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Biodisponibilidad: cómo llega el cannabis al organismo
Tanto si consumes marihuana y/o productos a base de cáñamo con fines medicinales como recreativos, deberías informarte sobre la biodisponibilidad. El nivel de colocón que puedes obtener del THC y los efectos terapéuticos que puedes obtener del CBD, dependen de la biodisponibilidad.
¿QUÉ SIGNIFICA LA BIODISPONIBILIDAD?
La biodisponibilidad se define en el diccionario médico del patrimonio americano como: “El grado en que un medicamento, u otra sustancia, está disponible para el tejido objetivo tras ser administrado”.
Una dosis intravenosa se considera 100% biodisponible, ya que se administra directamente al torrente sanguíneo. En términos fumetas corrientes, la biodisponibilidad se refiere al porcentaje de una dosis que realmente es absorbida por el cuerpo, en comparación con una dosis inyectada.
POR QUÉ ES IMPORTANTE LA BIODISPONIBILIDAD
Todas las plantas de cannabis contienen cannabinoides en niveles variables; desde el cáñamo industrial, con un 0,2% de THC, hasta la extraordinaria cepa de marihuana Green Gelato, que roza el 30% de THC. De modo similar, el aceite de CBD puede tener concentraciones variables: desde un moderado 2,5% hasta un elevado 20% de CBD.
Pero la cantidad de cannabinoides y terpenos de un producto de cannabis no es el único factor a tener en cuenta. El sistema endocannabinoide está diseñado para interactuar con estos compuestos. Además, el efecto séquito es un factor sinérgico importante. Y eso no es todo.
Quizás el factor más crítico para el consumo de marihuana sea la biodisponibilidad. En general, cuánto más elevada es la biodisponibilidad de una dosis, menos cantidad se necesita para experimentar los efectos. La alta biodisponibilidad es lo que diferencia al cannabis y los productos derivados del cáñamo de alta calidad, del resto de remedios. La biodisponibilidad es la auténtica medida de la potencia de un producto de cannabis.
BIODISPONIBILIDAD DE LOS PORROS
En cuanto a la biodisponibilidad de fumar un porro de marihuana, hay muchas variables a considerar. Ciertos detalles, como la cantidad o la calidad de la hierba incluida en el canuto, afectan a la biodisponibilidad.
Dicho esto, un estudio[1] de 2005 llamado “Farmacocinética de los cannabinoides” descubrió que el THC fumado tiene una biodisponibilidad media del 30%. Y más interesante aún, descubrieron que: “Con un cigarrillo con un 3,55% de THC se produjo un nivel plasmático máximo de 152±86,3ng/ml, aproximadamente 10 minutos después de la inhalación”. A pesar de la potencia relativamente baja de los porros usados en el estudio, 10 minutos para colocarse suena bastante bien para quienes fuman porros a diario.
BIODISPONIBILIDAD DE LAS VAPORIZACIONES
Al igual que cuando fumamos, al vaporizar también usamos los pulmones para absorber los cannabinoides. Aunque es cierto que las vaporizaciones provocan muchos menos efectos secundarios dañinos; principalmente porque se inhala vapor, en lugar de humo. Para lograr la descarboxilación requerida para activar los cannabinoides, el vaporizador los calienta lo justo para poder ser inhalados. En cambio, para poder inhalar el humo de un porro es necesaria la combustión.
Un estudio[2] de 2016, llamado: “Cannabis medicinal: validación in vitro de vaporizadores para la inhalación libre de humo del cannabis”, básicamente aprueba los vaporizadores. El potencial para aumentar drásticamente la biodisponibilidad de la marihuana con un vaporizador es un hecho. Esta investigación se centró tanto en el THC como en el CBD, y descubrió que usar un vaporizador es la mejor forma de colocarse con THC y de dosificarse con cannabis rico en CBD.
Realmente debes comprobarlo por ti mismo. Se pusieron a prueba cinco marcas de vaporizadores conocidas, incluyendo la legendaria Volcano. Los resultados fueron asombrosos en general, a excepción de un aparato de gas. Con el vaporizador adecuado, la biodisponibilidad del THC y del CBD alcanza un increíble 50-80%. La vaporización ya cuenta con datos científicos para respaldar su elevada biodisponibilidad. Por supuesto, ya se dispone de un par de décadas de pruebas anecdóticas que apoyan el uso de los vaporizadores. Cualquier persona que haya dado una calada a uno de estos aparatos sabe que es más potente que dar una calada a un porro.
BIODISPONIBILIDAD DE LOS COMESTIBLES
Los comestibles cannábicos, tanto si contienen THC como CBD, siempre han sido un método de consumo algo impredecible. A veces, un solo space cake puede dejarte tremendamente colocado. Pero, en otras ocasiones, una hornada entera de galletas de marihuana no produce gran efecto.
El "efecto de primera pasada", en que el hígado previene eficazmente la absorción de muchos compuestos psicoactivos, explica por qué a veces los comestibles no funcionan. Esperas una horita a que suban los efectos, pero no ocurre nada.
Por otro lado, nadie entiende realmente por qué a veces los comestibles producen un efecto de gran potencia. Esto suele atribuirse a una dosis excesiva, o simplemente a la mala suerte. Lo más probable es que el THC se haya convertido en 11-Hydroxy-Δ9-tetrahidrocannabinol (11-OH-THC), que produce un efecto psicoactivo más potente. Siguiendo esta teoría, el cuerpo absorbe más 11-OH-THC ingiriendo comestibles, que fumando.
En cambio, la mayoría de estudios científicos, incluyendo la investigación mencionada anteriormente, siguen clasificando los comestibles con un rango de biodisponibilidad del 4-20%. Esta baja biodisponibilidad se considera bastante precisa, hasta el día en que un comestible se apodera de ti. La ley estatal de California considera que 10mg de THC por porción es una dosis efectiva.
BIODISPONIBILIDAD DE LAS TINTURAS SUBLINGUALES
Aplicar unas gotas de aceite de CBD bajo la lengua parece aumentar la biodisponibilidad considerablemente.
La teoría es que dosificarse de forma sublingual evita el efecto de primera pasada en el hígado, y por tanto aumenta la biodisponibilidad. De modo similar, las pruebas anecdóticas de consumidores de tinturas de THC, con fines recreativos, respaldan que las dosis sublinguales de THC producen un efecto más potente y con mayor rapidez. Obviamente, las tinturas de THC producen un efecto psicoactivo.
BIODISPONIBILIDAD DE LOS PRODUCTOS TÓPICOS
Las cremas y lociones con cannabinoides son otra tendencia de salud y bienestar en auge. Tanto si contienen THC como CBD, estos productos para la piel no pueden provocarte un colocón. Los cannabinoides son altamente hidrofóbicos, así que la propia piel actúa como barrera. La aplicación transdermal, o frotar una crema en la piel, no produce efectos psicoactivos. Sin embargo, este método se ha popularizado entre los consumidores de cannabis con fines medicinales, gracias a sus resultados terapéuticos.
BIODISPONIBILIDAD DE LOS INHALADORES
Los inhaladores son una forma sumamente eficiente y limpia de inhalar cannabinoides. Este método de consumo es parecido a la vaporización. Los cannabinoides entran en los pulmones por medio del intercambio de gases en los alvéolos, pasan al torrente sanguíneo, y proceden a atravesar la barrera hematoencefálica. Los inhaladores de marihuana son casi idénticos a los inhaladores que utilizan las personas con asma. Están equipados con un depósito, una válvula y un propulsor.
Al igual que los vaporizadores, los inhaladores de cannabis son mucho más sanos que fumar marihuana, y no generan compuestos cancerígenos a través de la combustión. Pero los inhaladores son incluso más limpios que los vaporizadores. Estos dispositivos proporcionan un aerosol sin muchos de los aditivos utilizados en los cartuchos y concentrados para vapear. En su lugar, ofrecen inhalaciones de THC puro. Los inhaladores también son extremadamente precisos y proporcionan una dosis estandarizada con cada inhalación.
Aunque los inhaladores entran en el torrente sanguíneo de la misma forma que el humo y el vapor, sus altos niveles de THC y pureza extraordinaria hacen que sean altamente biodisponibles.
- Pharmacokinetics of cannabinoids. - PubMed - NCBI https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Medicinal Cannabis: In Vitro Validation of Vaporizers for the Smoke-Free Inhalation of Cannabis https://www.ncbi.nlm.nih.gov