea insuficiente o que genere un gasto excesivo en la factura de la luz. Se trata de conseguir el equilibrio perfecto, donde cada fotón cuente para el crecimiento y no se desperdicie ningún vatio.

Enciende menos las luces durante la fase vegetativa

La etapa vegetativa del ciclo de vida de la marihuana no requiere exposición a la luz las 24 horas del día. Reducir el ciclo de luz a 18 horas puede disminuir bastante el consumo de energía sin obstaculizar el desarrollo de las plantas. Este ajuste no solo va en línea con el ritmo natural de crecimiento de las plantas, sino que también permite ahorrar electricidad. Si se adopta un enfoque más moderado durante la iluminación de la fase vegetativa, se puede conseguir reducir mucho la huella energética de un cultivo.

Pasa antes a la fase de floración con las fotoperiódicas

Si cultivas variedades fotoperiódicas puedes pasar un poco antes a la fase de floración para aprovechar la oportunidad adicional de minimizar el consumo total de energía de tu cultivo.

Aunque esta estrategia puede reducir la cosecha, la compensación en ahorro de electricidad puede ser significativa. Para mucha gente, esta compensación puede que no valga la pena. No obstante, hay que tenerlo en cuenta.

Prueba a aplicar el método SOG: cuando las plantas alcancen una cierta altura (aproximadamente en 2 semanas), cámbialas al ciclo de floración 12-12. Esto fomenta el crecimiento de una sola cola y reduce las ramas laterales a cogollos individuales. Algunos cultivadores empiezan con ciclos de 12-12 desde el principio, obteniendo cosechas similares por metro cuadrado con muchas plantas pequeñas en macetas pequeñas, consumiendo menos energía durante todo el ciclo. Rápido y eficiente.

Cómo limitar el coste energético de temperatura y humedad

La temperatura y la humedad desempeñan un papel fundamental en el cultivo de marihuana y, en términos de consumo de electricidad, solo están por detrás de la iluminación. Gestionar de forma eficaz estos elementos no solo garantiza la salud y la productividad de las plantas de marihuana, sino que también reduce bastante la huella energética de tu cultivo.

En la siguiente sección veremos cómo gestionar de forma eficiente la temperatura y la humedad.

Adopta estrategias de control climático pasivo

El principio del control climático pasivo es simple pero profundamente impactante a la hora de controlar los niveles de temperatura y humedad dentro de un espacio de cultivo, especialmente teniendo en cuenta el gasto que conllevan los sistemas activos de calefacción y refrigeración.

En zonas con climas más fríos, se puede aprovechar el calor natural de la luz solar, y reducir la necesidad de añadir calefacción artificial, colocando el armario de cultivo cerca de una ventana orientada al sur y en una habitación de un piso alto. Esta ubicación, además del uso de los sistemas de calefacción existentes para uso doméstico de la vivienda, puede mantener las temperaturas dentro del rango ideal para cultivar marihuana sin gastar energía adicional.

Por otro lado, en zonas con climas cálidos, el espacio de cultivo deberá estar en una habitación orientada al norte y en un piso inferior de la vivienda, para aprovechar las condiciones más frías por naturaleza y minimizar así la necesidad de sistemas de aire acondicionado. Esto no solo conserva energía sino que también ayuda a mantener las plantas frescas de forma natural.

Implementar sistemas automatizados de control climático

La tecnología no solo ha avanzado en los hogares, sino también en los cultivos de marihuana en forma de sistemas automatizados de control climático (¿a que suena profesional?). Un cultivador puede lograr condiciones ambientales precisas, adaptadas a las necesidades concretas de sus plantas de hierba, integrando ventiladores, humidificadores, calentadores y aire acondicionado en un sistema gestionado por sensores y un control centralizado.

Estos sistemas inteligentes funcionan según el principio de activación en base a las necesidades, lo que garantiza que los aparatos funcionen solo cuando hace falta, dando como resultado una reducción significativa del consumo total de energía. La precisión y eficiencia del control climático automatizado no solo ayuda a ahorrar energía sino que también elimina las dudas sobre el mantenimiento de condiciones ideales de crecimiento, convirtiéndolo en una herramienta indispensable para el cultivador moderno. Significa incluso que puedes prestar menos atención al cultivo, y por tanto, dedicarle menos tiempo. ¡Puedes ayudar a salvar el mundo con el mínimo esfuerzo!

Paneles solares: Aprovecha el poder del sol

Si quieres cultivar marihuana de forma sostenible y energéticamente eficiente, los paneles solares son una solución viable para compensar las necesidades energéticas de los sistemas de control de temperatura y humedad. Si no vas a cultivar plantas bajo el sol, ¿por qué no encontrar una manera de utilizar el sol para alimentarlas?

Los paneles solares convierten la luz solar en electricidad, por lo que pueden suministrar energía limpia y renovable para satisfacer todas las necesidades operativas de un cuarto de cultivo o complementar significativamente el consumo de energía. También puede haber un exceso de producción que se podría destinar al resto de la vivienda.

Más allá del cuarto de cultivo: Consumo de energía indirecta

Aunque puede que tu objetivo principal sea el consumo directo de energía dentro del cuarto de cultivo, es importante reconocer el impacto ecológico más amplio y el uso de energía asociado al cultivo de marihuana. Abordar las causas indirectas del consumo de electricidad presenta una oportunidad para que un cultivador reduzca todavía más su impacto ambiental.

Compost y reciclaje

El ciclo de vida de un cultivo de marihuana implica diversas materias primas, desde bolsas de compost hasta sustratos de cultivo, y todas ellas suelen depender de combustibles fósiles para su producción y transporte. Al convertir en abono los desechos orgánicos y reciclar el material de cultivo, un cultivador puede disminuir mucho el consumo indirecto de energía y la huella de carbono de sus cultivos. Esta práctica no solo contribuye a la reducción de residuos sino que también incorpora una economía circular al proceso de cultivo.

Recoger agua de lluvia

Las plantas de marihuana necesitan agua. ¿Quién lo diría? Y este es otro factor en el que se puede influir indirectamente en el consumo de energía. El tratamiento y la distribución de agua del grifo son procesos que consumen mucha energía y generan importantes emisiones de carbono asociadas a cada metro cúbico de agua suministrada.

Recoger agua de lluvia presenta una alternativa sostenible, que reduce la dependencia de los sistemas de agua y su consumo de electricidad. ¡Este enfoque fomenta el uso eficiente de los recursos naturales y nos ayudar a ahorrar dinero!

Abonos ecológicos: Una solución fertilizante sostenible

La transición hacia fertilizantes naturales, como los que se producen mediante la agricultura natural coreana (KNF) y los métodos orgánicos JADAM, representa un cambio hacia prácticas de cultivo más sostenibles y energéticamente eficientes.

Estas técnicas enfatizan el uso de materias primas naturales de origen local para crear fertilizantes efectivos que nutran las plantas de marihuana sin el elevado gasto de energía que implica la producción de fertilizantes sintéticos. La adopción de métodos de fertilización natural reduce la huella energética del cultivo de marihuana y también beneficia a las plantas, mejorando el crecimiento y reduciendo la probabilidad de problemas como el exceso de fertilización.

Consejos principales para cultivar marihuana de forma más sostenible

A continuación mostramos un resumen breve, y algunos consejos clave, de cómo cultivar de forma más ecológica:

• La huella energética de tu cuarto de cultivo y los elementos que más energía consumen
• Utiliza luces LED, ya que son la forma de iluminación de cultivo artificial con mayor eficiencia energética del mercado
• Utiliza un ciclo de luz 18/6 durante la fase vegetativa
• Pasa antes a floración
• Utiliza técnicas de control climático pasivo
• Utiliza sistemas automatizados para que el cultivo sea más eficiente
• Utiliza fertilizantes naturales y, si es posible, ¡hazlos en casa!

Pasa a un cultivo de marihuana más económico y ecológico

Es evidente que las necesidades energéticas de un cultivo de marihuana son importantes, tanto las directas como las indirectas. Todos los aspectos del cultivo interior (y exterior) contribuyen a la huella energética general de un cultivo de marihuana, desde el gran consumo de energía de las lámparas hasta las necesidades secundarias de agua, fertilizantes y control de temperatura.

Sin embargo, con la información y las técnicas recogidas en esta guía, ahora tienes más herramientas para seguir un camino más ecológico y eficiente. Con luces LED, un control ambiental optimizado, aprovechando fuentes de energía renovables y adoptando prácticas de cultivo sostenibles, se consigue un ahorro significativo en el consumo energético directo de un cuarto de cultivo. Además, si prestas atención al impacto ecológico de tu espacio de cultivo de forma más amplia (mediante medidas como el compost, el reciclaje, recoger agua de lluvia y usar fertilizantes naturales), puedes reducir el consumo de energía indirecto de tu cultivo.