Cómo evitar el hachís de mala calidad

Si te gusta fumar hierba, sabrás que la calidad del cannabis puede variar enormemente. Y lo mismo ocurre con el hachís, ya que es un concentrado elaborado con las glándulas de resina de los cogollos. Hay muchos factores que pueden afectar a la calidad de este producto, como el material vegetal usado, el terroir^[1] en el que se ha cultivado, y el proceso al que se ha sometido después de la cosecha.

Independientemente del tipo de hachís que prefieras, es importante aprender a identificar los indicadores de calidad. Esto no solo garantizará una experiencia más agradable, sino que también te ayudará a evitar productos de mala calidad que pueden conllevar un riesgo para tu salud. ¡Aprende lo que hay que saber a continuación!

¿Qué tipos de hachís existen?

Antes de profundizar en lo que diferencia el hachís bueno del malo, vamos a ver los distintos productos que suelen ofrecer los dispensarios, coffeeshops o tu camello particular. Los principales tipos de hachís son:

• Charas: elaboradas desde hace miles de años en el subcontinente indio, las charas se crean recogiendo la resina de los cogollos frescos en las palmas de las manos y dándole forma de bola. Al recolectar la resina antes de secar la hierba, estas esferas están repletas de sabor y ofrecen una viscosidad y frescura únicas.
• Bubble hash: también conocido como hachís de agua y hielo, el bubble hash es un método popular y moderno para obtener tricomas concentrados. Quienes lo preparan utilizan agua con hielo para separar las glándulas de resina del material vegetal, que luego filtran y secan para conseguir un producto final puro y sabroso.
• Hachís dry sift (tamizado en seco): como indica su nombre, este método de elaboración de hachís consiste en agitar los cogollos secos sobre un filtro de malla fino para que los tricomas desprendidos caigan en una bandeja. Los tricomas cosechados se prensan en forma de bloque o disco. Algunos consumidores de marihuana se refieren al hachís tamizado en seco sin prensar como kief.
• Hachís soap bar (pastilla de jabón): este tipo de hachís, originario de Marruecos, tenía una reputación horrible en Europa en los años 90, y con razón. Conocido como hachís soap bar debido a la forma de planchas de 200 o 250g en la que lo transportaban los traficantes, este producto a menudo contenía sustancias de relleno para aumentar su peso con el fin de que los productores ganasen más dinero. Se cree que estas sustancias incluían cera de abejas, resina de pino e incluso pegamento. Por suerte, en la actualidad no es fácil encontrar este tipo de hachís.

¿Qué aspecto tiene el hachís de calidad?

Ya conoces los tipos más habituales de hachís, desde los mejores hasta los que no merecen la pena. Sin embargo, su calidad dentro de esas categorías también puede variar mucho. A la hora de evaluar la calidad del hachís, hay diferentes variables en juego, y muchas de ellas no se pueden apreciar por parte del consumidor. Sin embargo, puedes aumentar tus probabilidades de invertir dinero en un buen producto buscando las siguientes características.

Color

El color del hachís puede variar notablemente, incluso entre muestras con la misma calidad. Hay excelentes ejemplos de hachís que van desde el amarillo pálido hasta el ámbar intenso (una señal de la madurez de los tricomas). También puedes encontrar tonos marrones claros y oscuros. Todos estos colores son aceptables, y algunas formas de hachís son casi negras. Si es uniforme y homogéneo, lo más probable es que su calidad sea buena. Sin embargo, si tiene grumos o se desmenuza fácilmente, podría contener demasiado material vegetal y clorofila.

Textura y consistencia

El hachís de calidad no debe estar húmedo ni tener un alto contenido de agua, y tampoco debe ser demasiado sólido y difícil de romper; sino que debe tener un tacto flexible y maleable, pegajoso pero fácil de manipular. Debe poder moldearse en forma de bola o cilindro, y a la vez desmenuzarse para añadirlo a los porros.

Densidad de los tricomas

Algunos consumidores novatos quieren saber si se puede comprobar la densidad de los tricomas para analizar la calidad del hachís. ¡Buena suerte con eso! Dado que el hachís es una masa homogénea de tricomas en su mayoría rotos, es imposible determinar el contenido de tricomas de una muestra. Si el hachís es puro, su masa te informará de la cantidad de tricomas y resina que contiene. El hachís adulterado contiene menos tricomas, pero sin una herramienta de análisis adecuada, no se puede conocer la proporción exacta.

Pureza

Los diferentes tipos de hachís de calidad tienen distintos sabores, texturas y colores, lo que puede dificultar la valoración de su calidad. Sin embargo, la pureza siempre diferencia el hachís premium del malo. Como se pudo comprobar en la época del hachís soap bar, los proveedores de marihuana de mala calidad usan sustancias de relleno para conseguir mayores ganancias. Si compras hachís en un dispensario de buena reputación, pregunta si es posible que te dejen ver los resultados de las pruebas de laboratorio para comprobar el contenido de metales pesados, pesticidas y micotoxinas. Lamentablemente, esto no es algo que ofrezcan los distribuidores locales ni otras fuentes extraoficiales de productos a base de cannabis.

¿Huele el hachís? Cómo evaluar su aroma y sabor

¡Claro que huele! Piénsalo bien. La marihuana tiene un olor intenso debido a los metabolitos secundarios que produce (terpenos y compuestos volátiles de azufre, entre otros) y que principalmente se encuentran en los tricomas. Esto significa que el hachís de calidad (una masa de tricomas rotos) está repleto de moléculas aromáticas y, por lo tanto, tiene un olor y un sabor fuertes. En cambio, el hachís de mala calidad puede oler a hierba y apenas tener sabor.

Aroma y sabor

Entonces, ¿a qué huele y sabe un buen hachís? El hachís de calidad puede tener distintos sabores y aromas. Dependiendo del perfil de metabolitos secundarios de los cogollos, puede ofrecer notas de pino, madera, frutas, cítricos, frutos del bosque, skunk, pimienta, tierra, etc. Independientemente de los matices, un buen hachís ofrece un aroma y sabor agradables y complejos. En cambio, el hachís de mala calidad tiene un sabor desagradable, amargo y, a veces, químico.

Combustión del hachís

Después de evaluar todas estas características, habrá llegado el momento de ir al meollo del asunto y fumar tu hachís. Sin embargo, te aconsejamos desmenuzar un poco y aplicarle una llama como último paso del proceso de comprobación. Coloca el hachís en la punta de un cuchillo y acércale una llama. La muestra deberá adoptar un tono gris oscuro y desprender un aroma agradable. También verás un ligero burbujeo a medida que los aceites del hachís se van volatilizando. Un hachís de mala calidad arderá, se volverá negro y, a veces, emitirá un olor químico.

La prueba del burbujeo

Si lo que tienes es bubble hash, puedes llevar a cabo lo que se conoce como la prueba del burbujeo para determinar su calidad. Como probablemente hayas adivinado, el bubble hash se llama así porque burbujea cuando se calienta. Para hacerte una idea aproximada de la pureza y el contenido de resina de tu bubble hash, sigue estos pasos:

1. Toma una pequeña muestra de tu bubble hash.
2. Colócala en un recipiente a prueba de calor, como una pipa o una cazoleta de bong.
3. Aplica una llama al exterior del recipiente para calentar la muestra por conducción.
4. Observa cómo reacciona el hachís. Deberá burbujear vigorosamente, lo que indicará su contenido de resina.

Primeros pasos para ser un experto en hachís

¿Sientes eso? ¡Es tu cerebro adquiriendo nuevos conocimientos! Has dado un paso más saberlo todo sobre el hachís. Lógicamente, aún no eres Frenchy Cannoli, pero sabes cómo distinguir el hachís bueno del malo. Esto no solo te ayudará a conseguir el mejor hachís que esté disponible en tu zona, sino que también te evitará consumir productos de mala calidad, contaminados con sustancias de relleno potencialmente peligrosas. ¡Vas a disfrutar de tu próxima cazoleta de hachís más que de cualquier otra que hayas probado hasta ahora!