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Cómo ahorrar dinero reutilizando sustrato viejo
La reutilización del suelo ahorra dinero y mejora la calidad de la tierra. Reacondicionar el sustrato viejo para sembrar o trasplantar ofrece numerosas ventajas. Descúbrelas aquí.
Índice:
Reutilización del suelo para cultivar cannabis
A menos que se haya producido alguna enfermedad o infestación, no hace falta comprar tierra nueva cada vez que vayas a sembrar o trasplantar una planta de cannabis. Solo tienes que reutilizar la vieja. La revitalización y reutilización de un sustrato viejo es muy fácil y te ahorra mucho dinero.
A la marihuana le encantan los nutrientes de todo tipo: el nitrógeno durante la vegetación, y el calcio y el magnesio durante la floración. Las plantas siempre dejan el suelo agotado. Dicho esto, el cannabis también proporciona numerosos beneficios, como la mejora de la estructura del suelo gracias a la expansión de las raíces de las plantas. Una de las muchas ventajas del cultivo de marihuana.
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Un paso por delante
Al mantener un suelo saludable podrás evitar la rehabilitación radical antes de volver a utilizarlo. Una fertilización habitual, el compostaje y el mantillo para plantas en macetas, garantizan el mantenimiento de un suelo saludable en todas las etapas del cultivo. Cuando una tierra bien cuidada conserva su salud, friabilidad, penetración y retención del agua, apenas necesitará modificaciones a la hora de reutilizarla.
La asociación de cultivos también ayuda a mantener un suelo sano, vital y sin enfermedades. Pero es aconsejable utilizar tiestos más grandes de lo necesario con el fin de dejar espacio para que crezcan las plantas asociadas. Una simple mezcla de alfalfa, trébol y caléndulas proporciona numerosas ventajas tanto para la salud de las plantas como para la del suelo.
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El suelo viejo se puede reutilizar
Los suelos desatendidos y estresados necesitarán de cierta preparación antes de poder reutilizarlos. Puede que se hayan vuelto hidrofóbicos, que estén completamente agotados de nutrientes y minerales, o que tengan una estructura colapsada. El suelo que se ha dejado cocer al sol carecerá de nutrientes y tendrá que ser modificado.
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Asegúrate de que está limpio
Si tu suelo ha sido invadido por un patógeno o tiene mala salud por la razón que sea, lo mejor es ponerlo en una bolsa y tirarlo. Si se usa en parterres o se mezcla con abono podría propagar el patógeno por todo el jardín. A veces, las enfermedades permanecen en el suelo incluso después de que creas que han desaparecido. Es el caso de varias especies de ácaros, hongos, mosquitos y podredumbre. La reutilización del suelo acabará infectando al nuevo ocupante. Asegúrate de lavarte bien las manos antes de tocar suelos y plantas saludables. Lava también las macetas con agua caliente y jabón.
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Malas hierbas
La pasteurización del suelo viejo es otra forma de deshacerse de varios problemas. Puedes acabar con la maleza y sus semillas, los huevos de insectos y las esporas de hongos, poniendo la tierra vieja en una bolsa negra de basura y dejándola al sol durante una tarde. El calor pasteurizará la tierra, que después estará lista para su reutilización. Esto también matará a la mayoría de biota beneficiosa, por lo que si vas a pasteurizarlo, deberás estar dispuesto a enmendar el suelo. Deja que se cueza al sol antes de enmendarlo, para no matar lo bueno que añadas después.
Cómo reutilizar la tierra de las macetas
Al reacondicionar un sustrato usado para el cultivo, puedes obtener una tierra reciclada y rica en nutrientes, que ofrezca todo lo que las plantas necesitan para mantenerse sanas y producir buenas cosechas.
Echa un vistazo a los siguientes métodos de eficacia probada (y elige tu favorito) para sanear, revitalizar y reutilizar tu tierra correctamente.
Usa enzimas para limpiar el suelo: método a largo plazo
Posiblemente ya conozcas las funciones vitales que llevan a cabo los microorganismos en el suelo. Toda una serie de hongos y bacterias trabajan constantemente, devorando la materia orgánica y produciendo nutrientes accesibles para las plantas.
Ambos tipos de microorganismos generan enzimas que descomponen las sustancias que los rodean para producir alimentos. Básicamente, las enzimas son mini-máquinas formadas por proteínas que llevan a cabo reacciones químicas específicas.
Y del mismo que los hongos y bacterias usan las enzimas para procesar la materia orgánica del suelo, ¡los cultivadores de marihuana también pueden hacerlo!
A diferencia de lo que suele creerse, las plantas no extraen los nutrientes directamente del suelo. En lugar de ello, reclutan a un ejército de microorganismos para que hagan el trabajo sucio. Entonces, como auténticas capitalistas, las plantas intercambian azúcares (que generan ellas mismas durante la fotosíntesis) por los nutrientes que los hongos liberan del suelo.
Con el tiempo, estos nutrientes esenciales empiezan a agotarse en la tierra, por lo que el cultivador debe reacondicionar el sustrato de vez en cuando. Tras el ciclo de cultivo, sobre la tierra también empiezan a acumularse detritus (residuos en descomposición, como restos de microorganismos muertos, trozos de raíces y partes de insectos). Las enzimas también ayudan a acelerar el ritmo de descomposición de estos restos, convirtiéndolos en nutrientes accesibles.
Tras acabar un cultivo y cosechar las plantas, puedes reaprovechar la tierra añadiéndole enzimas para liberar nutrientes inutilizados y mejorar el sustrato.
Veamos cómo reacondicionar el sustrato viejo usando enzimas:
- Extrae la masa de raíces viejas de la tierra.
- Escoge un producto con enzimas que sea seguro para las plantas y no sea fitotóxico.
- Aplica esta sustancia al medio de cultivo.
- Añade algunos suplementos, como humus de lombriz y ácido húmico, para reintroducir minerales esenciales al sustrato.
- Deja reposar la tierra durante tres meses para que las enzimas puedan descomponer correctamente la materia orgánica.
- Remueve la mezcla de vez en cuando para airear la tierra.
Hervir y reacondicionar: Un método más rápido
El método de las enzimas es muy eficaz, pero implica tener que esperar unos meses hasta poder reutilizar la tierra. Si no puedes esperar tanto tiempo, en lugar de ir a la tienda a comprar tierra nueva, utiliza este método más rápido para empezar a cultivar cuanto antes.
Paso 1: Desmenuza la tierra
A medida que crecen y maduran, las plantas de marihuana forman una gran masa de raíces en la tierra. Este sistema ayuda a dar forma y estructura al suelo, haciendo que el medio de cultivo se mantenga firme y condensado. Al final de un cultivo, tienes que vaciar las macetas y desmenuzar toda la tierra compactada. Vacía tus macetas viejas en un cubo grande de plástico, y a continuación desmenuza la tierra con las manos o una herramienta de jardinería, como un rastrillo o una paleta.
Paso 2: Extrae las raíces y las lombrices
A medida que desmenuces el sustrato, te encontrarás raíces y lombrices. Saca las raíces y échalas a la compostera, para convertirlas en nutrientes para la próxima temporada de cultivo.
También extrae cuidadosamente las lombrices y ponlas en la compostera o en algún lugar del jardín. Estas pequeñas criaturas no son dañinas para las plantas, sino que aumentan enormemente la calidad de la tierra. Devoran microbios y materia orgánica, y producen excrementos ricos en nutrientes esenciales, como el nitrógeno.
Paso 3: Pasteuriza la tierra
La pasteurización ayudará a eliminar cualquier microorganismo dañino que quede en la tierra. No todos los microbios favorecen el desarrollo de las plantas. Algunos tipos de hongos y bacterias perjudican los intereses del cultivador y pueden causar enfermedades.
Pero no te preocupes; aunque pueda parecer un proceso complicado, la pasteurización simplemente consiste en verter agua hirviendo sobre la tierra. Llena el cubo con agua hervida, sumergiendo completamente el sustrato. Déjalo en remojo durante una hora.
Filtra el agua y deja que la tierra se seque al sol, preferiblemente en un invernadero. Una vez seca, pon la tierra en bolsas de plástico y déjala al sol durante un par de días para que los rayos UV la desinfecten.
Paso 4: Introduce nuevos microorganismos en la tierra
Tras seguir los pasos anteriores, te quedará una tierra limpia, pero sin vida. Las comunidades de microrganismos son la clave de una tierra sana. Sin ellas, lo único que tendrás es una masa inerte de materia orgánica. Al introducir hongos y bacterias beneficiosos, aportarás vida al sustrato, dando lugar a unas plantas mucho más sanas y productivas.
Los cultivadores tienen mucho donde elegir a la hora de mejorar la tierra. Para poner en marcha el proceso, recomendamos añadir humus de lombriz y las propias lombrices.
Después, añade unas cucharadas de hongos micorrícicos a la mezcla. Estos microorganismos se fusionan físicamente con las raíces de las plantas, transportando los nutrientes directamente a su sistema. Añade bacterias beneficiosas, como las rizobacterias, para aumentar aún más la disponibilidad de nutrientes y combatir los patógenos del suelo.
Paso 5: Añade más tierra
Al limpiar y restaurar la tierra, probablemente haya perdido un poco de volumen durante el proceso. Para compensar esta pérdida, añade un poco de compost bien descompuesto (idealmente de tu propia compostera) y finalmente usa la tierra para llenar las macetas.
Paso 6: Trasplanta las plántulas
¡Lo has logrado! Trasplanta tus plántulas a la tierra restaurada, y observa cómo crecen prósperamente a lo largo del ciclo de cultivo.
Consejos para reutilizar la fibra de coco
Para reducir los residuos, también puedes reutilizar otros tipos de sustratos, como la fibra de coco. Siguiendo unos pasos similares a los mencionados arriba, puedes reacondicionar este magnífico sustrato y usarlo durante varios ciclos de cultivo.
Sigue estos pasos para reutilizar tu fibra de coco:
- Desmenuza la fibra de coco y extrae las raíces que estén sueltas.
- Sumerge la fibra de coco en una solución enzimática para disolver las raíces más pequeñas que no puedan eliminarse a mano.
- Lava la fibra de coco con agua destilada para eliminar los detritus y las sales residuales del sustrato.
4. Esteriliza la fibra de coco con agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) al 35%.
5. Añade un poco de fibra de coco fresca para rellenar el sustrato, ¡y ya está listo para plantar!
Consejos para reutilizar la perlita o los guijarros de arcilla
Tampoco hace falta desechar los guijarros de arcilla o la perlita. Con este método podrás limpiarlas y prepararlas para tu próximo cultivo:
- Extrae toda la materia vegetal muerta, y deja el sustrato en remojo en una solución enzimática.
- Deja los guijarros o la arcilla en remojo durante 30 minutos, cuélalos y repite el proceso de nuevo.
3. Deja los guijarros o la perlita al sol durante 2-3 días para que se desinfecten, preferiblemente bajo la cubierta de un invernadero.
4. Reutiliza los guijarros o la perlita en tus cultivos hidropónicos o de tierra.
Otras formas de aprovechar la tierra usada
Si no quieres pasar por el proceso de reacondicionar la tierra, puedes dejar que la naturaleza haga el trabajo por ti. Vacía las macetas en tu compostera, y deja que los microbios descompongan las raíces y el resto del material a lo largo del próximo año, para poder aprovecharlo más adelante.
Otra opción es aplicar la tierra vieja directamente sobre la superficie de tus bancales. Desmenuza la tierra y espárcela con el rastrillo sobre los bancales para añadir materia orgánica que, con el tiempo, se descompondrá en nutrientes disponibles para las plantas.
Siempre puedes reutilizar la tierra, pero necesitas prepararla
Al reacondicionar tu tierra, estás un paso más cerca de crear un sistema de cultivo de ciclo cerrado. Minimizarás los residuos, ahorrarás dinero y adquirirás una habilidad que no tiene precio. Aunque esto requiere tiempo y esfuerzo, pero la recompensa merece la pena.