Aprende a usar un cáliz de vapor jamaicano

Tanto si buscas una forma más tradicional de disfrutar de la hierba, como si te has cansado de tu ritual actual, prueba a utilizar un cáliz de vapor jamaicano. Estos dispositivos naturales son los primeros vaporizadores. En lugar de quemar la hierba (como ocurre con los porros y los bongs), utilizan carbón de leña y un “cutchie” para liberar los cannabinoides y terpenos por medio de un calentamiento de convección. Después de explicarte cómo se usan, te enseñaremos a hacer tu propio cáliz para hierba y veremos cuáles son las mejores variedades para disfrutar con este dispositivo.

¿Qué es un cáliz de vapor jamaicano?

Hay muchísimas formas de consumir cannabis. Además de los métodos tradicionales, como los bongs o los comestibles, los vaporizadores (tanto portátiles como de mesa) han conseguido dominar el mercado de la marihuana. El cáliz de vapor jamaicano entra en la categoría de técnicas tradicionales, pero no tiene nada que ver con otros métodos clásicos de inhalar cannabis. ¿Por qué? Porque no quema los cogollos, sino que los “cuece al vapor”. Podríamos decir que estos cálices fueron los primeros vaporizadores. Al igual que ocurre con los vaporizadores modernos, este método de inhalar hierba libera los cannabinoides y terpenos sin tantos subproductos perjudiciales como con la combustión.

Como probablemente hayas adivinado, el cáliz de vapor jamaicano tiene su origen en la tradición rastafari del país que le da nombre. Los seguidores de esta religión defienden un estilo de vida más natural, o “Ital”, que implica consumir solamente alimentos integrales y ecológicos; algunos rastafaris también renuncian al consumo de carne y productos animales para lograr ese objetivo. Como puedes ver, el cáliz de vapor jamaicano, que no produce humo, encaja perfectamente en este estilo de vida. Curiosamente, estos cálices engloban los principales elementos de forma simultánea: fuego, agua, aire y tierra.

Los cálices de vapor tienen cuatro componentes:

• Coco: la parte central del cáliz está hecha con un coco vacío, y es parecida a la cámara de un bong. Contiene agua para ayudar a filtrar el vapor que sale de la cazoleta, dando lugar a unas caladas más suaves. El coco también sirve como “mango” para transportar y usar el cáliz.
• Tubos de bambú: el cáliz de vapor tiene dos tubos que salen de él: la boquilla y el tallo. A diferencia de la mayoría de los bongs, el tallo y la cazoleta están situados directamente sobre la cámara, mientras que la boquilla sobresale del lateral del coco.
• Cutchie: este elemento hecho de arcilla es el equivalente de la cazoleta de un bong grande. Es donde se pone la hierba, está situado sobre el tallo, y separa el cannabis del calor del carbón utilizado para liberar el THC y otros fitoquímicos.
• Gritty: esta simple rejilla de arcilla tiene muchos orificios minúsculos y se coloca justo encima del cogollo. Sirve como plataforma para quemar el carbón, e impide que entre en contacto directo y haga arder el material vegetal.

Ahora que ya conoces los cálices de vapor y sus componentes, es hora de aprender a utilizarlos.

Cómo utilizar un cáliz de vapor

Es posible que necesites varios intentos para dominar el uso de los cálices de vapor, especialmente si siempre has fumado porros. Incluso si tienes costumbre de utilizar rigs de vidrio grandes y sofisticados, sostener un cáliz de vapor jamaicano en las manos podría resultarte extraño al principio. Para ayudarte a familiarizarte con este dispositivo de la vieja escuela, hemos creado un breve manual de instrucciones. Síguelas al pie de la letra para aprender a consumir marihuana sin esfuerzo de esta forma novedosa:

1. Para empezar, llena el coco con agua. Para ello, retira la boquilla del lateral. A continuación, vierte un poco de agua por debajo de la abertura, antes de volver a insertar la boquilla de bambú. Da una calada sin hierba. Esto deberá producir un sonido muy parecido al burbujeo de un bong. Si no lo oyes, es que has puesto demasiada o muy poca agua dentro del coco.
2. Ahora tienes que poner la hierba en el cutchie. Pero, espera un poco. Los cutchies tradicionales tienen en el fondo unos agujeros bastante grandes que sirven como conectores para el tallo. Por eso, muchos usuarios de estos dispositivos insertan en ellos cogollos total o parcialmente consumidos, para impedir que la hierba caiga dentro del cáliz. Si prefieres triturar tus cogollos, coloca un trozo lo suficientemente grande de malla metálica sobre el agujero, antes de poner la hierba.
3. Cuando el cáliz esté cargado de hierba, pon el gritty dentro del cutchie. Dependiendo del modelo que tengas, algunos cutchies disponen de un borde sobre el que se encaja el gritty, impidiendo que entre en contacto con la hierba de abajo.
4. En este paso, la cosa se pone todavía menos convencional. Es probable que te hayas acostumbrado a pulsar el botón de un mechero o un vaporizador antes de inhalar. Con los cálices para hierba, tendrás que dirigir tu atención al carbón. Pon suficiente carbón como para llenar el compartimento superior del cutchie y, a continuación, acércale un encendedor soplete hasta que empiece a estar incandescente. Cuando los trozos de carbón ardan de forma constante, el cáliz estará listo para usar.
5.  Y ahora llega la parte divertida. Pon el dedo sobre el orificio carburador del coco, y da una calada al cáliz como lo harías con una pipa o un bong. Hacia el final de la calada, retira el dedo del agujero. Notarás un sabor fresco, rico en terpenos y ligeramente vegetal; recuerda: estás vapeando hierba, no quemándola.
6. Cuando termines, tendrás que limpiar el cutchie. Deshazte con cuidado de los restos de carbón caliente y de la hierba vapeada. Tira el agua del coco y guarda el cáliz para tu próxima fumada. De vez en cuando, elimina los restos de suciedad del interior de los tubos con un juego de limpiapipas.

Cómo hacer un cáliz de vapor jamaicano

No tendrás ningún problema para encontrar en internet un cáliz diseñado por expertos. Pero si quieres llevar a cabo un proyecto de bricolaje, puedes crear tu propio cáliz de vapor con la siguiente guía.

 Materiales 

 Instrucciones 

1. Compra en una headshop un tallo de metal o vidrio que encaje perfectamente en el fondo de tu cutchie, y que sea lo suficientemente largo como para sumergirlo en el agua por debajo de todos los agujeros del coco.
2. Comienza perforando un agujero bastante grande como para colocar el tallo y que sobresalga desde el fondo del cutchie hasta la parte superior del coco. A continuación, haz otro agujero lo suficientemente ancho para que quepa el trozo de manguera o caña de bambú; perfóralo a medio camino entre el agujero superior y el centro, o “ecuador”, del coco. Luego, taladra un orificio carburador más pequeño en el lado opuesto del coco, entre el agujero superior y el “ecuador”.
3. Y ahora, la parte más laboriosa: con un destornillador, raspa con cuidado la mayor cantidad posible de la carne del coco a través del orificio más ancho que has perforado para colocar la manguera o caña de bambú.
4. Crea un baño maría colocando la jarra de Pyrex dentro del cazo lleno de agua hasta ¼ de su capacidad. Hierve el agua a fuego lento y derrite un bloque de cera de abejas en la jarra de Pyrex.
5. Ahora tienes que insertar el tallo del cutchie. Te recomendamos comprar un cutchie de arcilla, pero también puedes hacerlo vaciando un trozo cilíndrico de madera y dándole forma cónica a uno de los extremos (esto requiere de mucho más trabajo).
6. Coloca la manguera/caña de bambú en el orificio correspondiente. Insértala a una profundidad suficiente como para que esté segura pero sin que toque el agua. A continuación, aplica la cera con el pincel alrededor de la zona de inserción, tanto del tubo como del cutchie, para crear un precinto.
7. Si es posible, coloca el cutchie delante de un ventilador y espera a que la cera se seque.